¡Ay, Dios mío! Parece que este Festival de la Luz va a estar más controlado que el brete del Ministerio de Hacienda. La Municipalidad de San José le puso el turbo a la seguridad y anunció un operativo de “cero tolerancia” que dejaría boquiabierto hasta al más aguado de los fiestuqueros. Si pensabas venir relajadito con tu birrita y tus churros, mejor quédate en la casa viendo la tele, porque este año sí que no habrá juego.
Después de años de quejas sobre desórdenes públicos y pleitos durante la celebración, la Muni decidió tomar cartas en el asunto. Ya saben cómo es, cada año la misma historia: gente ebria causando problemas, vendedores ambulantes obstruyendo las vías y el Parque La Sabana convertido en escenario de situaciones incómodas. Este año, quieren evitarlo a toda costa, y vaya que lo están haciendo. Dicen que han aprendido la lección y que ya no van a permitir esos zafarrachos.
El punto más caliente de todo este rollo es, obviamente, la Ley Seca. Olvídete de llegar con tu hielera llena de Imperial o Baden, porque los mil oficiales que estarán patrullando la zona no van a tener ninguna piedad. Van a decomisar, sancionar y poner fin a cualquier intento de llevar alcohol al lugar. Además, si te agarran vendiendo, prepárate para enfrentar consecuencias legales. No es broma, la Muni lo está tomando muy en serio.
Pero no solo eso, el acceso al Parque La Sabana estará limitado a través de 11 puntos de control. Imagínate la fila... ¡una torta! Pero bueno, supongo que es el precio a pagar para que las familias puedan disfrutar del Festival de la Luz tranquilamente. En estos controles, los oficiales van a revisar a los asistentes para asegurarse de que no lleven pólvora, objetos punzocortantes o cualquier otra cosa que pueda alterar el orden público. Digo, con razón, porque no queremos que nadie salga herido o que la fiesta termine en tragedia.
Y hablando de cosas peligrosas, también les pusieron lupa a los vendedores ambulantes. Quien se aventure a vender juguetes luminosos o vigorones cerca del parque, se llevará una sorpresa amarga. La Muni ha decretado una restricción total de ventas ambulantes dentro del anillo de seguridad. Así buscan despejar las vías de evacuación y facilitar el trabajo de los oficiales. Entiendo que muchos dependen de esto para ganarse la vida, pero creo que es una medida necesaria para garantizar la seguridad de todos.
Los cierres de calles empezarán este viernes, así que preparen el corazón para el tráfico denso. Desde temprano, varios sectores alrededor de La Sabana estarán restringidos, afectando principalmente el Paseo Colón y sus alrededores. Recomiendan buscar rutas alternativas o, mejor aún, quedarse en casa y ver la transmisión en vivo por Repretel Canal 6. A decir verdad, mi abuela dice que en la tele se ve mejor que estando ahí metido entre la multitud, y quizás tenga razón.
Para los más nostálgicos que recuerdan los viejos tiempos de la “fiesta libre”, esta noticia puede ser un bajón considerable. Pero hay que reconocer que las cosas han cambiado y que la seguridad ciudadana es primordial. Al final, el objetivo es crear un ambiente festivo y seguro para todas las familias costarricenses. Además, si te sientes nostálgico, siempre puedes organizar tu propia mini-celebración en casa con amigos y familiares, aunque sin alcohol, claro.
En fin, parece que este Festival de la Luz será recordado no solo por las luces brillantes y los desfiles espectaculares, sino también por la impresionante operación de seguridad implementada. Ahora, me pregunto: ¿Creen que estas medidas extremas lograrán realmente disuadir a los posibles infractores y garantizar una fiesta tranquila, o simplemente ahogarían un poco el espíritu festivo tradicional de nuestra cultura?
Después de años de quejas sobre desórdenes públicos y pleitos durante la celebración, la Muni decidió tomar cartas en el asunto. Ya saben cómo es, cada año la misma historia: gente ebria causando problemas, vendedores ambulantes obstruyendo las vías y el Parque La Sabana convertido en escenario de situaciones incómodas. Este año, quieren evitarlo a toda costa, y vaya que lo están haciendo. Dicen que han aprendido la lección y que ya no van a permitir esos zafarrachos.
El punto más caliente de todo este rollo es, obviamente, la Ley Seca. Olvídete de llegar con tu hielera llena de Imperial o Baden, porque los mil oficiales que estarán patrullando la zona no van a tener ninguna piedad. Van a decomisar, sancionar y poner fin a cualquier intento de llevar alcohol al lugar. Además, si te agarran vendiendo, prepárate para enfrentar consecuencias legales. No es broma, la Muni lo está tomando muy en serio.
Pero no solo eso, el acceso al Parque La Sabana estará limitado a través de 11 puntos de control. Imagínate la fila... ¡una torta! Pero bueno, supongo que es el precio a pagar para que las familias puedan disfrutar del Festival de la Luz tranquilamente. En estos controles, los oficiales van a revisar a los asistentes para asegurarse de que no lleven pólvora, objetos punzocortantes o cualquier otra cosa que pueda alterar el orden público. Digo, con razón, porque no queremos que nadie salga herido o que la fiesta termine en tragedia.
Y hablando de cosas peligrosas, también les pusieron lupa a los vendedores ambulantes. Quien se aventure a vender juguetes luminosos o vigorones cerca del parque, se llevará una sorpresa amarga. La Muni ha decretado una restricción total de ventas ambulantes dentro del anillo de seguridad. Así buscan despejar las vías de evacuación y facilitar el trabajo de los oficiales. Entiendo que muchos dependen de esto para ganarse la vida, pero creo que es una medida necesaria para garantizar la seguridad de todos.
Los cierres de calles empezarán este viernes, así que preparen el corazón para el tráfico denso. Desde temprano, varios sectores alrededor de La Sabana estarán restringidos, afectando principalmente el Paseo Colón y sus alrededores. Recomiendan buscar rutas alternativas o, mejor aún, quedarse en casa y ver la transmisión en vivo por Repretel Canal 6. A decir verdad, mi abuela dice que en la tele se ve mejor que estando ahí metido entre la multitud, y quizás tenga razón.
Para los más nostálgicos que recuerdan los viejos tiempos de la “fiesta libre”, esta noticia puede ser un bajón considerable. Pero hay que reconocer que las cosas han cambiado y que la seguridad ciudadana es primordial. Al final, el objetivo es crear un ambiente festivo y seguro para todas las familias costarricenses. Además, si te sientes nostálgico, siempre puedes organizar tu propia mini-celebración en casa con amigos y familiares, aunque sin alcohol, claro.
En fin, parece que este Festival de la Luz será recordado no solo por las luces brillantes y los desfiles espectaculares, sino también por la impresionante operación de seguridad implementada. Ahora, me pregunto: ¿Creen que estas medidas extremas lograrán realmente disuadir a los posibles infractores y garantizar una fiesta tranquila, o simplemente ahogarían un poco el espíritu festivo tradicional de nuestra cultura?
