¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, con la carretea a San Carlos en peligro. Resulta que la Asociación Pro Carretera está sacudida, porque parece que la bronca entre el Gobierno y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) podría frenar el proyecto. Ya saben, la carretea que llevamos esperando, diay, unos cincuenta años… Parece mentira, ¿verdad?
La movida es así: las obras del tramo central debían haber empezado en septiembre, pero ahí no pasó nada. Le dieron el proyecto a CHEC, la única empresa que se animó a postular, pero necesitan el visto bueno del BID para arrancar. Pero aquí viene el agarrón, porque el Gobierno dice que el Banco anda atascando todo, mientras que la Asociación dice que la bronca es porque el cartel de licitación no cumplió con unos requisitos que ahora pide el BID. Una torta, vamos.
Y ojo que el BID también está financiando la punta sur, ese tramo de 8,5 kilómetros entre Sifón de San Ramón y San Miguel de Naranjo, que le tocó a Meco, con cerca de 200 millones de dólares. Ahí radica el problema, porque si hay lío con el tramo central, el dinero para la punta sur también se puede ver afectado. Imagínense la papeleta: si no llega el financiamiento, la carretea queda parada, una vez más. ¡Qué sal!
Carolina Solís, representante de la Asociación Pro Carretera, no se anduvo con rodeos: “Le correspondía a este Gobierno echarle mano a la obra, pero lamentablemente no lo hicieron. Ahora tenemos un escenario preocupante porque la unidad ejecutora no tiene ni idea y no hay claridad con el BID. Esto pone en riesgo el presupuesto de todo el proyecto”. En otras palabras, mae, la situación está más que complicada.
Ahora, resulta que Meco sí está haciendo algunos trabajos en la zona, estudios de suelo y topografía, pero están a la espera de los diseños finales para poder empezar a construir. Según Guillermo Carazo, del CFIA, esperan que eso pase a más tardar en enero. Él cree que no hay mucho riesgo para la punta sur, porque ahí todo está más o menos claro en cuanto a contratos. ¡Esperemos que tenga razón, por favor!
Pero la cosa se complica aún más. Si la obra se desfinancia, Meco podría meter una demanda por incumplimiento. Ya tienen una oficina alquilada en San Ramón y han avanzado algunas cosas, así que no van a dejar pasar la oportunidad de reclamar. Imaginen el escándalo si esto llega a tribunales… ¡Qué carga!
Algunos murmuran que el Presidente Chaves está tratando de crear tensión con el BID, cuando lo cierto es que el problema es producto de fallas en el proceso de licitación. Entonces, la Asociación pide al Gobierno que hable con calma con el BID y cumpla con lo que se requiere. Pero vaya que es difícil esperar que las cosas cambien, considerando la historia turbulenta de este proyecto. La carretea a San Carlos, diay, es un chunche que nos ha dado dolores de cabeza durante décadas.
Así que aquí estamos, con la carretera a San Carlos otra vez al borde del precipicio. ¿Será que finalmente veremos esta obra terminada o seguimos llevando años esperando? ¿Ustedes creen que el gobierno encontrará una solución rápida a este brete con el BID, o deberíamos prepararnos para seguir esperando, diay, hasta cuándo?
La movida es así: las obras del tramo central debían haber empezado en septiembre, pero ahí no pasó nada. Le dieron el proyecto a CHEC, la única empresa que se animó a postular, pero necesitan el visto bueno del BID para arrancar. Pero aquí viene el agarrón, porque el Gobierno dice que el Banco anda atascando todo, mientras que la Asociación dice que la bronca es porque el cartel de licitación no cumplió con unos requisitos que ahora pide el BID. Una torta, vamos.
Y ojo que el BID también está financiando la punta sur, ese tramo de 8,5 kilómetros entre Sifón de San Ramón y San Miguel de Naranjo, que le tocó a Meco, con cerca de 200 millones de dólares. Ahí radica el problema, porque si hay lío con el tramo central, el dinero para la punta sur también se puede ver afectado. Imagínense la papeleta: si no llega el financiamiento, la carretea queda parada, una vez más. ¡Qué sal!
Carolina Solís, representante de la Asociación Pro Carretera, no se anduvo con rodeos: “Le correspondía a este Gobierno echarle mano a la obra, pero lamentablemente no lo hicieron. Ahora tenemos un escenario preocupante porque la unidad ejecutora no tiene ni idea y no hay claridad con el BID. Esto pone en riesgo el presupuesto de todo el proyecto”. En otras palabras, mae, la situación está más que complicada.
Ahora, resulta que Meco sí está haciendo algunos trabajos en la zona, estudios de suelo y topografía, pero están a la espera de los diseños finales para poder empezar a construir. Según Guillermo Carazo, del CFIA, esperan que eso pase a más tardar en enero. Él cree que no hay mucho riesgo para la punta sur, porque ahí todo está más o menos claro en cuanto a contratos. ¡Esperemos que tenga razón, por favor!
Pero la cosa se complica aún más. Si la obra se desfinancia, Meco podría meter una demanda por incumplimiento. Ya tienen una oficina alquilada en San Ramón y han avanzado algunas cosas, así que no van a dejar pasar la oportunidad de reclamar. Imaginen el escándalo si esto llega a tribunales… ¡Qué carga!
Algunos murmuran que el Presidente Chaves está tratando de crear tensión con el BID, cuando lo cierto es que el problema es producto de fallas en el proceso de licitación. Entonces, la Asociación pide al Gobierno que hable con calma con el BID y cumpla con lo que se requiere. Pero vaya que es difícil esperar que las cosas cambien, considerando la historia turbulenta de este proyecto. La carretea a San Carlos, diay, es un chunche que nos ha dado dolores de cabeza durante décadas.
Así que aquí estamos, con la carretera a San Carlos otra vez al borde del precipicio. ¿Será que finalmente veremos esta obra terminada o seguimos llevando años esperando? ¿Ustedes creen que el gobierno encontrará una solución rápida a este brete con el BID, o deberíamos prepararnos para seguir esperando, diay, hasta cuándo?