¡Ay, Dios mío! Esto sí que pinta complicado. Resulta que Estados Unidos anda pensando en ponerle aranceles a los dispositivos médicos importados, y eso nos pega duro a nosotros, los ticos. El ministro Manuel Tovar ya le dio encima al asunto en una entrevista con el Financial Times, defendiendo con uñas y dientes nuestra posición y recordando que esto no es pa’ jugar.
La cosa es que estamos hablando de un sector clave para nuestra economía, uno que ha crecido a pasos agigantados. Para el primer semestre de este año, representó casi el 50% de nuestras exportaciones, ¡una locura! Estamos hablando de más de seis mil trescientos millones de dólares, un crecimiento de casi el 34% comparado con el año anterior. Agujas, catéteres, prótesis… pura productividad tica llegando a gringolandia, ¿se imaginan?
Pero ahora viene el problema: Estados Unidos, con el presidente Trump al mando, quiere mover las fichas y traer esas fábricas de vuelta a casa. Dicen que quieren fortalecer su seguridad nacional, que supuestamente importa más que la salud de su gente. Tovar, con toda la razón, les recordó que nosotros, los fabricantes costarricenses, estamos salvando vidas estadounidenses todos los días. ¡Por esos mae tienen que pensar un poquito!
Lo peor de todo es que ya tenemos aranceles del 15%, mientras que nuestros competidores, como República Dominicana y México, pagan mucho menos. ¡Eso nos pone en clara desventaja! Nos estamos peleando con las manos atadas. La administración Trump parece empeñada en usar los aranceles como si fueran varitas mágicas para solucionar problemas económicos, ¡pero eso no funciona así!
Y ni hablar de que las empresas americanas que están acá invirtiendo, muchas de ellas, están pensándolo dos veces. No quieren comprometerse con inversiones grandes cuando la situación es tan incierta. Boston Scientific, por ejemplo, salió públicamente pidiendo que nos excluyan de esos aranceles, reconociendo nuestro valor como socios estratégicos. ¡Qué bueno que alguien entiende la jugada!
Dicen que el Financial Times, ese periódico inglés de los buenos, destacó que las plantas de dispositivos médicos son complejas y que encontrar mano de obra calificada en Estados Unidos va a ser un brete. Además, Tovar enfatizó que no hay pruebas de que las empresas estén huyendo de Costa Rica, ¡todo lo contrario! De hecho, hay una que está a punto de hacer una inversión importantísima, pero obviamente prefieren esperar a ver qué onda con esta situación.
Desde el gobierno, no se quedan de brazos cruzados. Están haciendo lobby en Washington, tratando de convencerlos de que imponer aranceles es un error, tanto económico como de salud pública. Y además, estamos mostrando datos duros, demostrando que somos un proveedor confiable y estratégico para el sistema de salud estadounidense. Vamos a dejar claro que somos aliados, no competidores.
En fin, la situación está tensa, pero seguimos luchando por mantener nuestro lugar en el mercado. Ahora me pregunto, ¿creen que realmente los aranceles van a lograr que las empresas estadounidenses traigan sus fábricas de vuelta a Estados Unidos, o será simplemente un movimiento político con consecuencias negativas para todos? ¡Compartan sus opiniones en el foro!
	
		
			
		
		
	
				
			La cosa es que estamos hablando de un sector clave para nuestra economía, uno que ha crecido a pasos agigantados. Para el primer semestre de este año, representó casi el 50% de nuestras exportaciones, ¡una locura! Estamos hablando de más de seis mil trescientos millones de dólares, un crecimiento de casi el 34% comparado con el año anterior. Agujas, catéteres, prótesis… pura productividad tica llegando a gringolandia, ¿se imaginan?
Pero ahora viene el problema: Estados Unidos, con el presidente Trump al mando, quiere mover las fichas y traer esas fábricas de vuelta a casa. Dicen que quieren fortalecer su seguridad nacional, que supuestamente importa más que la salud de su gente. Tovar, con toda la razón, les recordó que nosotros, los fabricantes costarricenses, estamos salvando vidas estadounidenses todos los días. ¡Por esos mae tienen que pensar un poquito!
Lo peor de todo es que ya tenemos aranceles del 15%, mientras que nuestros competidores, como República Dominicana y México, pagan mucho menos. ¡Eso nos pone en clara desventaja! Nos estamos peleando con las manos atadas. La administración Trump parece empeñada en usar los aranceles como si fueran varitas mágicas para solucionar problemas económicos, ¡pero eso no funciona así!
Y ni hablar de que las empresas americanas que están acá invirtiendo, muchas de ellas, están pensándolo dos veces. No quieren comprometerse con inversiones grandes cuando la situación es tan incierta. Boston Scientific, por ejemplo, salió públicamente pidiendo que nos excluyan de esos aranceles, reconociendo nuestro valor como socios estratégicos. ¡Qué bueno que alguien entiende la jugada!
Dicen que el Financial Times, ese periódico inglés de los buenos, destacó que las plantas de dispositivos médicos son complejas y que encontrar mano de obra calificada en Estados Unidos va a ser un brete. Además, Tovar enfatizó que no hay pruebas de que las empresas estén huyendo de Costa Rica, ¡todo lo contrario! De hecho, hay una que está a punto de hacer una inversión importantísima, pero obviamente prefieren esperar a ver qué onda con esta situación.
Desde el gobierno, no se quedan de brazos cruzados. Están haciendo lobby en Washington, tratando de convencerlos de que imponer aranceles es un error, tanto económico como de salud pública. Y además, estamos mostrando datos duros, demostrando que somos un proveedor confiable y estratégico para el sistema de salud estadounidense. Vamos a dejar claro que somos aliados, no competidores.
En fin, la situación está tensa, pero seguimos luchando por mantener nuestro lugar en el mercado. Ahora me pregunto, ¿creen que realmente los aranceles van a lograr que las empresas estadounidenses traigan sus fábricas de vuelta a Estados Unidos, o será simplemente un movimiento político con consecuencias negativas para todos? ¡Compartan sus opiniones en el foro!