¡Ay, Dios mío! Con toda la pendejada que hay en diciembre, entre fiestas, reuniones familiares y viajes, parece que la precaución sale volando por la ventana. Y no me refiero solamente a evitar comerse todos los tamales, sino también a cuidarnos en otros aspectos, ¿me entienden?
El doctor Mauro Fernández, sexólogo reconocido en nuestro país, ha soltado la bomba: durante las Navidades y el Año Nuevo, las parejas tienden a relajar sus métodos anticonceptivos, ¡y ahí huele a problema! Según él, el cambio de rutinas, los horarios alterados y el exceso de alcohol juegan un papel importante en este descuido. Imagínense, compas, olvidarse la pastilla porque uno se quedó dormido después de unos masitos... ¡una torta!
Las pastillas anticonceptivas son como un compromiso, una rutina diaria. Y cuando la rutina se va al diablo, la pastilla también. Pero no es solo la píldora la que sufre; la inyección también le da pa’l lote. Muchos se la pierden por las fechas, o peor aún, no logran encontrarla en los lugares turísticos donde van a disfrutar de las vacaciones. ¡Qué desmadre!
Y ni hablar del condón, ese chunche que debería estar presente en casi todas las situaciones, especialmente en los encuentros casuales. Ahí es donde entra la frase mágica: “No va a pasar nada”. ¡Pero claro que puede pasar, mae! La realidad siempre llega para tocar la puerta, y a veces trae consigo sorpresas poco deseadas.
Lo bueno es que todavía estamos a tiempo de ponerle freno a tanta irresponsabilidad. El doctor Fernández recomienda programar alarmas en el celular para acordarnos de tomarnos la pastilla o aplicar la inyección. Suena simple, pero búscate un consejero espiritual y hazlo. Un recordatorio visual nunca viene mal, sobretodo si uno anda medio distraído con tanto estrés navideño.
Además, hay que aclarar un mito bastante extendido: creer que los anticonceptivos tienen un efecto residual que nos protege por varios días después de dejarlos. ¡Falso, totalmente falso! El embarazo puede ocurrir desde el mismísimo instante en que se suspende el método contraceptivo. Así que, si no quieres tener un bebé sorpresa, mejor prevenir que lamentar.
Ahora bien, hablando de prevención, no se confíen con los efectos residuales, más vale tener el condón a mano, es el salvavidas perfecto. Muchos creen que si ya han tenido relaciones seguras antes, pueden arriesgarse una vez. Error, compas, error. Un descuido puede cambiarlo todo. Así que recuérdense: protección en cada encuentro, sin excepciones. No juegues con eso, que luego te sales llorando.
En fin, la temporada festiva es para disfrutar, relajarse y compartir con nuestros seres queridos. Pero también es importante ser responsables y cuidar nuestra salud sexual. Entonces, díganme, ¿qué estrategias utilizan ustedes para mantenerse protegidos durante las fiestas? ¿Creen que la educación sexual debe ser obligatoria en nuestras escuelas para evitar embarazos no deseados?
El doctor Mauro Fernández, sexólogo reconocido en nuestro país, ha soltado la bomba: durante las Navidades y el Año Nuevo, las parejas tienden a relajar sus métodos anticonceptivos, ¡y ahí huele a problema! Según él, el cambio de rutinas, los horarios alterados y el exceso de alcohol juegan un papel importante en este descuido. Imagínense, compas, olvidarse la pastilla porque uno se quedó dormido después de unos masitos... ¡una torta!
Las pastillas anticonceptivas son como un compromiso, una rutina diaria. Y cuando la rutina se va al diablo, la pastilla también. Pero no es solo la píldora la que sufre; la inyección también le da pa’l lote. Muchos se la pierden por las fechas, o peor aún, no logran encontrarla en los lugares turísticos donde van a disfrutar de las vacaciones. ¡Qué desmadre!
Y ni hablar del condón, ese chunche que debería estar presente en casi todas las situaciones, especialmente en los encuentros casuales. Ahí es donde entra la frase mágica: “No va a pasar nada”. ¡Pero claro que puede pasar, mae! La realidad siempre llega para tocar la puerta, y a veces trae consigo sorpresas poco deseadas.
Lo bueno es que todavía estamos a tiempo de ponerle freno a tanta irresponsabilidad. El doctor Fernández recomienda programar alarmas en el celular para acordarnos de tomarnos la pastilla o aplicar la inyección. Suena simple, pero búscate un consejero espiritual y hazlo. Un recordatorio visual nunca viene mal, sobretodo si uno anda medio distraído con tanto estrés navideño.
Además, hay que aclarar un mito bastante extendido: creer que los anticonceptivos tienen un efecto residual que nos protege por varios días después de dejarlos. ¡Falso, totalmente falso! El embarazo puede ocurrir desde el mismísimo instante en que se suspende el método contraceptivo. Así que, si no quieres tener un bebé sorpresa, mejor prevenir que lamentar.
Ahora bien, hablando de prevención, no se confíen con los efectos residuales, más vale tener el condón a mano, es el salvavidas perfecto. Muchos creen que si ya han tenido relaciones seguras antes, pueden arriesgarse una vez. Error, compas, error. Un descuido puede cambiarlo todo. Así que recuérdense: protección en cada encuentro, sin excepciones. No juegues con eso, que luego te sales llorando.
En fin, la temporada festiva es para disfrutar, relajarse y compartir con nuestros seres queridos. Pero también es importante ser responsables y cuidar nuestra salud sexual. Entonces, díganme, ¿qué estrategias utilizan ustedes para mantenerse protegidos durante las fiestas? ¿Creen que la educación sexual debe ser obligatoria en nuestras escuelas para evitar embarazos no deseados?
