¡Ay, patitos! Pues resulta que el Banco Central, esos señores que manejan la plata del país, decidieron darle un respiro a la tasa de interés. Se quedaron con el 3,50%, sin mover un dedo. Esto significa que, por ahora, ni sube ni baja. La junta directiva lo justificó diciendo que todavía estamos digiriendo las bajadas anteriores, que la economía va conchonazo y que hay que esperar un poco para ver si realmente le pegamos al bolsillo a todos.
La verdad, la cosa está rara con la inflación. Como les digo, andamos negativos, con un -1,0% en septiembre. Lo bueno es que la inflación subyacente, que ignora esas cosas que cambian mucho de precio, se mantiene en un 0,2%. Pero, ¡ojo!, sigue estando por debajo de lo que el Banco quiere, que es entre el 3% y el 5%. Parece que todavía nos queda camino por recorrer para que el mango valga lo mismo de siempre.
Pero no todo está tan feo. La economía, a pesar de la inflación negativa, parece estar con ganas de crecer. El famoso IMAE, que mide la actividad económica, subió un 4,8% en agosto. Ahí sí, se nota que las empresas están trabajando a marchas forzadas, especialmente las que no están en las zonas francas, esas que le ponen duro al país de verdad. Eso sí, el crecimiento promedio de estos últimos ocho meses, que es un 4,4%, indica que estamos cerca de nuestro límite, así que no nos hagamos ilusiones de que vamos a volar hasta la luna.
Y hablando del trabajo, ahí hay señales positivas también. Hay menos gente buscando empleo, el desempleo ha bajado, y los salarios reales están creciendo. Pero hay un problema, diay… Cada vez hay menos gente metiendo las manos a trabajar. Mucha gente prefiere quedarse en casa cuidando a los niños o a los viejitos, y eso el Banco Central dice que es una cosa complicada, porque no tienen nada que ver con la tasa de interés. Más bien, parece que ya nadie quiere bretear…
Ahora, lo de afuera tampoco nos ayuda mucho. Los países gringos y europeos dicen que van a crecer un poquito más, pero la verdad, hay mucha incertidumbre. Las guerras, los impuestos nuevos, los cambios de reglas… Todo esto puede afectar nuestra economía, y por eso el Banco Central anda con pies de plomo. No quieren meter la pata y arruinar lo poquito que hemos avanzado.
Entonces, la conclusión es que el Banco Central está jugando a la segura. Prefiere mantenerse quieto, esperando a ver cómo evoluciona la situación. Dicen que la tasa está “neutral”, que no empuja ni frena la economía. Más bien, están esperando a que las medidas anteriores hagan efecto, aunque a veces tardan una eternidad. Es como regar una plantita y esperar a que crezca; paciencia, paciencia….
Vamos a ponerle pausa al asunto: el Banco Central está muy cauteloso, analizando cada movimiento con lupa. Quieren evitar cualquier sorpresa desagradable, pero a la vez necesitan activar la economía para que sigamos avanzando. Es una cuerda floja, diay... Un paso en falso y nos vamos al garete. La situación interna combinada con los vaivenes internacionales, los hacen andar con la mosca detrás de la oreja.
Bueno, pues con toda esta información, me pregunto: ¿ustedes creen que el Banco Central hizo bien en mantener la tasa de interés igual? ¿O deberían haberla bajado un poquito para darle más impulso a la economía? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensa el pueblo!
La verdad, la cosa está rara con la inflación. Como les digo, andamos negativos, con un -1,0% en septiembre. Lo bueno es que la inflación subyacente, que ignora esas cosas que cambian mucho de precio, se mantiene en un 0,2%. Pero, ¡ojo!, sigue estando por debajo de lo que el Banco quiere, que es entre el 3% y el 5%. Parece que todavía nos queda camino por recorrer para que el mango valga lo mismo de siempre.
Pero no todo está tan feo. La economía, a pesar de la inflación negativa, parece estar con ganas de crecer. El famoso IMAE, que mide la actividad económica, subió un 4,8% en agosto. Ahí sí, se nota que las empresas están trabajando a marchas forzadas, especialmente las que no están en las zonas francas, esas que le ponen duro al país de verdad. Eso sí, el crecimiento promedio de estos últimos ocho meses, que es un 4,4%, indica que estamos cerca de nuestro límite, así que no nos hagamos ilusiones de que vamos a volar hasta la luna.
Y hablando del trabajo, ahí hay señales positivas también. Hay menos gente buscando empleo, el desempleo ha bajado, y los salarios reales están creciendo. Pero hay un problema, diay… Cada vez hay menos gente metiendo las manos a trabajar. Mucha gente prefiere quedarse en casa cuidando a los niños o a los viejitos, y eso el Banco Central dice que es una cosa complicada, porque no tienen nada que ver con la tasa de interés. Más bien, parece que ya nadie quiere bretear…
Ahora, lo de afuera tampoco nos ayuda mucho. Los países gringos y europeos dicen que van a crecer un poquito más, pero la verdad, hay mucha incertidumbre. Las guerras, los impuestos nuevos, los cambios de reglas… Todo esto puede afectar nuestra economía, y por eso el Banco Central anda con pies de plomo. No quieren meter la pata y arruinar lo poquito que hemos avanzado.
Entonces, la conclusión es que el Banco Central está jugando a la segura. Prefiere mantenerse quieto, esperando a ver cómo evoluciona la situación. Dicen que la tasa está “neutral”, que no empuja ni frena la economía. Más bien, están esperando a que las medidas anteriores hagan efecto, aunque a veces tardan una eternidad. Es como regar una plantita y esperar a que crezca; paciencia, paciencia….
Vamos a ponerle pausa al asunto: el Banco Central está muy cauteloso, analizando cada movimiento con lupa. Quieren evitar cualquier sorpresa desagradable, pero a la vez necesitan activar la economía para que sigamos avanzando. Es una cuerda floja, diay... Un paso en falso y nos vamos al garete. La situación interna combinada con los vaivenes internacionales, los hacen andar con la mosca detrás de la oreja.
Bueno, pues con toda esta información, me pregunto: ¿ustedes creen que el Banco Central hizo bien en mantener la tasa de interés igual? ¿O deberían haberla bajado un poquito para darle más impulso a la economía? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensa el pueblo!
