¡Buenas tardes, compas del Foro! Prepárense porque hoy les voy a contar cómo el dólar nos dio un susto tremendo. Después de meses donde parecía que iba a echarse unas siestas largas, de repente decide despertar con ganas y subir como espuma. Sí, señores, el tipo de cambio pegó un brinco que nos tiene a todos rasurándonos la cabeza preguntándonos qué pasó.
Para ponerlos en clima, recuerden que durante varias semanas el dólar andaba bien mansito, incluso rozando niveles que no habíamos visto en mucho tiempo. Gracias al turismo que sigue sacando adelante la gallina de los huevos de oro, a los exportadores que andaban liquidando sus divisas, y a que los importadores estaban como con sueño, demandando poco. Parecía que íbamos a vivir en un mundo donde el dólar era como el chunche del vecino, siempre ahí pero sin hacer ruido. Pero resulta que la calma antes de la tormenta existía, y esta vez llegó con fuerza.
El martes pasado, 9 de diciembre de 2025, el Monex amaneció con un panorama diferente. De entrada, el precio de apertura ya estaba mostrando signos de inquietud, en ¢493,50. Pero ni se imaginaban lo que vendría después. Durante toda la jornada, el dólar fue buscando su camino al alza, llegando hasta tocar el pico de ¢498,50. Al final del día, cerró en ¢496,72, ¡una escalada de ¢5,63 respecto al lunes! Digamos que el dólar decidió estirar las piernas y recordarnos quién manda en el ring.
Y hablando de números, fíjense que aunque el dólar subió, el volumen de operaciones fue bastante flojo. Se negociaron apenas unos 11,79 millones de dólares en 216 operaciones. Esto es significativamente menor a los 19,49 millones del lunes y muchísimo menos que los 87,79 millones de hacía una semana. ¿Qué significa esto? Pues que con poca liquidez en el mercado, cualquier pequeño movimiento puede generar olas gigantescas en el precio. Como decirles, muchachos, ¡el mercado estaba como un gato encima de la cerca!
Ahora, ¿qué pasó con los bancos? Bueno, ellos no se quedaron cruzados de brazos. Apenas sintieron el cambio en el Monex, ajustaron sus precios a velocidad de rayo. A eso de las 3:30 p.m., el BCR lo estaba vendiendo en ¢502, el Banco Nacional en ¢501, el Banco Popular en ¢503 y las bancas privadas rondando los ¢502-¢506. Por el lado de la compra, prácticamente todos estaban ofreciendo ¢476 o más. Así que, si necesitabas cambiar billetes, tenías que aflojar la chequera un poquito más de lo usual.
Pero ojo, que esta subida no cayó del cielo. Varios expertos han señalado que podría tratarse de un ajuste después de tanta caída. Quizás el mercado simplemente necesitaba respirar y corregir esos precios tan bajos que habíamos tenido. También existe la posibilidad de que haya algún comprador grande presionando al alza, o incluso que el Banco Central esté jugando un papel para evitar fluctuaciones extremas. Diay, quién sabe... Lo cierto es que nadie tiene la bola de cristal.
Esto nos deja pensando en varios escenarios futuros. ¿Seguirá el dólar subiendo y nos vamos a comer otra sobada en las importaciones? ¿O será solo un parpadeo antes de retomar la senda a la baja? Algunos dicen que estamos entrando en un periodo de mayor volatilidad, donde el tipo de cambio podría bailar al ritmo de las noticias internacionales y de las decisiones que se tomen en Washington. Ya saben, el dólar siempre ha sido como el loro, imitando lo que pasa en otros países.
