Pues fíjate tú, la cosa se pone interesante. Resulta que este rollo de la inmunidad de Don Rodri, lejos de apagarle el fuego, parece que le echa leña. El diputado Daniel Vargas, ahí echando balones pa' delante, dice que todo este circo del TSE es un despiche monumental y que va a acabar reforzándolo aún más, ¡imagínate!
La Asamblea Legislativa se prepara para volver a tocarle las bolas al Presidente, y Vargas cree que desde el principio se metieron en un brete que nadie les pidió. Él sostiene que el Tribunal Supremos de Elecciones (TSE) se mandó la vara, queriendo meterse donde no les toca, pidiendo que levanten el fuero presidencial por unas jueguitos electorales. Claramente, dice el buen hombre, el TSE no tiene facultades pa’ eso.
Según Vargas, este lío nunca debió abrirse, y ahora estamos viendo cómo se complica la cosa. El papeleo ya está avanzando, y los diputados van a tener que decidir, basándose en informes que dan para agarrarle dolor de cabeza. Él espera que sus compañeros hayan mamado bien los argumentos antes de votar, porque esto tiene implicaciones que van más allá de un simple debate.
Y luego viene la pregunta del millón: ¿esto es revanchismo político puro o alguien calculó mal las cuentas? Vargas prefiere no meterse en esos terrenos pantanosos, pero reconoce que hay sectores que vieron en esto una oportunidad para bajarle el perfil a Chaves. Pero mira vos, ¡la cosa siempre sale diferente!, como dirían mis abuelos. Ya hemos visto cómo procesos similares terminaron generando más apoyo al Presidente, y esta vez, según él, podría pasar lo mismo.
La verdad, el timing no podría ser peor. Estamos justo antes de que empiece la campaña electoral, y levantar la inmunidad en este momento, según Vargas, sería mandar un mensaje muy feo sobre la seguridad jurídica del país. Daría la impresión de que estamos poniendo una ley ordinaria por encima de la Constitución Política. Eso, diay, no le pega nada bien a Costa Rica. Podrían incluso faltar diputados a la votación, “con compromisos previos agendados”, pa’ evitarse el bronco, pura especulación, claro.
Pero la verdadera pregunta es: ¿deberíamos estar enfocándonos en esto o en otras cosas? Vargas es tajante: deberíamos estar hablando de las propuestas de los partidos políticos, de pensar en el rumbo del país, no dándole más importancia a un proceso que él considera innecesario y mal planteado. Un verdadero desperdicio de tiempo, vamos.
Así que ahí tenemos la jugada. Una votación en la Asamblea que puede reconfigurar el tablero político, poner a Chaves otra vez en el ojo del huracán y quizás, solo quizás, darle más munición a la oposición… o fortalecer aún más su base de seguidores. ¡Qué vaina, má!
En fin, este debate promete dejar más preguntas que respuestas. ¿Ustedes creen que la Asamblea Legislativa realmente puede afectar la popularidad de Rodrigo Chaves, o este intento solo servirá para galvanizar a sus partidarios?
La Asamblea Legislativa se prepara para volver a tocarle las bolas al Presidente, y Vargas cree que desde el principio se metieron en un brete que nadie les pidió. Él sostiene que el Tribunal Supremos de Elecciones (TSE) se mandó la vara, queriendo meterse donde no les toca, pidiendo que levanten el fuero presidencial por unas jueguitos electorales. Claramente, dice el buen hombre, el TSE no tiene facultades pa’ eso.
Según Vargas, este lío nunca debió abrirse, y ahora estamos viendo cómo se complica la cosa. El papeleo ya está avanzando, y los diputados van a tener que decidir, basándose en informes que dan para agarrarle dolor de cabeza. Él espera que sus compañeros hayan mamado bien los argumentos antes de votar, porque esto tiene implicaciones que van más allá de un simple debate.
Y luego viene la pregunta del millón: ¿esto es revanchismo político puro o alguien calculó mal las cuentas? Vargas prefiere no meterse en esos terrenos pantanosos, pero reconoce que hay sectores que vieron en esto una oportunidad para bajarle el perfil a Chaves. Pero mira vos, ¡la cosa siempre sale diferente!, como dirían mis abuelos. Ya hemos visto cómo procesos similares terminaron generando más apoyo al Presidente, y esta vez, según él, podría pasar lo mismo.
La verdad, el timing no podría ser peor. Estamos justo antes de que empiece la campaña electoral, y levantar la inmunidad en este momento, según Vargas, sería mandar un mensaje muy feo sobre la seguridad jurídica del país. Daría la impresión de que estamos poniendo una ley ordinaria por encima de la Constitución Política. Eso, diay, no le pega nada bien a Costa Rica. Podrían incluso faltar diputados a la votación, “con compromisos previos agendados”, pa’ evitarse el bronco, pura especulación, claro.
Pero la verdadera pregunta es: ¿deberíamos estar enfocándonos en esto o en otras cosas? Vargas es tajante: deberíamos estar hablando de las propuestas de los partidos políticos, de pensar en el rumbo del país, no dándole más importancia a un proceso que él considera innecesario y mal planteado. Un verdadero desperdicio de tiempo, vamos.
Así que ahí tenemos la jugada. Una votación en la Asamblea que puede reconfigurar el tablero político, poner a Chaves otra vez en el ojo del huracán y quizás, solo quizás, darle más munición a la oposición… o fortalecer aún más su base de seguidores. ¡Qué vaina, má!
En fin, este debate promete dejar más preguntas que respuestas. ¿Ustedes creen que la Asamblea Legislativa realmente puede afectar la popularidad de Rodrigo Chaves, o este intento solo servirá para galvanizar a sus partidarios?
