¡Aguántense! La cosa está caliente aquí en Costa Rica. El diputado Nico, del PLN, mandó llamar a la jefa del Inamu, Yerlin Zúñiga, a la Asamblea pa’ que le explique unos rollos raros que andan dando vueltas sobre cómo le ofrecerían cositas a una señora a cambio de echarle la bronca a Randall Zúñiga, el jefe del OIJ. ¡Imagínate la sopa boba!
Según el diputado, hay dos opciones: o Yerlin es súper eficiente, y va de casa en casa consolando a todas las mujeres que sufren golpes, humillaciones o abusos, y entonces le damos las manos y le decimos '¡qué carga!' o... resulta que el Inamu está metiendo pata en cosas que no le incumben, jugando a ser detectives pa' apoyar a un funcionario público. ¡Un brete, vamos!
Ahora, la pregunta clave es: ¿será que la señora Zúñiga siempre anda tan diligente con todas las mujeres agredidas del país? Porque eso sería bastante impresionante, vamos, casi imposible. Y, sobre todo, ¿qué diablos le fueron a prometer a la pobrecita de Turrialba? ¡Eso es lo que queremos saber!
Pa’ colmo, también quieren convocar a la abogada del Inamu, Claudia Blanco. La votación está programada pa’ este jueves, así que prepárense porque esto promete dar mucho de qué hablar. Vamos, pura polémica y tela, como nos gusta a los ticos.
Y ojo, porque esto viene de atrás. Desde el lunes pasado, la figura de Yerlin Zúñiga está poniéndose tensa. Ya hay varias denuncias por delitos sexuales y cosas relacionadas con la ley contra la violencia doméstica flotando ahí, y encima, dicen que alguien denunció que estaban presionando a la gente pa’ que dijeran que Zúñiga hizo cosas que quizás no hizo. ¡Qué sal!
Pero la cosa no termina ahí. El mismísimo Presidente Chaves salió a decir que toda la historia es “basura”, calificando así la denuncia de la señora de Turrialba. Lo dijo a un reportero de CRHoy, mientras comía, ¡imagínate! Negó tajantemente que el gobierno esté manipulando la información para atacar al jefe del OIJ. ¡Con qué descaro, vamos!
Las organizaciones feministas no se quedaron calladas y dijeron que esto es una vergüenza. Le recriminaron al Inamu que nunca haya dicho ni pío en casos como el del exministro de Comunicaciones, Arnold Zamora, o del exministro de Obras Públicas, Mauricio Batalla. Dicen que siempre están calladitos hasta que les conviene, ¡pura hipocresía! Además, enfatizan que usar la violencia contra las mujeres como arma política es un atropello imperdonable. ¡Qué torta!
Bueno, ahora la gran pregunta: ¿Estamos viendo un intento legítimo de buscar justicia para una víctima o una manipulación política encubierta? ¿Hasta dónde debería llegar el Inamu en la defensa de los derechos de las mujeres, y cuál es la línea que separa la ayuda genuina de la injerencia indebida? ¡Dime tú, compa, qué piensas de todo este rollo!
	
		
			
		
		
	
				
			Según el diputado, hay dos opciones: o Yerlin es súper eficiente, y va de casa en casa consolando a todas las mujeres que sufren golpes, humillaciones o abusos, y entonces le damos las manos y le decimos '¡qué carga!' o... resulta que el Inamu está metiendo pata en cosas que no le incumben, jugando a ser detectives pa' apoyar a un funcionario público. ¡Un brete, vamos!
Ahora, la pregunta clave es: ¿será que la señora Zúñiga siempre anda tan diligente con todas las mujeres agredidas del país? Porque eso sería bastante impresionante, vamos, casi imposible. Y, sobre todo, ¿qué diablos le fueron a prometer a la pobrecita de Turrialba? ¡Eso es lo que queremos saber!
Pa’ colmo, también quieren convocar a la abogada del Inamu, Claudia Blanco. La votación está programada pa’ este jueves, así que prepárense porque esto promete dar mucho de qué hablar. Vamos, pura polémica y tela, como nos gusta a los ticos.
Y ojo, porque esto viene de atrás. Desde el lunes pasado, la figura de Yerlin Zúñiga está poniéndose tensa. Ya hay varias denuncias por delitos sexuales y cosas relacionadas con la ley contra la violencia doméstica flotando ahí, y encima, dicen que alguien denunció que estaban presionando a la gente pa’ que dijeran que Zúñiga hizo cosas que quizás no hizo. ¡Qué sal!
Pero la cosa no termina ahí. El mismísimo Presidente Chaves salió a decir que toda la historia es “basura”, calificando así la denuncia de la señora de Turrialba. Lo dijo a un reportero de CRHoy, mientras comía, ¡imagínate! Negó tajantemente que el gobierno esté manipulando la información para atacar al jefe del OIJ. ¡Con qué descaro, vamos!
Las organizaciones feministas no se quedaron calladas y dijeron que esto es una vergüenza. Le recriminaron al Inamu que nunca haya dicho ni pío en casos como el del exministro de Comunicaciones, Arnold Zamora, o del exministro de Obras Públicas, Mauricio Batalla. Dicen que siempre están calladitos hasta que les conviene, ¡pura hipocresía! Además, enfatizan que usar la violencia contra las mujeres como arma política es un atropello imperdonable. ¡Qué torta!
Bueno, ahora la gran pregunta: ¿Estamos viendo un intento legítimo de buscar justicia para una víctima o una manipulación política encubierta? ¿Hasta dónde debería llegar el Inamu en la defensa de los derechos de las mujeres, y cuál es la línea que separa la ayuda genuina de la injerencia indebida? ¡Dime tú, compa, qué piensas de todo este rollo!