¡Aguante, PLN! Parece que este asunto de la elección interna se les vino encima como papalipasto. Resulta que Marta Esquivel, la ex precandidata, y el abogado Roy Thompson Chacón, decidieron meterle un buen paquetazo al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) con un recurso de amparo electoral. Lo que quieren, básicamente, es tumbar la asamblea nacional que hicieron el 13 de septiembre, ¡y vaya que eso sí que cambiaría las cosas!
La movida es bien simple, aunque la ejecución tiene más vueltas que una bolla de vidrio. Según Esquivel y compañía, la asamblea liberacionista sería “total y absolutamente nula”. ¿Por qué? Porque dicen que faltaron unos pasos burocráticos, como si fueran pura lana de algodón, en la conformación de la asamblea. En concreto, alegan que no hubo asambleas cantonales en San Ramón ni provinciales en Alajuela, lo que, según ellos, hace que la asamblea nacional esté incompleta y, por ende, inválida.
Ahora, vamos a poner esto en cristiano para los que no andamos metidos en papeleos políticos. El Código Electoral dice que para que una asamblea sea válida, tiene que haber representantes de todos los cantones y provincias. Si falta alguno, ¡boom!, la asamblea puede ser declarada nula. Y aquí es donde entra la jugada de Esquivel y Thompson: argumentan que al no hacer esas asambleas preliminares, se violó el principio de representatividad. ¡Es como querer construir una casa sin cimientos, diay!
Y ojo, que no se trata solo de reclamarle al PLN. También piden al TSE que anule otras tres resoluciones que ya había dictado el tribunal dando luz verde a la asamblea. Esto demuestra que estos señores van a fondo, buscando meterle toda la presión posible. Dicen que esas resoluciones anteriores van contra los principios constitucionales, ¡imagínate el gallito que tienen!
El TSE ahora tiene el balón en su tejado. Tendrá que evaluar cuidadosamente los argumentos de ambas partes y decidir si la asamblea del PLN es válida o no. Si el TSE falla a favor de Esquivel y Thompson, la participación del PLN en las elecciones de 2026 estaría seriamente comprometida. ¡Sería un terremoto político, mi pana!
Algunos analistas políticos ven esta movida como una estrategia para debilitar al PLN antes de las elecciones. Otros aseguran que simplemente buscan defender el cumplimiento de la ley. Lo cierto es que el caso ha abierto un debate importante sobre la transparencia y la legalidad de los procesos internos de los partidos políticos. Y hablando de transparencia, ¿quién nos va a garantizar que en Pueblo Soberano todo anda chupao?
Este recurso llega en un momento crucial para el PLN, que viene arrastrando problemas internos y acusaciones de corrupción. Necesitaban un respiro, una inyección de energía positiva, pero parece que se topan con este lío jurídico justo cuando más lo necesitaban. Y la verdad, viendo cómo se mueven las piezas, no pinta nada bueno para el partido liderado por Rafael Ángel Quesada. Este brete se lo están armando solos, sin querer.
En fin, la pelota está en el terreno del TSE, y nosotros, como ciudadanos, estaremos atentos a lo que pase. Pero me pregunto… ¿Creen que el TSE realmente se atreverá a declarar nula la asamblea del PLN y cambiar así el panorama político costarricense, o cerrarán el paso a esta jugada judicial?
La movida es bien simple, aunque la ejecución tiene más vueltas que una bolla de vidrio. Según Esquivel y compañía, la asamblea liberacionista sería “total y absolutamente nula”. ¿Por qué? Porque dicen que faltaron unos pasos burocráticos, como si fueran pura lana de algodón, en la conformación de la asamblea. En concreto, alegan que no hubo asambleas cantonales en San Ramón ni provinciales en Alajuela, lo que, según ellos, hace que la asamblea nacional esté incompleta y, por ende, inválida.
Ahora, vamos a poner esto en cristiano para los que no andamos metidos en papeleos políticos. El Código Electoral dice que para que una asamblea sea válida, tiene que haber representantes de todos los cantones y provincias. Si falta alguno, ¡boom!, la asamblea puede ser declarada nula. Y aquí es donde entra la jugada de Esquivel y Thompson: argumentan que al no hacer esas asambleas preliminares, se violó el principio de representatividad. ¡Es como querer construir una casa sin cimientos, diay!
Y ojo, que no se trata solo de reclamarle al PLN. También piden al TSE que anule otras tres resoluciones que ya había dictado el tribunal dando luz verde a la asamblea. Esto demuestra que estos señores van a fondo, buscando meterle toda la presión posible. Dicen que esas resoluciones anteriores van contra los principios constitucionales, ¡imagínate el gallito que tienen!
El TSE ahora tiene el balón en su tejado. Tendrá que evaluar cuidadosamente los argumentos de ambas partes y decidir si la asamblea del PLN es válida o no. Si el TSE falla a favor de Esquivel y Thompson, la participación del PLN en las elecciones de 2026 estaría seriamente comprometida. ¡Sería un terremoto político, mi pana!
Algunos analistas políticos ven esta movida como una estrategia para debilitar al PLN antes de las elecciones. Otros aseguran que simplemente buscan defender el cumplimiento de la ley. Lo cierto es que el caso ha abierto un debate importante sobre la transparencia y la legalidad de los procesos internos de los partidos políticos. Y hablando de transparencia, ¿quién nos va a garantizar que en Pueblo Soberano todo anda chupao?
Este recurso llega en un momento crucial para el PLN, que viene arrastrando problemas internos y acusaciones de corrupción. Necesitaban un respiro, una inyección de energía positiva, pero parece que se topan con este lío jurídico justo cuando más lo necesitaban. Y la verdad, viendo cómo se mueven las piezas, no pinta nada bueno para el partido liderado por Rafael Ángel Quesada. Este brete se lo están armando solos, sin querer.
En fin, la pelota está en el terreno del TSE, y nosotros, como ciudadanos, estaremos atentos a lo que pase. Pero me pregunto… ¿Creen que el TSE realmente se atreverá a declarar nula la asamblea del PLN y cambiar así el panorama político costarricense, o cerrarán el paso a esta jugada judicial?