¡Ay, Dios mío! Esto del diputado Barrantes se le puso más grande que una vaca frisona. Después del video que circuló como reguero de pólvora en las redes sociales – donde aparece involucrado en un choque en Parque Morazán – la fracción oficialista tuvo que hacer algo. Pero, vamos, un ‘llamado de atención’ suena más a regañarle a un nene que a sancionar a un representante de la república, ¿no creen?
La jefa de fracción, Pilar Cisneros, tardó en decir moco de paja. Primero prometieron una reunión, luego sacaron un comunicado larguísimo con cuatro puntos. Parece que querían cubrir todos los ángulos, pero al final la impresión es que le dieron palmaditas en la espalda al diputado y le dijeron 'compórtate'. Claramente, evitaron meterse en broncas mayores. Todos sabemos cómo son estos temas políticos, uno trata de mantener la calma y no levantar mucho polvo.
Y Barrantes, pa' colmo, salió diciendo que venía de una cena y que no había bebido ni gota. ¡Pero si hasta una abuelita sabe que el tipo estaba medio despistado! Que no haya habido prueba de alcoholemia no significa que no estuviera afectado, ¿verdad? Además, resulta que apareció un empresario amigo de Barrantes, un pincho chino de nacionalidad hindú, que pagó los daños al carro de la otra persona. ¡Imagínense la escena! Un señor con fajos de billetes apareciendo de la nada… parece novela mexicana.
En el control político de la Asamblea, los demás diputados no se quedaron callados. Eli Feinzaig, Katherine Moreira, Johana Obando... todos tuvieron algo que decir. Robles, con toda la razón, le preguntó qué vergüenza daba que un empresario estuviera solucionando los problemas del diputado. Y Obando, con toda su sazón, le recriminó su actitud machista y violentista. Parece que el famoso comentario sobre el arroz la semana pasada le dejó un sabor amargo en la boca.
La jefa de fracción, Pilar Cisneros, tardó en decir moco de paja. Primero prometieron una reunión, luego sacaron un comunicado larguísimo con cuatro puntos. Parece que querían cubrir todos los ángulos, pero al final la impresión es que le dieron palmaditas en la espalda al diputado y le dijeron 'compórtate'. Claramente, evitaron meterse en broncas mayores. Todos sabemos cómo son estos temas políticos, uno trata de mantener la calma y no levantar mucho polvo.
Y Barrantes, pa' colmo, salió diciendo que venía de una cena y que no había bebido ni gota. ¡Pero si hasta una abuelita sabe que el tipo estaba medio despistado! Que no haya habido prueba de alcoholemia no significa que no estuviera afectado, ¿verdad? Además, resulta que apareció un empresario amigo de Barrantes, un pincho chino de nacionalidad hindú, que pagó los daños al carro de la otra persona. ¡Imagínense la escena! Un señor con fajos de billetes apareciendo de la nada… parece novela mexicana.
En el control político de la Asamblea, los demás diputados no se quedaron callados. Eli Feinzaig, Katherine Moreira, Johana Obando... todos tuvieron algo que decir. Robles, con toda la razón, le preguntó qué vergüenza daba que un empresario estuviera solucionando los problemas del diputado. Y Obando, con toda su sazón, le recriminó su actitud machista y violentista. Parece que el famoso comentario sobre el arroz la semana pasada le dejó un sabor amargo en la boca.