Bueno, pues mire usted, diciembre ya está echándose andar y la cosa está rara. Todos nos preparamos para el solazo, el pique en la playa, el rompimiento y la sequia, pero parece que el cielo nos quiere jugar una broma pesada. Lluvias a cántaros, nubosidad constante… ¡Parece que estamos en plena temporada lluviosa otra vez! ¿A quién le pasa esto?
Muchos se están rascando la cabeza preguntándose, '¿Pero cómo va a estar lloviendo en época seca?' Parece sacado de un libro de fantasía, ¿verdad? Pero resulta que hay explicación científica detrás de este panorama medio extraño. Según Don Rodrigo Castillo, un cerebro de la UCR que anda investigando estos temas, la culpa no es nuestra ni la del karma, sino una serie de factores atmosféricos globales que están moviendo los hilos.
Castillo nos explica que lo que estamos viviendo ahora es una mezcla explosiva de cosas. Tenemos sistemas polares bien flojos, esas corrientes de aire congeladas allá arriba que andan desorientadas; una influencia parecida a La Niña, que trae sus propios dramas climáticos; y además, la dinámica de los vientos alisios, esos que nos traen la brisa fresca del Caribe, pero que ahora parecen traer nubes cargadas de aguacero. ¡Una combinada que da miedo!
Lo más loco de todo es que los vórtices polares, tanto el del Ártico como el de la Antártida, están más débiles de lo normal. Imagínense, ¡más debilitados que nunca! Esto libera aire frío hacia lugares donde no debería estar, y eso provoca que entren más frentes fríos por el Golfo de México y el Caribe. Es como si alguien hubiera abierto las puertas del refrigerador mundial y el aire helado se estuviera metiendo por todos lados.
Y no es solo eso, amigos. También tenemos que echarle la culpa a unas oscilaciones, la Ártica y la Antártica, que son como termómetros que miden los cambios en la lluvia. Estas dos oscilaciones andan bizcas desde hace meses, lo que hace que el clima esté más impredecible y nos mande lluvias inesperadas. ¿Quién necesita un pronóstico del tiempo cuando el clima decide hacer lo que quiere?
Además, el Pacífico central está presentando temperaturas más bajas de lo que deberíamos ver en esta época, lo cual produce efectos parecidos a lo que pasa cuando tenemos una fase La Niña declarada oficialmente. Esto debilita un chorro de viento importante, y permite que esos frentes fríos entren más fácilmente por nuestros territorios. Al final, todo termina en más nubosidad, más aguaceros y temperaturas más frescas, especialmente en las montañas. ¡Qué marañón!
Según los expertos, esta onda anómala podría durar todavía un buen rato. Dicembre y hasta principios de enero podrían tener este comportamiento raro, con días soleados intercalados con chaparrones repentinos. Dicen que para febrero, cuando esas influencias tipo La Niña empiecen a relajarse y los vórtices polares recobren fuerzas, el clima volverá a la normalidad. Esperemos que sí, porque ya estoy harta de sacar el paraguas a cada rato.
Ahora, díganme, ¿ustedes cómo están llevando esta lluvia inoportuna? ¿Ya están cambiando sus planes de vacaciones o simplemente se resignaron a disfrutar de un diciembre diferente? Dejen sus opiniones abajo, ¡el Foro de Costa Rica siempre está listo para un buen debate!
Muchos se están rascando la cabeza preguntándose, '¿Pero cómo va a estar lloviendo en época seca?' Parece sacado de un libro de fantasía, ¿verdad? Pero resulta que hay explicación científica detrás de este panorama medio extraño. Según Don Rodrigo Castillo, un cerebro de la UCR que anda investigando estos temas, la culpa no es nuestra ni la del karma, sino una serie de factores atmosféricos globales que están moviendo los hilos.
Castillo nos explica que lo que estamos viviendo ahora es una mezcla explosiva de cosas. Tenemos sistemas polares bien flojos, esas corrientes de aire congeladas allá arriba que andan desorientadas; una influencia parecida a La Niña, que trae sus propios dramas climáticos; y además, la dinámica de los vientos alisios, esos que nos traen la brisa fresca del Caribe, pero que ahora parecen traer nubes cargadas de aguacero. ¡Una combinada que da miedo!
Lo más loco de todo es que los vórtices polares, tanto el del Ártico como el de la Antártida, están más débiles de lo normal. Imagínense, ¡más debilitados que nunca! Esto libera aire frío hacia lugares donde no debería estar, y eso provoca que entren más frentes fríos por el Golfo de México y el Caribe. Es como si alguien hubiera abierto las puertas del refrigerador mundial y el aire helado se estuviera metiendo por todos lados.
Y no es solo eso, amigos. También tenemos que echarle la culpa a unas oscilaciones, la Ártica y la Antártica, que son como termómetros que miden los cambios en la lluvia. Estas dos oscilaciones andan bizcas desde hace meses, lo que hace que el clima esté más impredecible y nos mande lluvias inesperadas. ¿Quién necesita un pronóstico del tiempo cuando el clima decide hacer lo que quiere?
Además, el Pacífico central está presentando temperaturas más bajas de lo que deberíamos ver en esta época, lo cual produce efectos parecidos a lo que pasa cuando tenemos una fase La Niña declarada oficialmente. Esto debilita un chorro de viento importante, y permite que esos frentes fríos entren más fácilmente por nuestros territorios. Al final, todo termina en más nubosidad, más aguaceros y temperaturas más frescas, especialmente en las montañas. ¡Qué marañón!
Según los expertos, esta onda anómala podría durar todavía un buen rato. Dicembre y hasta principios de enero podrían tener este comportamiento raro, con días soleados intercalados con chaparrones repentinos. Dicen que para febrero, cuando esas influencias tipo La Niña empiecen a relajarse y los vórtices polares recobren fuerzas, el clima volverá a la normalidad. Esperemos que sí, porque ya estoy harta de sacar el paraguas a cada rato.
Ahora, díganme, ¿ustedes cómo están llevando esta lluvia inoportuna? ¿Ya están cambiando sus planes de vacaciones o simplemente se resignaron a disfrutar de un diciembre diferente? Dejen sus opiniones abajo, ¡el Foro de Costa Rica siempre está listo para un buen debate!