¡Ay, mae! Este Yorgos Lanthimos, ¿cómo le gusta provocar, diay? Ya había hecho cositas raras con 'Canino' y 'Langosta', pero ahora llegó con 'Bugonia'. Parece sacado de un sueño pesado, de esos en los que te sientes perdido y no sabes qué onda, pero al mismo tiempo no puedes apartar la vista. La película se basa en un filipino rarísimo llamado 'Save the Green Planet!', que poca gente vio pero que marcó a varios directores que andan buscando cosas diferentes.
La trama empieza con un rapto, pa’ que te hagas una idea. Secuestran a la presidenta de una farmacéutica gigante –Emma Stone dando cátedra, por cierto– y entonces empiezas a ver que todo está patas arriba. No es un secuestro normal, es un nudo gordísimo de sospechas, teorías conspirativas y gente actuando más rara que gallo en telar. Se nota que Lanthimos no quiso copiarle al original, sino hacerle su propia versión, con esa frialdad suya que a veces te deja pensando si estás viendo una comedia o un drama existencial.
Como bien sabemos, el director griego tiene un don para convertir situaciones extremas en algo hipnótico. Yo creo que eso es porque se enfoca en cómo se siente la gente en esas circunstancias, más que en lo que pasa exactamente. Aquí en ‘Bugonia’ no te regala respuestas fáciles, te lanza al medio de la incertidumbre y te espera a ver si aguantas el paso. Te hace sentir incómodo, lo cual no es malo, porque el buen arte a veces te tiene que sacudir un poco, ¿no?
Ahora, hablemos de la forma en que está hecha la película. Visualmente es un espectáculo, pero uno que te inquieta. Las cámaras juegan con ángulos rarísimos, los colores son apagados, todo se ve un poco enfermizo… Es como si estuvieras dentro de una pesadilla bien elaborada. Hay escenas que parecen pinturillas geométricas, pero llenas de tensión. Y la música, ¡madre mía! Contribuye a ese ambiente de desasosiego constante.
El elenco, pues, lo lleva sin despeinar. Emma Stone, como dije antes, está impresionante. Sabe transmitir toda esa paranoia y esa fragilidad que tiene el personaje. Y los secuestradores, unos tipos jóvenes con cara de hartazgo y frustración, representan a esa generación que vive pegada a la tecnología y que ya ni confía en nadie. No te ríes de ellos, los miras con lástima, porque al final todos estamos un poco perdidos en este mundo loco.
Lo interesante es que la película no te está diciendo qué pensar. No te da mensajes morales ni te sermonea sobre los peligros de la tecnología o las multinacionales. Simplemente te presenta un mundo retorcido, con reglas que no entiendes, y te obliga a sacar tus propias conclusiones. Ahí entra la inteligencia de Lanthimos, que prefiere mostrar, no contar. Te enseña cosas a punta de imágenes y sensaciones, sin necesidad de usar palabras grandilocuentes. Más que una historia, es un ejercicio de tensión, una invitación a cuestionarte todo lo que crees saber.
Al final, 'Bugonia' es una película que te persigue. No es fácil de digerir, te deja con más preguntas que respuestas, pero precisamente por eso te engancha. No te esperes palomitas y risas fáciles, esto es cine que te reta, que te exige pensar un poquito. Creo que es una de las películas más interesantes que he visto en mucho tiempo, y definitivamente vale la pena ir a verla, aunque te salga un chancho de susto. La verdad es que me dejó pensando si este mundo que llevamos es tan distinto de aquel que Lanthimos nos muestra, ¿no será que ya estamos todos viviendo en una especie de 'Bugonia'?
Después de tanta reflexión y tantas imágenes raras, me pregunto: ¿Crees que 'Bugonia' refleja nuestras ansiedades actuales respecto a la tecnología, la política y el medio ambiente, o es simplemente un ejercicio de estilo absurdista sin mayor pretensión?
La trama empieza con un rapto, pa’ que te hagas una idea. Secuestran a la presidenta de una farmacéutica gigante –Emma Stone dando cátedra, por cierto– y entonces empiezas a ver que todo está patas arriba. No es un secuestro normal, es un nudo gordísimo de sospechas, teorías conspirativas y gente actuando más rara que gallo en telar. Se nota que Lanthimos no quiso copiarle al original, sino hacerle su propia versión, con esa frialdad suya que a veces te deja pensando si estás viendo una comedia o un drama existencial.
Como bien sabemos, el director griego tiene un don para convertir situaciones extremas en algo hipnótico. Yo creo que eso es porque se enfoca en cómo se siente la gente en esas circunstancias, más que en lo que pasa exactamente. Aquí en ‘Bugonia’ no te regala respuestas fáciles, te lanza al medio de la incertidumbre y te espera a ver si aguantas el paso. Te hace sentir incómodo, lo cual no es malo, porque el buen arte a veces te tiene que sacudir un poco, ¿no?
Ahora, hablemos de la forma en que está hecha la película. Visualmente es un espectáculo, pero uno que te inquieta. Las cámaras juegan con ángulos rarísimos, los colores son apagados, todo se ve un poco enfermizo… Es como si estuvieras dentro de una pesadilla bien elaborada. Hay escenas que parecen pinturillas geométricas, pero llenas de tensión. Y la música, ¡madre mía! Contribuye a ese ambiente de desasosiego constante.
El elenco, pues, lo lleva sin despeinar. Emma Stone, como dije antes, está impresionante. Sabe transmitir toda esa paranoia y esa fragilidad que tiene el personaje. Y los secuestradores, unos tipos jóvenes con cara de hartazgo y frustración, representan a esa generación que vive pegada a la tecnología y que ya ni confía en nadie. No te ríes de ellos, los miras con lástima, porque al final todos estamos un poco perdidos en este mundo loco.
Lo interesante es que la película no te está diciendo qué pensar. No te da mensajes morales ni te sermonea sobre los peligros de la tecnología o las multinacionales. Simplemente te presenta un mundo retorcido, con reglas que no entiendes, y te obliga a sacar tus propias conclusiones. Ahí entra la inteligencia de Lanthimos, que prefiere mostrar, no contar. Te enseña cosas a punta de imágenes y sensaciones, sin necesidad de usar palabras grandilocuentes. Más que una historia, es un ejercicio de tensión, una invitación a cuestionarte todo lo que crees saber.
Al final, 'Bugonia' es una película que te persigue. No es fácil de digerir, te deja con más preguntas que respuestas, pero precisamente por eso te engancha. No te esperes palomitas y risas fáciles, esto es cine que te reta, que te exige pensar un poquito. Creo que es una de las películas más interesantes que he visto en mucho tiempo, y definitivamente vale la pena ir a verla, aunque te salga un chancho de susto. La verdad es que me dejó pensando si este mundo que llevamos es tan distinto de aquel que Lanthimos nos muestra, ¿no será que ya estamos todos viviendo en una especie de 'Bugonia'?
Después de tanta reflexión y tantas imágenes raras, me pregunto: ¿Crees que 'Bugonia' refleja nuestras ansiedades actuales respecto a la tecnología, la política y el medio ambiente, o es simplemente un ejercicio de estilo absurdista sin mayor pretensión?