Pues mire usted, este fin de semana nos tocó duro. La Cruz Roja anduvo que te tiraban piedras atendiendo hasta doce emergencias relacionadas con choques y atropellos. Un viernes y sábado tranquilos parecieron mutar en una locura de metal retorcido y gente preocupada. ¡Qué torta!
Según datos oficiales, entre el domingo a la tarde y la madrugada del lunes, paramédicos y ambulancias tuvieron que moverse como locos para atender a trece personas lesionadas. No se trata de simples rasguños, diay; varios de ellos llegaron en condiciones críticas, necesitando atención médica urgente en diferentes hospitales del país. Esto demuestra que la seguridad vial sigue siendo un brete importante que tenemos que resolver, ¿eh?
El primer incidente, que puso en alerta a Heredianos, ocurrió alrededor de las seis y media de la tarde del domingo, a unos pasos del Comité. Una moto chocó contra un carro, dejando a una señora en estado delicado. Después, en Colorado de Abangares, Guanacaste, otra colisión involucró una moto y un carro, esta vez con una pareja, incluyendo a una señora embarazada, que tuvo que ser trasladada rápido a la clínica más cercana. ¡Qué sal!
Las cosas siguieron complicándose. En Aguacaliente de Cartago, una mujer de 50 años fue atropellada por un carro liviano, sufriendo heridas graves que la llevaron al Hospital Max Peralta. Luego, en Los Cuadros de Purral, Goicoechea, un accidente entre una moto y una buseta dejó a un tipo en estado crítico rumbo al Hospital Calderón Guardia. Parece que la noche estaba pintada de negro.
Y eso no era todo, mi pana. Pasada la medianoche, en San Rafael de La Unión, Cartago, un motociclista se estampó contra una parada de autobús, resultando con heridas múltiples y siendo llevado también al Calderón Guardia. Minutos después, en Tres Ríos, otro choque similar –moto contra carro– dejó a dos personas heridas, una en condición urgente y la otra grave, ambas ingresadas en el hospital de Cartago.
La racha de accidentes continuó en Parrita, Puntarenas, donde un carro y una moto protagonizaron un encontronazo que dejó a tres personas afectadas, dos en condición urgente y una en estado crítico, todos movilizados al Hospital de Quepos. Y ni se diga en Canoas de Corredores, también en Puntarenas, donde dos hombres adultos, tras chocar sus motos contra carros livianos, terminaron en el Hospital de Ciudad Neilly, ambos en condiciones críticas. Imagínese el trabajo que les costó esto a los muchachos de la Cruz Roja.
Es evidente que hay algo mal en nuestras carreteras. Ya sea exceso de velocidad, distracciones al volante o simplemente falta de respeto a las normas de tránsito, el resultado siempre es el mismo: dolor, sufrimiento y recursos públicos desviados hacia la atención de emergencia. Tenemos que tomar cartas en el asunto, porque así no podemos seguir. Este panorama es una carga considerable para nuestro sistema de salud y para la sociedad en general.
Después de esta serie de sucesos, me pregunto: ¿Realmente estamos tomando las medidas necesarias para mejorar la seguridad vial en Costa Rica? ¿Es suficiente con las campañas publicitarias o necesitamos implementar estrategias más contundentes, como aumentar la presencia policial en las carreteras y endurecer las sanciones para los infractores? ¿Usted qué opina, compa? Déjeme su comentario en el foro.
Según datos oficiales, entre el domingo a la tarde y la madrugada del lunes, paramédicos y ambulancias tuvieron que moverse como locos para atender a trece personas lesionadas. No se trata de simples rasguños, diay; varios de ellos llegaron en condiciones críticas, necesitando atención médica urgente en diferentes hospitales del país. Esto demuestra que la seguridad vial sigue siendo un brete importante que tenemos que resolver, ¿eh?
El primer incidente, que puso en alerta a Heredianos, ocurrió alrededor de las seis y media de la tarde del domingo, a unos pasos del Comité. Una moto chocó contra un carro, dejando a una señora en estado delicado. Después, en Colorado de Abangares, Guanacaste, otra colisión involucró una moto y un carro, esta vez con una pareja, incluyendo a una señora embarazada, que tuvo que ser trasladada rápido a la clínica más cercana. ¡Qué sal!
Las cosas siguieron complicándose. En Aguacaliente de Cartago, una mujer de 50 años fue atropellada por un carro liviano, sufriendo heridas graves que la llevaron al Hospital Max Peralta. Luego, en Los Cuadros de Purral, Goicoechea, un accidente entre una moto y una buseta dejó a un tipo en estado crítico rumbo al Hospital Calderón Guardia. Parece que la noche estaba pintada de negro.
Y eso no era todo, mi pana. Pasada la medianoche, en San Rafael de La Unión, Cartago, un motociclista se estampó contra una parada de autobús, resultando con heridas múltiples y siendo llevado también al Calderón Guardia. Minutos después, en Tres Ríos, otro choque similar –moto contra carro– dejó a dos personas heridas, una en condición urgente y la otra grave, ambas ingresadas en el hospital de Cartago.
La racha de accidentes continuó en Parrita, Puntarenas, donde un carro y una moto protagonizaron un encontronazo que dejó a tres personas afectadas, dos en condición urgente y una en estado crítico, todos movilizados al Hospital de Quepos. Y ni se diga en Canoas de Corredores, también en Puntarenas, donde dos hombres adultos, tras chocar sus motos contra carros livianos, terminaron en el Hospital de Ciudad Neilly, ambos en condiciones críticas. Imagínese el trabajo que les costó esto a los muchachos de la Cruz Roja.
Es evidente que hay algo mal en nuestras carreteras. Ya sea exceso de velocidad, distracciones al volante o simplemente falta de respeto a las normas de tránsito, el resultado siempre es el mismo: dolor, sufrimiento y recursos públicos desviados hacia la atención de emergencia. Tenemos que tomar cartas en el asunto, porque así no podemos seguir. Este panorama es una carga considerable para nuestro sistema de salud y para la sociedad en general.
Después de esta serie de sucesos, me pregunto: ¿Realmente estamos tomando las medidas necesarias para mejorar la seguridad vial en Costa Rica? ¿Es suficiente con las campañas publicitarias o necesitamos implementar estrategias más contundentes, como aumentar la presencia policial en las carreteras y endurecer las sanciones para los infractores? ¿Usted qué opina, compa? Déjeme su comentario en el foro.
