¡Pero qué vaina! Resulta que el gusano barrenador, ese chiquito que nos da tantos dolores de cabeza, se ha salido de madre este año. El Ministerio de Salud soltó la bomba: tenemos 81 casos confirmados de miasis por este bichito en lo que va del 2025. ¡Ochenta y uno!, mándale reverencia al Santo Patrón.
Si te parece mucho, agárrate porque esto empeora. Comparado con el año pasado, cuando apenas teníamos 33 casos en el mismo período, ¡esto es un aumento del 145%! Imagínate, casi el doble de gente sufriendo picazón, ronchas y ese malestar que te deja tirado en la cama. Ya nos queríamos hacer costumbre con esto, y ahora vuelve con ganas renovadas.
Y ni hablar de dónde están saliendo estos casos. Parece que nadie se salva, porque Salud dice que todas las provincias tienen sus propios problemas con el gusano. Pero claro, siempre hay algunas que le tocan más duro. Alajuela lidera la lista con 20 casos, y San José le sigue de cerca con 15. Después vamos viendo: Limón con 14, Heredia y Guanacaste empatados con 9, Puntarenas también con 9, y Cartago cerrando con 5. ¡Un mapa de calamidades, diay!
Lo que resulta aún más preocupante es que este asunto le está pegando más a los hombres. De esos 81 casos, 55 son varones contra tan solo 26 mujeres. No sé si será que andamos trabajando más en el campo, o simplemente somos más propensos a contarnos las chinchorritas. Sea cual sea la razón, hay que estar alerta y cuidarnos bien, raza.
Y hablando de cuidado, parece que la edad juega un papel importante. Las personas adultas mayores, esas que ya saben muchas vainas de la vida (y de bichos también), concentran la mayoría de los casos: ¡40 de los 81! Luego viene el grupo de 20 a 64 años, con 36 casos. Hay que echarle ojo a nuestros abuelos y padres, mandarles a revisarlos y asegurarnos de que estén tomando precauciones.
Salud nos recuerda (como quien no quiere la cosa) que esto del gusano barrenador es un “evento de notificación obligatoria”. En cristiano, si te sale una chinche rara en la piel, ¡corre al médico! No te hagas el loco, porque si se complica, luego estamos todos lamentando. Además, seguimos con la Emergencia Nacional Sanitaria Epidémica, así que las autoridades están tratando de ponerle loma al asunto, aunque a veces dan la sensación de que el gusano tiene más poder que ellos.
Estos últimos meses hemos visto picos de hasta cinco casos por semana, ¡una locura! Y eso sin contar las notificaciones constantes que siguen llegando desde diferentes zonas del país. Los síntomas, ya saben, son los mismos de siempre: lesiones en la piel, dolor, malestar, picazón, enrojecimiento, secreción... y en los casos más graves, hasta puedes ver los huevecitos o las larvas revoloteando en la herida. ¡Da escalofríos solo de pensarlo! Por eso, Salud está insistiendo en el abordaje “de Una Sola Salud”, coordinándose con el MAG, Senasa y Minae, para atacar el problema desde todos los frentes.
Así que ya saben, mantengan la higiene, cuiden sus pieles, visiten al médico si sienten algo raro, vigilen a sus animales y… dime tú, ¿qué crees que deberíamos estar haciendo diferente como país para controlar de una vez por todas esta plaga que nos atormenta? ¿Será que necesitamos más inversión, más educación, o simplemente rezarle a San Judas?
Si te parece mucho, agárrate porque esto empeora. Comparado con el año pasado, cuando apenas teníamos 33 casos en el mismo período, ¡esto es un aumento del 145%! Imagínate, casi el doble de gente sufriendo picazón, ronchas y ese malestar que te deja tirado en la cama. Ya nos queríamos hacer costumbre con esto, y ahora vuelve con ganas renovadas.
Y ni hablar de dónde están saliendo estos casos. Parece que nadie se salva, porque Salud dice que todas las provincias tienen sus propios problemas con el gusano. Pero claro, siempre hay algunas que le tocan más duro. Alajuela lidera la lista con 20 casos, y San José le sigue de cerca con 15. Después vamos viendo: Limón con 14, Heredia y Guanacaste empatados con 9, Puntarenas también con 9, y Cartago cerrando con 5. ¡Un mapa de calamidades, diay!
Lo que resulta aún más preocupante es que este asunto le está pegando más a los hombres. De esos 81 casos, 55 son varones contra tan solo 26 mujeres. No sé si será que andamos trabajando más en el campo, o simplemente somos más propensos a contarnos las chinchorritas. Sea cual sea la razón, hay que estar alerta y cuidarnos bien, raza.
Y hablando de cuidado, parece que la edad juega un papel importante. Las personas adultas mayores, esas que ya saben muchas vainas de la vida (y de bichos también), concentran la mayoría de los casos: ¡40 de los 81! Luego viene el grupo de 20 a 64 años, con 36 casos. Hay que echarle ojo a nuestros abuelos y padres, mandarles a revisarlos y asegurarnos de que estén tomando precauciones.
Salud nos recuerda (como quien no quiere la cosa) que esto del gusano barrenador es un “evento de notificación obligatoria”. En cristiano, si te sale una chinche rara en la piel, ¡corre al médico! No te hagas el loco, porque si se complica, luego estamos todos lamentando. Además, seguimos con la Emergencia Nacional Sanitaria Epidémica, así que las autoridades están tratando de ponerle loma al asunto, aunque a veces dan la sensación de que el gusano tiene más poder que ellos.
Estos últimos meses hemos visto picos de hasta cinco casos por semana, ¡una locura! Y eso sin contar las notificaciones constantes que siguen llegando desde diferentes zonas del país. Los síntomas, ya saben, son los mismos de siempre: lesiones en la piel, dolor, malestar, picazón, enrojecimiento, secreción... y en los casos más graves, hasta puedes ver los huevecitos o las larvas revoloteando en la herida. ¡Da escalofríos solo de pensarlo! Por eso, Salud está insistiendo en el abordaje “de Una Sola Salud”, coordinándose con el MAG, Senasa y Minae, para atacar el problema desde todos los frentes.
Así que ya saben, mantengan la higiene, cuiden sus pieles, visiten al médico si sienten algo raro, vigilen a sus animales y… dime tú, ¿qué crees que deberíamos estar haciendo diferente como país para controlar de una vez por todas esta plaga que nos atormenta? ¿Será que necesitamos más inversión, más educación, o simplemente rezarle a San Judas?