En fin, muchachos, el mercado cambiario nos está dando un buen empujón. Ahora toca ver cómo reaccionamos nosotros, los ciudadanos comunes. ¿Es momento de cubrirse con dólares? ¿O deberíamos esperar a ver cómo evoluciona la situación? Y aquí va la pregunta para ustedes, compas del Foro: considerando la inflación que nos espera y las perspectivas económicas generales, ¿creen que esta subida del dólar es algo pasajero o estamos encaminados a una época de incertidumbre financiera? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Para ponerlos en clima, recuerden que durante varias semanas el dólar andaba bien mansito, incluso rozando niveles que no habíamos visto en mucho tiempo. Gracias al turismo que sigue sacando adelante la gallina de los huevos de oro, a los exportadores que andaban liquidando sus divisas, y a que los importadores estaban como con sueño, demandando poco. Parecía que íbamos a vivir en un mundo donde el dólar era como el chunche del vecino, siempre ahí pero sin hacer ruido. Pero resulta que la calma antes de la tormenta existía, y esta vez llegó con fuerza.
El martes pasado, 9 de diciembre de 2025, el Monex amaneció con un panorama diferente. De entrada, el precio de apertura ya estaba mostrando signos de inquietud, en ¢493,50. Pero ni se imaginaban lo que vendría después. Durante toda la jornada, el dólar fue buscando su camino al alza, llegando hasta tocar el pico de ¢498,50. Al final del día, cerró en ¢496,72, ¡una escalada de ¢5,63 respecto al lunes! Digamos que el dólar decidió estirar las piernas y recordarnos quién manda en el ring.
Y hablando de números, fíjense que aunque el dólar subió, el volumen de operaciones fue bastante flojo. Se negociaron apenas unos 11,79 millones de dólares en 216 operaciones. Esto es significativamente menor a los 19,49 millones del lunes y muchísimo menos que los 87,79 millones de hacía una semana. ¿Qué significa esto? Pues que con poca liquidez en el mercado, cualquier pequeño movimiento puede generar olas gigantescas en el precio. Como decirles, muchachos, ¡el mercado estaba como un gato encima de la cerca!
Ahora, ¿qué pasó con los bancos? Bueno, ellos no se quedaron cruzados de brazos. Apenas sintieron el cambio en el Monex, ajustaron sus precios a velocidad de rayo. A eso de las 3:30 p.m., el BCR lo estaba vendiendo en ¢502, el Banco Nacional en ¢501, el Banco Popular en ¢503 y las bancas privadas rondando los ¢502-¢506. Por el lado de la compra, prácticamente todos estaban ofreciendo ¢476 o más. Así que, si necesitabas cambiar billetes, tenías que aflojar la chequera un poquito más de lo usual.
Pero ojo, que esta subida no cayó del cielo. Varios expertos han señalado que podría tratarse de un ajuste después de tanta caída. Quizás el mercado simplemente necesitaba respirar y corregir esos precios tan bajos que habíamos tenido. También existe la posibilidad de que haya algún comprador grande presionando al alza, o incluso que el Banco Central esté jugando un papel para evitar fluctuaciones extremas. Diay, quién sabe... Lo cierto es que nadie tiene la bola de cristal.
Esto nos deja pensando en varios escenarios futuros. ¿Seguirá el dólar subiendo y nos vamos a comer otra sobada en las importaciones? ¿O será solo un parpadeo antes de retomar la senda a la baja? Algunos dicen que estamos entrando en un periodo de mayor volatilidad, donde el tipo de cambio podría bailar al ritmo de las noticias internacionales y de las decisiones que se tomen en Washington. Ya saben, el dólar siempre ha sido como el loro, imitando lo que pasa en otros países.
En fin, muchachos, el mercado cambiario nos está dando un buen empujón. Ahora toca ver cómo reaccionamos nosotros, los ciudadanos comunes. ¿Es momento de cubrirse con dólares? ¿O deberíamos esperar a ver cómo evoluciona la situación? Y aquí va la pregunta para ustedes, compas del Foro: considerando la inflación que nos espera y las perspectivas económicas generales, ¿creen que esta subida del dólar es algo pasajero o estamos encaminados a una época de incertidumbre financiera? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
