¡Ay, mi gente! Se armó un berraco en La Sabana este viernes. Bad Bunny, el conejo malo, llegó a Costa Rica y le puso el dedo a la matraca desde el primer minuto. Miles de personas, entre jóvenes y adultos, se dieron cita para ver al boricua desplegar todo su talento y energía en la primera de sus dos presentaciones programadas aquí en nuestras tierras. La verdad, la vibra era otra, pura euforia y ganas de gozar, ¡y vaya que lo hicimos!
Desde tempranas horas, la “joya” de La Sabana se empezó a llenar de pura gente emocionada. El clima estaba frío, pero nadie parecía importarle, porque la expectativa era a toda máquina. El concierto se convirtió en una verdadera celebración, un escape de la rutina donde los problemas quedaban atrás y solo importaba disfrutar de la música y la compañía. Se podía sentir la emoción palpable en el aire, como una carga positiva que te invadía desde que llegabas al parque.
Benito Martínez, como le gusta que lo llamen, sacó toda la artillería pesada y nos regaló un show espectacular. Más de veinte canciones interpretadas con pasión y maestría, haciendo que el público coreara cada verso. La puesta en escena fue impresionante, luces, efectos especiales, bailarines... ¡todo a full! Pero lo realmente memorable fue cuando Bad Bunny detuvo la canción para conectar con su público a un nivel más profundo.
En medio de la presentación de "DtMF (DeBÍ TiRAR MáS FOtoS)", una canción que habla precisamente sobre el valor del tiempo y los recuerdos, Benito bajó el ritmo e hizo una pausa para transmitir un mensaje que resonó en el corazón de muchos presentes. "Gracias por esta noche, gracias por cantar conmigo, por saltar, por brindarme esa energía", comenzó diciendo, visiblemente emocionado. "Se los prometo, yo también he disfrutado esto tanto que no me canso de pensar en mañana.”
Pero no solo hubo agradecimientos; el artista aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre la importancia de valorar cada instante de la vida, sin importar las circunstancias. Remarcó que debemos aprender de nuestros errores y dejar ir el pasado, pues lo que ya ocurrió, ocurrió. Nos recordó que nadie sabe qué nos depara el futuro, pero que lo que tenemos ahora es invaluable: amar con intensidad, apreciar a quienes nos quieren por quienes somos, sin necesidad de fingir ni aparentar. Un consejo bien merecido, diay.
Además, Bad Bunny pidió recordar a quienes ya no están físicamente con nosotros, dedicándoles un saludo al cielo y resaltando que permanecerán vivos en nuestros corazones por siempre. Su discurso fue honesto, sincero y lleno de sabiduría, demostrando que detrás del ícono musical hay un hombre sensible y consciente de la fragilidad de la vida. Realmente nos dejó pensando, ¿quién diría que un conejo pudiera decir semejantes verdades?
Ahora, para cerrar con broche de oro, Bad Bunny tendrá su segunda presentación este sábado a las 7:00 p.m., y se espera otro llenazo absoluto. Las entradas se agotaron rapidísimo, así que los que logramos conseguirla estamos afortunados, ¡pero vaya que esperamos que valga la pena! La producción promete mantener el mismo nivel de calidad y espectáculo de la noche anterior, por lo que no nos queda más que prepararnos para vibrar a tope una vez más. Será una noche inolvidable para la música tica, ¡esto sí es un brete!
Después de presenciar este evento tan especial, me pregunto: ¿Cómo crees que este tipo de mensajes profundos de artistas internacionales pueden influir en la mentalidad de los jóvenes costarricenses y promover una cultura de valoración personal y respeto hacia los demás?
Desde tempranas horas, la “joya” de La Sabana se empezó a llenar de pura gente emocionada. El clima estaba frío, pero nadie parecía importarle, porque la expectativa era a toda máquina. El concierto se convirtió en una verdadera celebración, un escape de la rutina donde los problemas quedaban atrás y solo importaba disfrutar de la música y la compañía. Se podía sentir la emoción palpable en el aire, como una carga positiva que te invadía desde que llegabas al parque.
Benito Martínez, como le gusta que lo llamen, sacó toda la artillería pesada y nos regaló un show espectacular. Más de veinte canciones interpretadas con pasión y maestría, haciendo que el público coreara cada verso. La puesta en escena fue impresionante, luces, efectos especiales, bailarines... ¡todo a full! Pero lo realmente memorable fue cuando Bad Bunny detuvo la canción para conectar con su público a un nivel más profundo.
En medio de la presentación de "DtMF (DeBÍ TiRAR MáS FOtoS)", una canción que habla precisamente sobre el valor del tiempo y los recuerdos, Benito bajó el ritmo e hizo una pausa para transmitir un mensaje que resonó en el corazón de muchos presentes. "Gracias por esta noche, gracias por cantar conmigo, por saltar, por brindarme esa energía", comenzó diciendo, visiblemente emocionado. "Se los prometo, yo también he disfrutado esto tanto que no me canso de pensar en mañana.”
Pero no solo hubo agradecimientos; el artista aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre la importancia de valorar cada instante de la vida, sin importar las circunstancias. Remarcó que debemos aprender de nuestros errores y dejar ir el pasado, pues lo que ya ocurrió, ocurrió. Nos recordó que nadie sabe qué nos depara el futuro, pero que lo que tenemos ahora es invaluable: amar con intensidad, apreciar a quienes nos quieren por quienes somos, sin necesidad de fingir ni aparentar. Un consejo bien merecido, diay.
Además, Bad Bunny pidió recordar a quienes ya no están físicamente con nosotros, dedicándoles un saludo al cielo y resaltando que permanecerán vivos en nuestros corazones por siempre. Su discurso fue honesto, sincero y lleno de sabiduría, demostrando que detrás del ícono musical hay un hombre sensible y consciente de la fragilidad de la vida. Realmente nos dejó pensando, ¿quién diría que un conejo pudiera decir semejantes verdades?
Ahora, para cerrar con broche de oro, Bad Bunny tendrá su segunda presentación este sábado a las 7:00 p.m., y se espera otro llenazo absoluto. Las entradas se agotaron rapidísimo, así que los que logramos conseguirla estamos afortunados, ¡pero vaya que esperamos que valga la pena! La producción promete mantener el mismo nivel de calidad y espectáculo de la noche anterior, por lo que no nos queda más que prepararnos para vibrar a tope una vez más. Será una noche inolvidable para la música tica, ¡esto sí es un brete!
Después de presenciar este evento tan especial, me pregunto: ¿Cómo crees que este tipo de mensajes profundos de artistas internacionales pueden influir en la mentalidad de los jóvenes costarricenses y promover una cultura de valoración personal y respeto hacia los demás?