Bueno, bueno, bueno… ¿quién diría? Después de tanto miedo y alertas, parece que la temporada de huracanes nos está dando un respiro bastante inesperado. Acá en Costa Rica estamos tranquilos, disfrutando del sol y el clima, pero ojo, que esto no significa que podamos bajarnos los pantalones y pensar que ya pasó todo. La naturaleza, como sabemos, es más impredecible que un gato caminando sobre hielo.
Resulta que, según los expertos del IMN (Instituto Meteorológico Nacional), lo que estamos viendo es un patrón bastante común en estas fechas. El meteorólogo Eladio Solano nos explicó que la mayoría de los huracanes, aunque nacen en medio del Atlántico, terminan desviándose hacia el norte y noreste gracias a algo llamado la Fuerza de Coriolis –una especie de ‘giro’ provocado por la rotación de la Tierra. Imagínate una pelota que lanzas; no va en línea recta, ¿verdad? Pues algo parecido le pasa a estos ciclones.
Y no es solamente eso, ¿eh? También hay que considerar que los sistemas de alta y baja presión, los frentes fríos y hasta unas cosas llamadas líneas de cortante pueden influir en la trayectoria de estos fenómenos. Como dice Solano, “es complejo porque en el momento en que se forman los ciclones hay muchas fuerzas interactuando.” Es como tratar de predecir quién va a ganar la quiniela, ¡pura incertidumbre!
Una de las razones por las que estamos tan tranquilos este año es que muchos de los ciclones se están formando más lejos de nuestras costas, en el Atlántico central y oriental. Esto hace que la mayoría de ellos se mantengan alejados de Centroamérica y de nosotros. Pero, vamos a ser honestos, nunca se sabe cuándo puede aparecer uno de esos “sorpresitas”. Recordemos a César, Bonnie o Mitch – esos sí que nos dieron batazos, ¡qué torta!
Las imágenes de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) nos muestran cómo cambia el patrón de formación a medida que avanza la temporada. En septiembre, los focos principales están más orientados hacia el Atlántico central y oriental. Para octubre, la actividad se mueve un poquito más hacia el Caribe occidental, acercándonos un poquitito más a la posible influencia. Pero, hasta ahora, todo está relativamente tranquilo, como diríamos acá en Costa Rica, 'todo anda bien'.
Lo curioso es que, según el IMN, todavía tenemos que estar atentos a las proyecciones para el resto de la temporada. Parece ser que este 2025 podría ser un poco más activo de lo habitual, con entre 14 y 16 sistemas nombrados. De esos, esperarían unos 7 u 8 tormentas tropicales, 4 o 5 huracanes de categoría y, posiblemente, uno o dos huracanes mayores. Así que, aunque estemos relajados, no hay que irnos al traste pensando que ya salió el peor.
Claro, la Fuerza de Coriolis no solo afecta a los huracanes, también influye en los vientos alisios, las corrientes marinas y la presión atmosférica. Su efecto es invisible, pero constante, como ese ruido blanco que escuchas cuando te vas a dormir. Todo objeto en movimiento sobre la Tierra se desvía un poquito por la rotación del planeta, y eso aplica también a estos gigantes climáticos que nos dan tantos dolores de cabeza. ¿Quién lo iba a decir que la rotación de la Tierra tenga tanto que ver con nuestros planes de fin de semana?
Entonces, aquí estamos, disfrutando de este respiro que nos da la naturaleza, pero con la guardia arriba. La temporada aún no ha terminado, octubre y noviembre podrían traer sorpresas, y no queremos estar ahí lamentando haber confiado demasiado. ¿Ustedes creen que deberíamos empezar a prepararnos con anticipación, o esperar a que aparezca el primer aviso oficial? ¡Compártanme sus ideas en el foro!
Resulta que, según los expertos del IMN (Instituto Meteorológico Nacional), lo que estamos viendo es un patrón bastante común en estas fechas. El meteorólogo Eladio Solano nos explicó que la mayoría de los huracanes, aunque nacen en medio del Atlántico, terminan desviándose hacia el norte y noreste gracias a algo llamado la Fuerza de Coriolis –una especie de ‘giro’ provocado por la rotación de la Tierra. Imagínate una pelota que lanzas; no va en línea recta, ¿verdad? Pues algo parecido le pasa a estos ciclones.
Y no es solamente eso, ¿eh? También hay que considerar que los sistemas de alta y baja presión, los frentes fríos y hasta unas cosas llamadas líneas de cortante pueden influir en la trayectoria de estos fenómenos. Como dice Solano, “es complejo porque en el momento en que se forman los ciclones hay muchas fuerzas interactuando.” Es como tratar de predecir quién va a ganar la quiniela, ¡pura incertidumbre!
Una de las razones por las que estamos tan tranquilos este año es que muchos de los ciclones se están formando más lejos de nuestras costas, en el Atlántico central y oriental. Esto hace que la mayoría de ellos se mantengan alejados de Centroamérica y de nosotros. Pero, vamos a ser honestos, nunca se sabe cuándo puede aparecer uno de esos “sorpresitas”. Recordemos a César, Bonnie o Mitch – esos sí que nos dieron batazos, ¡qué torta!
Las imágenes de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) nos muestran cómo cambia el patrón de formación a medida que avanza la temporada. En septiembre, los focos principales están más orientados hacia el Atlántico central y oriental. Para octubre, la actividad se mueve un poquito más hacia el Caribe occidental, acercándonos un poquitito más a la posible influencia. Pero, hasta ahora, todo está relativamente tranquilo, como diríamos acá en Costa Rica, 'todo anda bien'.
Lo curioso es que, según el IMN, todavía tenemos que estar atentos a las proyecciones para el resto de la temporada. Parece ser que este 2025 podría ser un poco más activo de lo habitual, con entre 14 y 16 sistemas nombrados. De esos, esperarían unos 7 u 8 tormentas tropicales, 4 o 5 huracanes de categoría y, posiblemente, uno o dos huracanes mayores. Así que, aunque estemos relajados, no hay que irnos al traste pensando que ya salió el peor.
Claro, la Fuerza de Coriolis no solo afecta a los huracanes, también influye en los vientos alisios, las corrientes marinas y la presión atmosférica. Su efecto es invisible, pero constante, como ese ruido blanco que escuchas cuando te vas a dormir. Todo objeto en movimiento sobre la Tierra se desvía un poquito por la rotación del planeta, y eso aplica también a estos gigantes climáticos que nos dan tantos dolores de cabeza. ¿Quién lo iba a decir que la rotación de la Tierra tenga tanto que ver con nuestros planes de fin de semana?
Entonces, aquí estamos, disfrutando de este respiro que nos da la naturaleza, pero con la guardia arriba. La temporada aún no ha terminado, octubre y noviembre podrían traer sorpresas, y no queremos estar ahí lamentando haber confiado demasiado. ¿Ustedes creen que deberíamos empezar a prepararnos con anticipación, o esperar a que aparezca el primer aviso oficial? ¡Compártanme sus ideas en el foro!
