¡Aguántense! La cosa va dando forma. Resulta que los bancos, tanto los chinos como los gringos, le han metidole ganas al tema de los préstamos para las mipymes. Al cierre del mes pasado, acumularon ¡más de medio billón de colones! Eso sí que es un respingo, máxime considerando los momentos que estamos viviendo.
Según los datos de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), y corroborados por la Sugef, ya hay más de 36 mil micro y pequeñas empresas que están recibiendo un empujón financiero. Y ni hablar de las medianas, que también se llevan su tajada. Claramente, esto busca dinamizar la economía, porque todos sabemos que las mipymes son la espina dorsal del país; si ellas andan bien, nosotros andamos bien, diay.
Pero vamos por partes. De esos 548 milloncitos, casi 258 millones fueron destinados a los negocios más chiquitos, esas verdaderas joyas escondidas que a veces luchan más que nadie para salir adelante. Y otros 290 millones se los llevaron las medianas, que ya tienen un poco más de rodaje pero siempre necesitan un empuje para expandirse, meterle mano a la producción o comprar maquinaría nueva, ¿quién no ha querido eso?
Daniela Gutiérrez, la encargada de echarle cabeza en la ABC, nos explica que los bancos tienen productos hechos a la medida para cada necesidad. No es lo mismo un restaurante que necesita capital de trabajo que una carpintería que quiere comprar una sierra eléctrica. Por eso, recomiendan ir a platicar con ellos, analizar las opciones y buscar la mejor ruta. Además, hay descuentos y facilidades para quienes cumplen con ciertos requisitos, ¡eso sí que ayuda!
Y aquí viene lo interesante: no se trata solo de darle lana a los negocios. Los bancos también están ofreciendo cursos, capacitaciones y hasta asesorías gratuitas. ¡Eso es oro molido! Porque no basta con tener el dinero, hay que saber cómo manejarlo, cómo hacer mercadeo, cómo cumplir con las leyes... En resumen, te dan todas las herramientas para que el negocio prospere y no se vaya al traste. Imagínate aprender a vender tus productos online sin gastarte un ojo de la cara, ¡qué carga sería poder hacerlo!
Lo más rescatable es ver que el 36% de estas ayudas van dirigidas a mujeres empresarias. ¡Qué tuanis! Aunque todavía queda camino por recorrer para cerrar la brecha de género en el acceso al financiamiento –la verdad, es una vara que debemos mejorar–, es bueno ver que los bancos están poniendo el foco en ello y ofreciendo acompañamiento especial. Es importante apoyar a nuestras emprendedoras, porque son parte fundamental de nuestra sociedad.
Ahora, claro, no todo es miel sobre hojuelas. Hay que estar atentos a las tasas de interés, a los contratos, a las letras pequeñitas… Y recordar que pedir un préstamo es una responsabilidad, hay que asegurarse de poder pagarlo. Pero en general, la iniciativa es positiva y puede traer buenos frutos para la economía nacional. Muchos de estos negocios, que son el sustento de familias enteras, podrán respirar tranquilos y seguir contribuyendo al desarrollo del país.
En fin, parece que la cosa se pone interesante para las mipymes en Costa Rica. Los bancos están apostando por ellas, y eso se traduce en oportunidades para muchos. Ahora me pregunto, ¿cree usted que estas iniciativas son suficientes para impulsar realmente el crecimiento de las mipymes en el país, o necesitamos medidas adicionales para facilitarles aún más el camino?
Según los datos de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), y corroborados por la Sugef, ya hay más de 36 mil micro y pequeñas empresas que están recibiendo un empujón financiero. Y ni hablar de las medianas, que también se llevan su tajada. Claramente, esto busca dinamizar la economía, porque todos sabemos que las mipymes son la espina dorsal del país; si ellas andan bien, nosotros andamos bien, diay.
Pero vamos por partes. De esos 548 milloncitos, casi 258 millones fueron destinados a los negocios más chiquitos, esas verdaderas joyas escondidas que a veces luchan más que nadie para salir adelante. Y otros 290 millones se los llevaron las medianas, que ya tienen un poco más de rodaje pero siempre necesitan un empuje para expandirse, meterle mano a la producción o comprar maquinaría nueva, ¿quién no ha querido eso?
Daniela Gutiérrez, la encargada de echarle cabeza en la ABC, nos explica que los bancos tienen productos hechos a la medida para cada necesidad. No es lo mismo un restaurante que necesita capital de trabajo que una carpintería que quiere comprar una sierra eléctrica. Por eso, recomiendan ir a platicar con ellos, analizar las opciones y buscar la mejor ruta. Además, hay descuentos y facilidades para quienes cumplen con ciertos requisitos, ¡eso sí que ayuda!
Y aquí viene lo interesante: no se trata solo de darle lana a los negocios. Los bancos también están ofreciendo cursos, capacitaciones y hasta asesorías gratuitas. ¡Eso es oro molido! Porque no basta con tener el dinero, hay que saber cómo manejarlo, cómo hacer mercadeo, cómo cumplir con las leyes... En resumen, te dan todas las herramientas para que el negocio prospere y no se vaya al traste. Imagínate aprender a vender tus productos online sin gastarte un ojo de la cara, ¡qué carga sería poder hacerlo!
Lo más rescatable es ver que el 36% de estas ayudas van dirigidas a mujeres empresarias. ¡Qué tuanis! Aunque todavía queda camino por recorrer para cerrar la brecha de género en el acceso al financiamiento –la verdad, es una vara que debemos mejorar–, es bueno ver que los bancos están poniendo el foco en ello y ofreciendo acompañamiento especial. Es importante apoyar a nuestras emprendedoras, porque son parte fundamental de nuestra sociedad.
Ahora, claro, no todo es miel sobre hojuelas. Hay que estar atentos a las tasas de interés, a los contratos, a las letras pequeñitas… Y recordar que pedir un préstamo es una responsabilidad, hay que asegurarse de poder pagarlo. Pero en general, la iniciativa es positiva y puede traer buenos frutos para la economía nacional. Muchos de estos negocios, que son el sustento de familias enteras, podrán respirar tranquilos y seguir contribuyendo al desarrollo del país.
En fin, parece que la cosa se pone interesante para las mipymes en Costa Rica. Los bancos están apostando por ellas, y eso se traduce en oportunidades para muchos. Ahora me pregunto, ¿cree usted que estas iniciativas son suficientes para impulsar realmente el crecimiento de las mipymes en el país, o necesitamos medidas adicionales para facilitarles aún más el camino?