¡Dengue!, colegas. El Banco Central nos soltó una bomba este jueves: bajaron la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base, dejándola ahora en un módico 3,50%. Dicen que es pa’ estimular la economía, pero yo me pregunto si esto realmente le va a llegar a tocarle a nosotros, los que estamos currando como burros pa’ pagar nuestras deudas.
Resulta que la inflación, al parecer, anda más perdida que chancho en supermercado chino. No alcanza a llegar a esos rangos que el Central quiere, y eso, según roger Madrigal –el jefe del BCCR– les da pie pa’ echar mano a esta rebaja. Los técnicos dicen que hasta el 2027 podríamos verla estabilizada, así que prepárense, porque parece que esto va pa' largo.
Pa' ponerlo claro, la TPM es como el semáforo maestro del sistema financiero. Cuando bajan la tasa, los bancos deberían bajar también las que te cobran por tus prestamos. En teoría, eso significaría que las cuotas de la casa, del carro o del chunche que compraste con tarjeta, se harían un poquito más ligeras. En la práctica... bueno, ya saben cómo es el juego, ¿no?
Pero vamos a ser claros: no es que nos van a estar regalando dinero. La rebaja es una herramienta, una esperanza, pero depende mucho de si los bancos se animan a pasarle la bola. Hay que estar ojo avizor y exigir que cumplan con su parte. Porque sino, esto queda en volantes bonitos y promesas vacías.
Y ni hablar de las empresas, que también deberían verse beneficiadas con esta medida. Menos intereses significa más fácil conseguir crédito pa’ invertir, producir y crear empleo. Ojalá que esto se traduzca en más oportunidades para todos, y no solo pa’ los gallineros de siempre. Con tanto brete económico, necesitamos un respiro, diay.
Ahora bien, hay que recordar que estas cosas tardan en sentirnos el efecto. No espere que mañana vaya a notar una diferencia drástica en sus cuentas. Lleva su tiempo que la rebaja se filtre por todo el sistema, como agua por la tubería. Así que paciencia, mae, paciencia.
Algunos economistas advierten que esta rebaja podría tener efectos secundarios no deseados. Temen que incentive demasiado el consumo y genere una nueva ola de inflación. Además, señalan que podría afectar el valor del colón frente a otras monedas internacionales. Un maremoto de variables, vamos.
En fin, la pelota está en el tejado del BCCR y de los bancos. Esperemos que esta jugada sirva para darle un empujoncito a la economía tica y aliviar un poco el bolsillo de todos. Pero, honestamente, ¿creen ustedes que esta rebaja será suficiente para sacarnos del atolladero actual o es simplemente maquillaje temporal? Compartan sus ideas en el foro!
Resulta que la inflación, al parecer, anda más perdida que chancho en supermercado chino. No alcanza a llegar a esos rangos que el Central quiere, y eso, según roger Madrigal –el jefe del BCCR– les da pie pa’ echar mano a esta rebaja. Los técnicos dicen que hasta el 2027 podríamos verla estabilizada, así que prepárense, porque parece que esto va pa' largo.
Pa' ponerlo claro, la TPM es como el semáforo maestro del sistema financiero. Cuando bajan la tasa, los bancos deberían bajar también las que te cobran por tus prestamos. En teoría, eso significaría que las cuotas de la casa, del carro o del chunche que compraste con tarjeta, se harían un poquito más ligeras. En la práctica... bueno, ya saben cómo es el juego, ¿no?
Pero vamos a ser claros: no es que nos van a estar regalando dinero. La rebaja es una herramienta, una esperanza, pero depende mucho de si los bancos se animan a pasarle la bola. Hay que estar ojo avizor y exigir que cumplan con su parte. Porque sino, esto queda en volantes bonitos y promesas vacías.
Y ni hablar de las empresas, que también deberían verse beneficiadas con esta medida. Menos intereses significa más fácil conseguir crédito pa’ invertir, producir y crear empleo. Ojalá que esto se traduzca en más oportunidades para todos, y no solo pa’ los gallineros de siempre. Con tanto brete económico, necesitamos un respiro, diay.
Ahora bien, hay que recordar que estas cosas tardan en sentirnos el efecto. No espere que mañana vaya a notar una diferencia drástica en sus cuentas. Lleva su tiempo que la rebaja se filtre por todo el sistema, como agua por la tubería. Así que paciencia, mae, paciencia.
Algunos economistas advierten que esta rebaja podría tener efectos secundarios no deseados. Temen que incentive demasiado el consumo y genere una nueva ola de inflación. Además, señalan que podría afectar el valor del colón frente a otras monedas internacionales. Un maremoto de variables, vamos.
En fin, la pelota está en el tejado del BCCR y de los bancos. Esperemos que esta jugada sirva para darle un empujoncito a la economía tica y aliviar un poco el bolsillo de todos. Pero, honestamente, ¿creen ustedes que esta rebaja será suficiente para sacarnos del atolladero actual o es simplemente maquillaje temporal? Compartan sus ideas en el foro!
