¡Pero qué vaina, raza! La diputada Ada Acuña, figura clave del oficialismo, ha tenido que lidiar con un susto tremendo: el robo de todas sus cosas mientras estaba haciendo recorridos por el Caribe. La cosa se puso más picante cuando la oposición, liderada por Katherine Moreira del PLN, empezó a meterle cuchillo, acusándola de inventar la historia. ¡Un maje no deja tranquilo a otro!
Todo comenzó el pasado 3 de octubre, cuando la diputada se encontraba realizando una gira por la zona costera. Al principio, sembró confusión diciendo que el robo había ocurrido en el Centro de Capacitación Técnica (CTP) de Talamanca. Pero resulta que la información no cuadraba, y ahí empezaron los problemas. La jefa de fracción del partido gobernante, Victoria Cisneros, salió a defender a Acuña, explicando que la diputada andaba ‘sacando cédula, licencia’ y tratando de arreglar todo tras el incidente.
Según Cisneros, la diputada cometió un error inicial al creer que el robo había sido en el CTP. Resulta que Acuña también pasó por Guápiles, donde pidió al chofer de la Asamblea que estacionara el carro para ir al baño “solo unos minutitos”. Y ahí, ¡pam!, en esos tres minutos, los ladrones hicieron de las suyas. ¡Imagínate el fajón que se vivió! Se llevan todo, desde el bolso hasta la computadora, dejando a la diputada con un daño estimado en seis millones de colones. ¡Una torta!
La versión de Cisneros generó controversia inmediata. Muchos se preguntaban si era correcto culpar al chofer de la Asamblea por un descuido así. De hecho, Cisneros incluso planteó la posibilidad de que la propia Asamblea Legislativa tuviera que asumir la responsabilidad por la pérdida, argumentando que el chofer tiene la obligación de proteger a los diputados y sus bienes. La pregunta es: ¿Quién tiene la última palabra en este brete?
Pero la polémica no terminó ahí. La diputada Katherine Moreira del PLN aprovechó la oportunidad para atacar a Acuña, acusándola directamente de mentir sobre el robo y afirmar que los hechos nunca ocurrieron en el CTP de Talamanca. Incluso, el departamento de Participación Ciudadana de la Asamblea Legislativa, encabezado por Juan Carlos Chavarría, presentó pruebas –videos de seguridad– que confirmaban que las pertenencias de la diputada permanecieron seguras dentro del vehículo durante su visita al CTP. ¡Más sal que caldo de res!
Ante estas acusaciones, la diputada Acuña no se quedó callada. Envió un comunicado furioso por WhatsApp, rechazando rotundamente las insinuaciones de Moreira y calificándola de “baja”. Aseguró que la diputada liberacionista estaba utilizando el robo para difamarla y promover una campaña sucia. ¡Tremenda pelea política se armó, pura peli! Como bien dicen por ahí, 'los peces gordos siempre buscan cómo hundirse entre ellos'.
Todo comenzó el pasado 3 de octubre, cuando la diputada se encontraba realizando una gira por la zona costera. Al principio, sembró confusión diciendo que el robo había ocurrido en el Centro de Capacitación Técnica (CTP) de Talamanca. Pero resulta que la información no cuadraba, y ahí empezaron los problemas. La jefa de fracción del partido gobernante, Victoria Cisneros, salió a defender a Acuña, explicando que la diputada andaba ‘sacando cédula, licencia’ y tratando de arreglar todo tras el incidente.
Según Cisneros, la diputada cometió un error inicial al creer que el robo había sido en el CTP. Resulta que Acuña también pasó por Guápiles, donde pidió al chofer de la Asamblea que estacionara el carro para ir al baño “solo unos minutitos”. Y ahí, ¡pam!, en esos tres minutos, los ladrones hicieron de las suyas. ¡Imagínate el fajón que se vivió! Se llevan todo, desde el bolso hasta la computadora, dejando a la diputada con un daño estimado en seis millones de colones. ¡Una torta!
La versión de Cisneros generó controversia inmediata. Muchos se preguntaban si era correcto culpar al chofer de la Asamblea por un descuido así. De hecho, Cisneros incluso planteó la posibilidad de que la propia Asamblea Legislativa tuviera que asumir la responsabilidad por la pérdida, argumentando que el chofer tiene la obligación de proteger a los diputados y sus bienes. La pregunta es: ¿Quién tiene la última palabra en este brete?
Pero la polémica no terminó ahí. La diputada Katherine Moreira del PLN aprovechó la oportunidad para atacar a Acuña, acusándola directamente de mentir sobre el robo y afirmar que los hechos nunca ocurrieron en el CTP de Talamanca. Incluso, el departamento de Participación Ciudadana de la Asamblea Legislativa, encabezado por Juan Carlos Chavarría, presentó pruebas –videos de seguridad– que confirmaban que las pertenencias de la diputada permanecieron seguras dentro del vehículo durante su visita al CTP. ¡Más sal que caldo de res!
Ante estas acusaciones, la diputada Acuña no se quedó callada. Envió un comunicado furioso por WhatsApp, rechazando rotundamente las insinuaciones de Moreira y calificándola de “baja”. Aseguró que la diputada liberacionista estaba utilizando el robo para difamarla y promover una campaña sucia. ¡Tremenda pelea política se armó, pura peli! Como bien dicen por ahí, 'los peces gordos siempre buscan cómo hundirse entre ellos'.