¡Ay, Dios mío, qué bronca! Parece que estamos metidos hasta el cuello en una temporada de virus respiratorios más dura que palo de escoba. El Hospital Nacional de Niños está prácticamente explotando y la mayoría de los pendejos afectados son chamacos bien chiquitos. Las estadísticas ya dan escalofríos, vamos a ver cómo anda esto.
Según confirmaron desde el Hospital Nacional, ya van 31 fallecimientos asociados a estos virus este año. Sí, treinta y una varas de corazones rotos. Esto significa un aumento considerable, casi el 20%, comparado con hace apenas unas semanas. Pero lo que realmente preocupa es que más del 70% de esos fallecimientos son de niños menores de cinco años. ¡Imagínate la angustia de los padres!
La doctora Lydiana Ávila, quien está encabezando la lucha contra esto en el Hospital, nos explicó que la situación es crítica. “Hemos visto 31 fallecimientos con infecciones respiratorias hasta el 13 de noviembre,” dijo la doctora, visiblemente cansada pero firme. De esos casos, doce eran bebés menores de un año y diez tenían entre uno y cuatro añitos. ¡Eso sí que da qué pensar! Además, hay dos casos entre niños de cinco y nueve años, y otros siete en mayores de diez. ¡Una marea de gente enferma, mae!
Y ni hablar de la saturación del sistema sanitario. Actualmente, hay 95 nenes hospitalizados por problemas respiratorios, ¡y 19 de ellos están luchando por sus vidas en la Unidad de Cuidados Intensivos! En urgencias, seis pequeños están siendo observados por complicaciones graves. El hospital tiene capacidad para 67 camas dedicadas a estos virus, pero están funcionando al 142% de su capacidad. Eso significa que están reventadísimos, tratando de atender a todos los que llegan. ¡Un brete tremendo!
Lo peor es que siete pacientes no tenían ninguna enfermedad preexistente. Esto demuestra que estos virus están circulando muy rápido y atacando a diestra y siniestra, sin discriminar. Desde octubre ya le estaban avisando a la gente que iba a estar complicado, pero parece que no les hizo mucho caso. Ahora toca apagar el incendio, aunque esté prendido con propano.
El laboratorio ha identificado que el rinovirus es el principal culpable de estos fallecimientos, seguido por el virus respiratorio sincicial (VRS). Son unos bichos chungos que se aprovechan de cualquier descuido para causar daño. Y con las lluvias de noviembre, que ahora son más frecuentes que reguetón en discoteca, la situación se complica aún más porque el ambiente húmedo favorece la propagación de los virus. ¡Qué sal!
Por supuesto, las autoridades sanitarias están insistiendo en la importancia de tomar precauciones. Lavarse las manos constantemente, cubrirse al toser o estornudar, evitar aglomeraciones y ventilar bien los espacios cerrados son medidas básicas que debemos poner en práctica todos, especialmente si tenemos niños en casa. También recuerdan que es fundamental mantener la vacunación al día, darle pecho a los bebés y buscar atención médica inmediata si presentan dificultades para respirar. No hay que andar jugando con esto, ¡la salud de nuestros hijos está en juego!
En fin, la situación pinta fea, pero no podemos caer en el pánico. Tenemos que seguir tomando precauciones y apoyando a nuestro sistema de salud para que pueda atender a todos los que lo necesitan. Con la información que tenemos hoy, ¿creen que las autoridades deberían implementar restricciones más estrictas para frenar la propagación de estos virus, o creen que las medidas actuales son suficientes? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Según confirmaron desde el Hospital Nacional, ya van 31 fallecimientos asociados a estos virus este año. Sí, treinta y una varas de corazones rotos. Esto significa un aumento considerable, casi el 20%, comparado con hace apenas unas semanas. Pero lo que realmente preocupa es que más del 70% de esos fallecimientos son de niños menores de cinco años. ¡Imagínate la angustia de los padres!
La doctora Lydiana Ávila, quien está encabezando la lucha contra esto en el Hospital, nos explicó que la situación es crítica. “Hemos visto 31 fallecimientos con infecciones respiratorias hasta el 13 de noviembre,” dijo la doctora, visiblemente cansada pero firme. De esos casos, doce eran bebés menores de un año y diez tenían entre uno y cuatro añitos. ¡Eso sí que da qué pensar! Además, hay dos casos entre niños de cinco y nueve años, y otros siete en mayores de diez. ¡Una marea de gente enferma, mae!
Y ni hablar de la saturación del sistema sanitario. Actualmente, hay 95 nenes hospitalizados por problemas respiratorios, ¡y 19 de ellos están luchando por sus vidas en la Unidad de Cuidados Intensivos! En urgencias, seis pequeños están siendo observados por complicaciones graves. El hospital tiene capacidad para 67 camas dedicadas a estos virus, pero están funcionando al 142% de su capacidad. Eso significa que están reventadísimos, tratando de atender a todos los que llegan. ¡Un brete tremendo!
Lo peor es que siete pacientes no tenían ninguna enfermedad preexistente. Esto demuestra que estos virus están circulando muy rápido y atacando a diestra y siniestra, sin discriminar. Desde octubre ya le estaban avisando a la gente que iba a estar complicado, pero parece que no les hizo mucho caso. Ahora toca apagar el incendio, aunque esté prendido con propano.
El laboratorio ha identificado que el rinovirus es el principal culpable de estos fallecimientos, seguido por el virus respiratorio sincicial (VRS). Son unos bichos chungos que se aprovechan de cualquier descuido para causar daño. Y con las lluvias de noviembre, que ahora son más frecuentes que reguetón en discoteca, la situación se complica aún más porque el ambiente húmedo favorece la propagación de los virus. ¡Qué sal!
Por supuesto, las autoridades sanitarias están insistiendo en la importancia de tomar precauciones. Lavarse las manos constantemente, cubrirse al toser o estornudar, evitar aglomeraciones y ventilar bien los espacios cerrados son medidas básicas que debemos poner en práctica todos, especialmente si tenemos niños en casa. También recuerdan que es fundamental mantener la vacunación al día, darle pecho a los bebés y buscar atención médica inmediata si presentan dificultades para respirar. No hay que andar jugando con esto, ¡la salud de nuestros hijos está en juego!
En fin, la situación pinta fea, pero no podemos caer en el pánico. Tenemos que seguir tomando precauciones y apoyando a nuestro sistema de salud para que pueda atender a todos los que lo necesitan. Con la información que tenemos hoy, ¿creen que las autoridades deberían implementar restricciones más estrictas para frenar la propagación de estos virus, o creen que las medidas actuales son suficientes? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!