¡Aguante, pura vida! Resulta que Boston Scientific, una empresa gringuita gigante de aparatos médicos, le anda echando presión a Joe Biden para que nos quite a Costa Rica de encima cualquier arancelito que quieran ponerle a los productos médicos. Dicen que somos un socio comercial bien chévere, gracias al CAFTA-DR, y que meterle mano a eso sería un despache enorme para la economía tica.
La movida comenzó el 17 de octubre, cuando mandaron una carta formal al secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard W. Lutnick. Un abogado loro, James Sawyer, puso la firma representando a la empresa. El documento, ya saben, está ahí, publicadito en un sitio web oficial del gobierno de allá, pa’ cualquiera que quiera echarle un ojo. Esto viene luego de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos abrió una investigación pa’ ver si los aparatos médicos que compran de afuera pueden representar algún tipo de amenaza pa’ la seguridad nacional, ¡imagínate!
Lo que dice la empresa es que nosotros, con el CAFTA-DR de por medio, estamos cumpliendo con todos los requisitos pa’ que los productos que fabricamos acá sean considerados “originarios” del tratado. En otras palabras, que no les pongas trabas, mae. También le piden al gobierno de Biden que siga tratándonos como iguales, dando preferencia a los productos que entran por este lado del mundo. Pa' ellos, meterle aranceles a esto sería como irse al traste, porque afectaría la competencia de la industria médica en Estados Unidos y hasta podría dañar la capacidad del país para atender emergencias sanitarias.
Y hablando de emergencia, no se van a creer esto. Boston Scientific lleva operando en Costa Rica por más de veinte años. Tenemos cuatro plantas de producción: tres en Heredia, Alajuela y Cartago, y otra oficina comercial en San José. Son unos de los principales empleadores del sector, así que obviamente no quieren que les pongan piedras en el camino. Estos compas tienen toda una red de colaboradores estratégicos alrededor del globo, desde México hasta Europa, y dicen que los aranceles afectarían mucho la estabilidad y funcionamiento de toda esa maquinaria.
Pero no solo Boston Scientific está defendiéndonos. El Gobierno de Costa Rica también le respondió al Departamento de Comercio de Estados Unidos, con el ministro Manuel Tovar al frente. El mensaje fue claro: nuestras exportaciones fortalecen, y no amenazan, la seguridad de los yanquis. Subrayaron que somos un socio confiable, que nuestra industria médica garantiza el acceso a productos esenciales y que, durante la pandemia, seguimos trabajando sin parar para enviarles lo que necesitaban. ¡Eso sí que es pura calidad!
Pa' ponerle más contexto a la vaineta, el estudio de mercado muestra que al mes de septiembre pasado, ¡el 48% de todas las cosas que vendimos fuera del país eran dispositivos médicos! Eso demuestra lo importante que es este sector para nuestra economía. Además, Costa Rica es el quinto mayor proveedor de estos productos pa’ Estados Unidos, ¿se dan cuenta qué magnitud tiene esto?
Ahora, claro, hay que tomar todo esto con pinzas. La decisión final sigue estando en manos de la Casa Blanca, que puede optar por imponer esos aranceles, o darle marcha atrás. Lo que sí es cierto es que la presión está puesta, y esperamos que nuestros representantes logren convencerlos de que seguir apostando por Costa Rica es una jugada maestra pa' ambos lados. Esta investigación, digamos, es un brete pa’ nosotros, pero vamos con todo para salir airosos. ¡Vamos a demostrarles de qué tan chingonas somos!
Con todo este panorama, ¿creen que el gobierno de Biden escuchará las peticiones de Boston Scientific y protegerá a Costa Rica de estos posibles aranceles? ¿O creen que la presión geopolítica terminará pesando más que los beneficios económicos de tenernos como aliado estratégico en el sector médico?
La movida comenzó el 17 de octubre, cuando mandaron una carta formal al secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard W. Lutnick. Un abogado loro, James Sawyer, puso la firma representando a la empresa. El documento, ya saben, está ahí, publicadito en un sitio web oficial del gobierno de allá, pa’ cualquiera que quiera echarle un ojo. Esto viene luego de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos abrió una investigación pa’ ver si los aparatos médicos que compran de afuera pueden representar algún tipo de amenaza pa’ la seguridad nacional, ¡imagínate!
Lo que dice la empresa es que nosotros, con el CAFTA-DR de por medio, estamos cumpliendo con todos los requisitos pa’ que los productos que fabricamos acá sean considerados “originarios” del tratado. En otras palabras, que no les pongas trabas, mae. También le piden al gobierno de Biden que siga tratándonos como iguales, dando preferencia a los productos que entran por este lado del mundo. Pa' ellos, meterle aranceles a esto sería como irse al traste, porque afectaría la competencia de la industria médica en Estados Unidos y hasta podría dañar la capacidad del país para atender emergencias sanitarias.
Y hablando de emergencia, no se van a creer esto. Boston Scientific lleva operando en Costa Rica por más de veinte años. Tenemos cuatro plantas de producción: tres en Heredia, Alajuela y Cartago, y otra oficina comercial en San José. Son unos de los principales empleadores del sector, así que obviamente no quieren que les pongan piedras en el camino. Estos compas tienen toda una red de colaboradores estratégicos alrededor del globo, desde México hasta Europa, y dicen que los aranceles afectarían mucho la estabilidad y funcionamiento de toda esa maquinaria.
Pero no solo Boston Scientific está defendiéndonos. El Gobierno de Costa Rica también le respondió al Departamento de Comercio de Estados Unidos, con el ministro Manuel Tovar al frente. El mensaje fue claro: nuestras exportaciones fortalecen, y no amenazan, la seguridad de los yanquis. Subrayaron que somos un socio confiable, que nuestra industria médica garantiza el acceso a productos esenciales y que, durante la pandemia, seguimos trabajando sin parar para enviarles lo que necesitaban. ¡Eso sí que es pura calidad!
Pa' ponerle más contexto a la vaineta, el estudio de mercado muestra que al mes de septiembre pasado, ¡el 48% de todas las cosas que vendimos fuera del país eran dispositivos médicos! Eso demuestra lo importante que es este sector para nuestra economía. Además, Costa Rica es el quinto mayor proveedor de estos productos pa’ Estados Unidos, ¿se dan cuenta qué magnitud tiene esto?
Ahora, claro, hay que tomar todo esto con pinzas. La decisión final sigue estando en manos de la Casa Blanca, que puede optar por imponer esos aranceles, o darle marcha atrás. Lo que sí es cierto es que la presión está puesta, y esperamos que nuestros representantes logren convencerlos de que seguir apostando por Costa Rica es una jugada maestra pa' ambos lados. Esta investigación, digamos, es un brete pa’ nosotros, pero vamos con todo para salir airosos. ¡Vamos a demostrarles de qué tan chingonas somos!
Con todo este panorama, ¿creen que el gobierno de Biden escuchará las peticiones de Boston Scientific y protegerá a Costa Rica de estos posibles aranceles? ¿O creen que la presión geopolítica terminará pesando más que los beneficios económicos de tenernos como aliado estratégico en el sector médico?