¡Ay, Dios mío! Esto sí que está pesado, pura bronca. Resulta que el lunes pasado, ahí le pegamos unos buenos sustos a la gente de Curridabat, San José. Un grupo de cinco vándalos decidió hacer de las suyas en un supermercado, dejando a todos con la boca abierta y el corazón latiendo a mil.
Según nos cuentan los compañeros del OIJ, la mara entró al lugar alrededor de las ocho y veinte de la noche del 13 de julio. Imagínate, todos con mascarillas, guantes y armadas hasta los dientes. No precisamente para comprar pan con queso, diay. Lo que hicieron fue atemorizar a los empleados y, pa' rematar, se llevaron la plata de las cajas. ¡Qué barbaridad!
Lo que más me choca es la osadía, mae. En pleno día, a pesar de que ya estaba cayendo la noche, se creen dueños del mundo. Y ni hablar de los nervios que debió pasar el personal del súper. Esperemos que el OIJ los agarre rapidito para que paguen por semejante portazo. Por eso mismo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha lanzado un llamado a la ciudadanía para colaborar en la identificación de estos individuos. ¡Que nadie se quede callao si sabe algo!
Ahora, hablemos de los sospechosos. El primero, un hombre de unos treinta años, con tez trigueña clara, mide más o menos metro setenta, de complexión media, pelo negro y con un tatuaje en la mano derecha. Vestía pantalón negro, unete negro con un logo blanco, tenis grises y blancos, y una gorra azul con la visera blanca. El segundo, también trigueño, un poco más alto, con metro setenta y cinco, usaba camiseta gris, unete negro, pantalón negro y tenis negros. ¡Parecen sacados de una película!
El tercero, otro trigueño, también de contextura media, iba vestido con un unete negro, pantalón café, guantes y cargaba dos bolsas negras. Parece que planeaban llevarse bastante botín, ¡mamita querida! El cuarto, este sí que era peculiar, con lentes médicos, gorra negra con letras blancas y vestía pantalón tipo buzo negro, unete negro y tenis rojos. ¡Un look bien particular, hay que decirlo!
Y por último, el quinto sospechoso, un mae delgado, con unos treinta y cinco años, usaba jeans, unete azul y tenis negros. Todos ellos, aparentemente, con la intención de causar terror y obtener ganancias ilícitas. Ya saben, el típico caso que te deja pensando qué clase de gente anda suelta por ahí. Así que ojo, pilas, porque nunca se sabe cuándo pueden aparecer estos personajes.
Las autoridades han puesto a disposición los números 800-8000645 y el WhatsApp 8800-0645 del Centro de Información Confidencial para recibir cualquier información que pueda ayudar en la captura de estos delincuentes. No sean tímidos, compas, cualquier dato podría ser clave. Recuerden que estamos hablando de la seguridad de nuestra comunidad, y eso es algo que nos incumbe a todos, brete.
En fin, un episodio lamentable que nos recuerda que debemos estar siempre alerta. Pero bueno, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que estas medidas de seguridad en los supermercados son suficientes o deberíamos exigir algo más? ¡Déjenme sus comentarios y a ver qué sale de esta vaina!
Según nos cuentan los compañeros del OIJ, la mara entró al lugar alrededor de las ocho y veinte de la noche del 13 de julio. Imagínate, todos con mascarillas, guantes y armadas hasta los dientes. No precisamente para comprar pan con queso, diay. Lo que hicieron fue atemorizar a los empleados y, pa' rematar, se llevaron la plata de las cajas. ¡Qué barbaridad!
Lo que más me choca es la osadía, mae. En pleno día, a pesar de que ya estaba cayendo la noche, se creen dueños del mundo. Y ni hablar de los nervios que debió pasar el personal del súper. Esperemos que el OIJ los agarre rapidito para que paguen por semejante portazo. Por eso mismo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha lanzado un llamado a la ciudadanía para colaborar en la identificación de estos individuos. ¡Que nadie se quede callao si sabe algo!
Ahora, hablemos de los sospechosos. El primero, un hombre de unos treinta años, con tez trigueña clara, mide más o menos metro setenta, de complexión media, pelo negro y con un tatuaje en la mano derecha. Vestía pantalón negro, unete negro con un logo blanco, tenis grises y blancos, y una gorra azul con la visera blanca. El segundo, también trigueño, un poco más alto, con metro setenta y cinco, usaba camiseta gris, unete negro, pantalón negro y tenis negros. ¡Parecen sacados de una película!
El tercero, otro trigueño, también de contextura media, iba vestido con un unete negro, pantalón café, guantes y cargaba dos bolsas negras. Parece que planeaban llevarse bastante botín, ¡mamita querida! El cuarto, este sí que era peculiar, con lentes médicos, gorra negra con letras blancas y vestía pantalón tipo buzo negro, unete negro y tenis rojos. ¡Un look bien particular, hay que decirlo!
Y por último, el quinto sospechoso, un mae delgado, con unos treinta y cinco años, usaba jeans, unete azul y tenis negros. Todos ellos, aparentemente, con la intención de causar terror y obtener ganancias ilícitas. Ya saben, el típico caso que te deja pensando qué clase de gente anda suelta por ahí. Así que ojo, pilas, porque nunca se sabe cuándo pueden aparecer estos personajes.
Las autoridades han puesto a disposición los números 800-8000645 y el WhatsApp 8800-0645 del Centro de Información Confidencial para recibir cualquier información que pueda ayudar en la captura de estos delincuentes. No sean tímidos, compas, cualquier dato podría ser clave. Recuerden que estamos hablando de la seguridad de nuestra comunidad, y eso es algo que nos incumbe a todos, brete.
En fin, un episodio lamentable que nos recuerda que debemos estar siempre alerta. Pero bueno, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que estas medidas de seguridad en los supermercados son suficientes o deberíamos exigir algo más? ¡Déjenme sus comentarios y a ver qué sale de esta vaina!