¡Ay, Dios mío! Esto se puso candentito, raza. La diputada Dinorah Barquero, fiel a su estilo directo y sin pelos en la lengua, soltó una pulla que hizo temblar al Congreso. Resulta que le echó fulminazos al oficialismo y a Nueva República por cómo votaron en temas relacionados con el exdirector del OIJ, Randall Zúñiga, y hasta con el candidato presidencial de Nueva República, Fabricio Alvarado. ¡Esto ya parece telenovela!
Para ponerlos en clima, recuerden que la cosa viene de atrás: primero, se investigaba a Zúñiga dentro del OIJ, y luego salió a relucir todo el rollo de las denuncias de abuso sexual contra Alvarado. El oficialismo, junto con otros partidos como Fabricistas y el PUSC, decidieron votar en contra de apoyar al Poder Judicial en medio de estas pesquisas y también se negaron a pedirle a Alvarado que se quitara el fuero. ¡Una jugada bastante rara, si me apuran!
Pero eso no es todo, porque David Segura, otro neorepublicano, aprovechó la oportunidad para lanzar indirectas fuertes al PLN, acusándolos de corrupción. Dijo que algunos diputados verdes tienen problemas con la Fiscalía. ¡Uf, qué pelea! Pero Barquero, sin amilanarse ni un poquito, le respondió diciendo que ella no tiene ninguna acusación y que renunciaría a su fuero inmediatamente si fuera el caso. ¡Así se habla, mae!
Y entonces vino la frase bomba, la que dio vuelta a la tortilla: “Véanlos ahí, como dicen nuestros campesinos, véanlos ahí juntitos como se cucan. Son coyotes de la misma loma, son aves del mismo plumaje”. ¡Tremenda comparación, eh! Con esto, Barquero básicamente los puso en la misma bolsa, sugiriendo que todos están haciendo tratos turbios detrás de bambalinas. ¡A huevo!
Este no es el primer episodio de esta novela política. Recordemos que hace unas semanas, también hubo controversia cuando se intentó levantar el fuero del presidente Rodrigo Chaves por el caso BCIE-Cariñitos, y otra vez vimos a los mismos actores – el oficialismo, Nueva República, parte del PUSC y un independiente – votando en contra. Parece que hay un bloque bien definido tratando de protegerse mutuamente, ¡y la ciudadanía mirando con lupa!
Las reacciones no se hicieron esperar. En redes sociales, la gente se está encendiendo. Algunos defienden a Alvarado, argumentando que las acusaciones son infundadas. Otros critican al oficialismo por proteger a Chaves y por aparentar defender instituciones que parecen estar bajo sospecha. Como ven, este brete está generando mucha conversación y división.
Analizando la situación desde afuera, parece claro que estamos presenciando una lucha de poder entre diferentes facciones políticas. Cada uno buscando proteger sus propios intereses y evitar que salgan a la luz posibles irregularidades. Y mientras tanto, nosotros, los ciudadanos, seguimos preguntándonos cuándo va a salir limpio el río… ¡Ay, mándale! Porque esto huele a pescadito podrido, diay.
Con todo este panorama político tan convulso, me pregunto: ¿Cree usted que estos señores políticos están realmente preocupados por el bienestar del país o simplemente están defendiendo sus propios intereses y cargos? ¿Y cuál debería ser la respuesta de la ciudadanía frente a esta situación?
Para ponerlos en clima, recuerden que la cosa viene de atrás: primero, se investigaba a Zúñiga dentro del OIJ, y luego salió a relucir todo el rollo de las denuncias de abuso sexual contra Alvarado. El oficialismo, junto con otros partidos como Fabricistas y el PUSC, decidieron votar en contra de apoyar al Poder Judicial en medio de estas pesquisas y también se negaron a pedirle a Alvarado que se quitara el fuero. ¡Una jugada bastante rara, si me apuran!
Pero eso no es todo, porque David Segura, otro neorepublicano, aprovechó la oportunidad para lanzar indirectas fuertes al PLN, acusándolos de corrupción. Dijo que algunos diputados verdes tienen problemas con la Fiscalía. ¡Uf, qué pelea! Pero Barquero, sin amilanarse ni un poquito, le respondió diciendo que ella no tiene ninguna acusación y que renunciaría a su fuero inmediatamente si fuera el caso. ¡Así se habla, mae!
Y entonces vino la frase bomba, la que dio vuelta a la tortilla: “Véanlos ahí, como dicen nuestros campesinos, véanlos ahí juntitos como se cucan. Son coyotes de la misma loma, son aves del mismo plumaje”. ¡Tremenda comparación, eh! Con esto, Barquero básicamente los puso en la misma bolsa, sugiriendo que todos están haciendo tratos turbios detrás de bambalinas. ¡A huevo!
Este no es el primer episodio de esta novela política. Recordemos que hace unas semanas, también hubo controversia cuando se intentó levantar el fuero del presidente Rodrigo Chaves por el caso BCIE-Cariñitos, y otra vez vimos a los mismos actores – el oficialismo, Nueva República, parte del PUSC y un independiente – votando en contra. Parece que hay un bloque bien definido tratando de protegerse mutuamente, ¡y la ciudadanía mirando con lupa!
Las reacciones no se hicieron esperar. En redes sociales, la gente se está encendiendo. Algunos defienden a Alvarado, argumentando que las acusaciones son infundadas. Otros critican al oficialismo por proteger a Chaves y por aparentar defender instituciones que parecen estar bajo sospecha. Como ven, este brete está generando mucha conversación y división.
Analizando la situación desde afuera, parece claro que estamos presenciando una lucha de poder entre diferentes facciones políticas. Cada uno buscando proteger sus propios intereses y evitar que salgan a la luz posibles irregularidades. Y mientras tanto, nosotros, los ciudadanos, seguimos preguntándonos cuándo va a salir limpio el río… ¡Ay, mándale! Porque esto huele a pescadito podrido, diay.
Con todo este panorama político tan convulso, me pregunto: ¿Cree usted que estos señores políticos están realmente preocupados por el bienestar del país o simplemente están defendiendo sus propios intereses y cargos? ¿Y cuál debería ser la respuesta de la ciudadanía frente a esta situación?
