Los integrantes de la barra de Liga Deportiva Alajuelense conocida como La 12, demostraron una vez más ser unos inadaptados sociales cuando se hicieron presentes al Estadio Nacional para el juego de semifinales contra Limón FC. Imágenes proporcionadas por el sitio El Guardian.cr | Publicación diaria de Costa Rica | Grupo Informativo El Guardian, demuestran como estos sujetos ingresaron a la fuerza y burlaron a la seguridad.
Sin embargo lo más lamentable del caso es que hubo personas seriamente golpeadas y al final no se detuvo a ninguno de estos sujetos.
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Según declaraciones de Édgar Barrantes, gerente del Estadio Nacional de Costa Rica, algunos aficionados que integran las barras de los equipos populares del país, han introducido drogas al reducto utilizando a bebés como medio de transporte.
“No fue en el partido del miércoles (Alajuela-Limón). Pero sí sabemos que se ha dado. Son barras organizadas que en algún momento han introducido la droga de esa manera”, explicó Barrantes al diario La Nación.
En Costa Rica las autoridades han tratado de impedir el ingreso de las barras organizadas a este Estadio que fue donado por el Gobierno de China.
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• Según Edgar Barrantes, gerente del Coloso de La Sabana
“LA DOCE” DAÑÓ BAÑOS Y METIÓ DROGA AL NACIONAL
Uno de los baños apareció sin puerta y aún no la han encontrado. (Foto: cortesía de la Administración del Estadio).
El tema ya cansa, pero es una realidad que carcome el espectáculo del fútbol. En las últimas semanas los dirigentes de clubes hablaron de medidas contra las barras, incluso aseguraron que no se iban a ver en los estadios visitantes, pero se nota que nadie les hace caso.
El miércoles en el primer partido de la semifinal entre Limón y Alajuelense la barra de la Liga conocida como “La Doce” hizo de las suyas en el Estadio Nacional, específicamente en la gradería sur.
Edgar Barrantes, gerente de la Joya de La Sabana, confirmó que la barra alajuelense dañó los baños del sector sur al llevarse algunos llavines y hasta botó una puerta que todavía no ha sido encontrada por los encargados de mantenimiento. No podían faltar los rayones y problemas en las butacas.
“Estamos haciendo la revisión respectiva, pero hemos visto que faltan llavines y grifos de los baños y una puerta que la rompieron por completo. La verdad que tuvimos bastantes inconvenientes, ellos se portaron muy mal”, indicó Barrantes en conversación con DIARIO EXTRA.
El gerente reconoció que “se le pararon los pelos” cuando vio cómo los aficionados se las ingeniaban para meter droga al recinto deportivo.
“Los clubes tienen que hacer un esfuerzo adicional porque no es suficiente con lo que se ha hablado. Es terrible las cosas que se ven en las barras y yo invito a la prensa para que un día se acerquen y con sus propios ojos comprueben todo lo que pasa en esos grupos, cómo se pasan la droga por las rejas del estadio”.
Acotó que es triste observar cómo los aficionados utilizan a sus hijos como medio para introducir la droga al estadio.
“Por un tema de ley a los niños pequeños no se les puede requisar ni siquiera a los recién nacidos entonces meten la droga en los chiquitos. Eso es una mafia organizada y estructurada. Ahí es donde digo que los esfuerzos que hacemos no es suficiente porque las barras nos llevan ventaja”.
FALLÓ LA SEGURIDAD
Aparte del vandalismo Barrantes aseguró que los integrantes de “La Doce” hicieron un alboroto en el portón de ingreso al sector sur que terminó con dos personas heridas, un adulto mayor y una mujer embarazada.
“Ayer (miércoles) los de La Doce se vinieron como en manada y se quisieron brincar el filtro que nosotros hacemos. Eso generó un desorden en la puerta que terminó con dos personas heridas”.
El gerente lamentó que la seguridad privada no tuviera la capacidad para controlar a la barra alajuelense, pues los aficionados hicieron lo que quisieron en la grada.
“Creemos que la seguridad de Limón, con el cariño que les tengo, le quedó bastante grande el partido. La seguridad que contrataron no cumplió con lo esperado. Vamos a exigir en los contratos oficiales de seguridad privada con experiencia”.
Según el administrador del Nacional la Fuerza Pública sí fue más valiente y vigiló en buena parte del juego a los manudos al colocarse a los lados.
“Hubo cosas que ya en su momento no se podían controlar porque si se utilizaba la fuerza el enfrentamiento iba a ser peor. Imagínese que habían muchachos subidos en uno de los muros, algo que es prohibido porque si alguien se cae va directo a una fosa”.
Como medida a corto plazo la administración del Estadio le pedirá a los productores de eventos deportivos que los boletos que vendan sean numerados.
“Estamos pensando primero en crear una comisión de seguridad para controlar todas estas cosas y hacerlo con gente que conozca del tema. Segundo, es vital que las entradas de ahora en adelante sean numeradas y lo vamos a incluir en los contratos de alquiler del estadio, pese a que esto implique un costo mayor para el productor”.
Los limonenses, como organizadores responsables del juego, deberán pagar por lo sucedido.
“Cuando recibamos el dato de la ganancia por la taquilla le haremos el rebajo automático de los daños”, cerró Barrantes.
