¡Ay, Dios mío, qué despiche! La cosa está que arde en el Hospital México. Resulta que se descubrió un supuesto faltante considerable de fentanilo y morfina, moviendo las aguas en el mundo de la salud pública. Al parecer, el sistema andaba medio pachucho y nos vendió la mosca, dando números que asustaban a cualquiera, pero bueno, parece que todo es un embrollo informático, aunque la alarma ya resonó fuerte.
La onda es que según los registros del hospital, estaban desaparecidas más de 21 mil dosis de fentanilo y más de mil de morfina. ¡Una barbaridad! Esto activó las sirenas en el Ministerio de Salud, quienes no tardaron en mandar un toque al Hospital México para que pusieran las cosas en cintura. Imagínate el revuelo, la gente preocupadísima pensando en si había alguna falla grave en el control de esos medicamentos tan sensibles.
Pero espérense ahí, porque la CCSS salió al quite explicando que la verdad detrás de este lío es pura “mala suerte” en el sistema. Parece que hubo una duplicaaaación de registros en el llamado SIFA (Sistema Integrado de Farmacia). Lo que quiere decir que las cantidades aparecieron infladas en los archivos, haciendo creer que había una gran pérdida, cuando en realidad los fármacos siempre estuvieron presentes, tranquilos ahí donde debían estar. ¡Uf, menuda calma!
La presidenta ejecutiva de la CCSS, la licenciada Mónica Taylor Hernández, declaró que, en la práctica, esos medicamentos nunca llegaron a faltar físicamente. Aseguró que los hospitales tienen inventarios certificados que datan de mayo de 2025, que eran la base para actualizar todo en el sistema ERP-SAP. Entonces, básicamente, todo era un problema de código, de software, de la computadora poniéndole un bronco. Uno de esos clásicos “la máquina se tragó los datos”.
Y ni hablar de que, según la CCSS, ya han actualizado más del 96% de los despachos de psicotrópicos a nivel nacional. Pero para asegurarse de que no haya nada raro, piensan hacer una revisión exhaustiva, una especie de “toma física de inventario” en todos los centros de salud. Así, van a comparar lo que dice el sistema con lo que realmente hay en los anaqueles. ¡No vaya a ser que el programa esté jugando con nosotros!
Con respecto a la orden del Ministerio de Salud, la CCSS ya le pasó la bola a la Gerencia Médica y al Plan de Innovación. Estas instancias ahora tienen que trabajar rápido para crear un plan correctivo y presentarlo al Ministerio en diez días hábiles. Vamos a ver qué soluciones sacan del sombrero estos señores, porque esto requiere ponerle empeño y buscar soluciones definitivas, chunches.
Además, la CCSS ya anda tramando una propuesta para estandarizar cómo se manejan estos medicamentos de alto riesgo en todo el país. Piensan implementar controles más estrictos, desde cómo llegan a las farmacias hasta cómo los recetan los doctores. Hablan de auditorías constantes, modelos de resguardo seguros y comités especializados para revisar los tratamientos. ¡En fin, quieren blindar la operación para que no vuelva a pasar semejante pataleta!
Ahora bien, toda esta vaina nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo podemos mejorar nuestros sistemas de salud para evitar estos problemas? ¿Es suficiente con invertir en tecnología o necesitamos también cambiar la forma en que trabajamos y nos comunicamos? ¿Creen que la digitalización es un avance o nos está complicando más la vida? ¡Den sus opiniones, vamos a armar un buen debate en el foro!
La onda es que según los registros del hospital, estaban desaparecidas más de 21 mil dosis de fentanilo y más de mil de morfina. ¡Una barbaridad! Esto activó las sirenas en el Ministerio de Salud, quienes no tardaron en mandar un toque al Hospital México para que pusieran las cosas en cintura. Imagínate el revuelo, la gente preocupadísima pensando en si había alguna falla grave en el control de esos medicamentos tan sensibles.
Pero espérense ahí, porque la CCSS salió al quite explicando que la verdad detrás de este lío es pura “mala suerte” en el sistema. Parece que hubo una duplicaaaación de registros en el llamado SIFA (Sistema Integrado de Farmacia). Lo que quiere decir que las cantidades aparecieron infladas en los archivos, haciendo creer que había una gran pérdida, cuando en realidad los fármacos siempre estuvieron presentes, tranquilos ahí donde debían estar. ¡Uf, menuda calma!
La presidenta ejecutiva de la CCSS, la licenciada Mónica Taylor Hernández, declaró que, en la práctica, esos medicamentos nunca llegaron a faltar físicamente. Aseguró que los hospitales tienen inventarios certificados que datan de mayo de 2025, que eran la base para actualizar todo en el sistema ERP-SAP. Entonces, básicamente, todo era un problema de código, de software, de la computadora poniéndole un bronco. Uno de esos clásicos “la máquina se tragó los datos”.
Y ni hablar de que, según la CCSS, ya han actualizado más del 96% de los despachos de psicotrópicos a nivel nacional. Pero para asegurarse de que no haya nada raro, piensan hacer una revisión exhaustiva, una especie de “toma física de inventario” en todos los centros de salud. Así, van a comparar lo que dice el sistema con lo que realmente hay en los anaqueles. ¡No vaya a ser que el programa esté jugando con nosotros!
Con respecto a la orden del Ministerio de Salud, la CCSS ya le pasó la bola a la Gerencia Médica y al Plan de Innovación. Estas instancias ahora tienen que trabajar rápido para crear un plan correctivo y presentarlo al Ministerio en diez días hábiles. Vamos a ver qué soluciones sacan del sombrero estos señores, porque esto requiere ponerle empeño y buscar soluciones definitivas, chunches.
Además, la CCSS ya anda tramando una propuesta para estandarizar cómo se manejan estos medicamentos de alto riesgo en todo el país. Piensan implementar controles más estrictos, desde cómo llegan a las farmacias hasta cómo los recetan los doctores. Hablan de auditorías constantes, modelos de resguardo seguros y comités especializados para revisar los tratamientos. ¡En fin, quieren blindar la operación para que no vuelva a pasar semejante pataleta!
Ahora bien, toda esta vaina nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo podemos mejorar nuestros sistemas de salud para evitar estos problemas? ¿Es suficiente con invertir en tecnología o necesitamos también cambiar la forma en que trabajamos y nos comunicamos? ¿Creen que la digitalización es un avance o nos está complicando más la vida? ¡Den sus opiniones, vamos a armar un buen debate en el foro!
