¡Ay, ay, ay! Se armó un relajo con las corridas de toros, y ahora el INS, pa' evitar que nos vayamos todos al traste, anda poniendo trabas y pidiendo que aseguren hasta el último barrilero. Parece que los accidentes no les han servido de vara para darse cuenta de que esto es peligroso, ¿eh?
Después de ver cómo anduvimos raspados hace poco, con gente saliendo lastimada – ¡y algunos bien chinchorreados! – el Instituto Nacional de Seguros (INS) decidió ponerle el turbo al tema de las pólizas obligatorias. No quieren que los organizadores de estas justas taurinas se hagan los dormidos y terminen metiéndose en un brete judicial porque alguien se lesionó.
Según el INS, durante las festividades del pasado diciembre y enero atendieron a unos 32 toreros improvisados y a dos barrilleras, todos con golpes, raspones y contusiones variadas. Aunque la mayoría recibieron atención gracias a la Póliza Básica de Accidentes Colectiva, el INS quiere asegurarse de que todos estén cubiertos, a prueba de cualquier sorpresa desagradable.
Keneth Rojas, el director de la Red de Servicios de Salud del INS, comentó que “entre las lesiones más frecuentes que atendemos están los golpes y contusiones en diferentes partes del cuerpo”. Pues claro, mae, si estamos hablando de gente brincando toros, ¡algún golpe hay que salir! Pero ahí va el mensaje: cumplan con las pólizas o vayan a parar.
Y ojo, porque no es cuento: para poder organizar una corrida de toros acá en Costa Rica, necesitas tres pólizas distintas, como si fuera un trifecta en las carreras de caballos. Primero, la Póliza de Riesgos del Trabajo para los obreros del organizador; luego, la Póliza Básica de Accidentes para los toreros improvisados (los que se lanchan a la arena buscando emoción); y finalmente, el Seguro de Responsabilidad Civil para proteger a los asistentes si alguien resulta herido o sufre algún daño.
El decreto ejecutivo 39315-S-SP-G es clarito: los organizadores tienen la obligación de contratar un seguro que cubra muerte accidental, incapacidad y gastos médicos. Además, este seguro tiene que ser manejado directamente por el INS, pa’ facilitar el acceso a la atención médica para los asegurados. Así que ya saben, no le anden jugando, porque el INS no va a andar aguantando chapuzones.
Ahora bien, revisando el Código de Trabajo, el artículo 193 dice textualmente que todo patrón debe asegurar a sus trabajadores contra riesgos del trabajo. Y eso aplica tanto para empresas públicas como privadas, ¡así que no hay excusas! Lo mismo respecto al Seguro de Responsabilidad Civil, que protege a los organizadores ante reclamos por lesiones o daños causados a terceros durante el espectáculo. Esto requiere analizar detalladamente el lugar, las medidas de seguridad y la cantidad de asistentes. ¡Un chunche importante!
En fin, parece que el INS quiere dejarlo bien claro: las corridas de toros son un evento peligroso y, como tal, deben estar debidamente aseguradas. ¿Será suficiente con estas medidas para prevenir tragedias en las arenas, o deberíamos replantearnos si vale la pena seguir fomentando este tipo de espectáculos? ¿Ustedes qué opinan, compas? Díganme, ¿creen que se debería regular aún más el tema de las corridas de toros en Costa Rica?
Después de ver cómo anduvimos raspados hace poco, con gente saliendo lastimada – ¡y algunos bien chinchorreados! – el Instituto Nacional de Seguros (INS) decidió ponerle el turbo al tema de las pólizas obligatorias. No quieren que los organizadores de estas justas taurinas se hagan los dormidos y terminen metiéndose en un brete judicial porque alguien se lesionó.
Según el INS, durante las festividades del pasado diciembre y enero atendieron a unos 32 toreros improvisados y a dos barrilleras, todos con golpes, raspones y contusiones variadas. Aunque la mayoría recibieron atención gracias a la Póliza Básica de Accidentes Colectiva, el INS quiere asegurarse de que todos estén cubiertos, a prueba de cualquier sorpresa desagradable.
Keneth Rojas, el director de la Red de Servicios de Salud del INS, comentó que “entre las lesiones más frecuentes que atendemos están los golpes y contusiones en diferentes partes del cuerpo”. Pues claro, mae, si estamos hablando de gente brincando toros, ¡algún golpe hay que salir! Pero ahí va el mensaje: cumplan con las pólizas o vayan a parar.
Y ojo, porque no es cuento: para poder organizar una corrida de toros acá en Costa Rica, necesitas tres pólizas distintas, como si fuera un trifecta en las carreras de caballos. Primero, la Póliza de Riesgos del Trabajo para los obreros del organizador; luego, la Póliza Básica de Accidentes para los toreros improvisados (los que se lanchan a la arena buscando emoción); y finalmente, el Seguro de Responsabilidad Civil para proteger a los asistentes si alguien resulta herido o sufre algún daño.
El decreto ejecutivo 39315-S-SP-G es clarito: los organizadores tienen la obligación de contratar un seguro que cubra muerte accidental, incapacidad y gastos médicos. Además, este seguro tiene que ser manejado directamente por el INS, pa’ facilitar el acceso a la atención médica para los asegurados. Así que ya saben, no le anden jugando, porque el INS no va a andar aguantando chapuzones.
Ahora bien, revisando el Código de Trabajo, el artículo 193 dice textualmente que todo patrón debe asegurar a sus trabajadores contra riesgos del trabajo. Y eso aplica tanto para empresas públicas como privadas, ¡así que no hay excusas! Lo mismo respecto al Seguro de Responsabilidad Civil, que protege a los organizadores ante reclamos por lesiones o daños causados a terceros durante el espectáculo. Esto requiere analizar detalladamente el lugar, las medidas de seguridad y la cantidad de asistentes. ¡Un chunche importante!
En fin, parece que el INS quiere dejarlo bien claro: las corridas de toros son un evento peligroso y, como tal, deben estar debidamente aseguradas. ¿Será suficiente con estas medidas para prevenir tragedias en las arenas, o deberíamos replantearnos si vale la pena seguir fomentando este tipo de espectáculos? ¿Ustedes qué opinan, compas? Díganme, ¿creen que se debería regular aún más el tema de las corridas de toros en Costa Rica?