¡Aguántense!, vecinos de Cartago. La Municipalidad se puso manos a la obra y va a darle un buen lavado de cara al río Taras, justo en la zona de La Lima. Parece que aprendieron la lección de años anteriores, cuando el río se hinchaba hasta decir basta y causaba dolores de cabeza por todos lados. Así que ya saben, si andan cerca, espérenlos trabajando duro para que este año no nos llevemos ninguna sorpresa fea.
La movida es seria, chavos. No es vaina menor. Resulta que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y el MINAE, esos que siempre tienen que poner el sello de aprobación, dieron luz verde al plan. Eso significa que todo está hecho legalmente y que no van a meterse en líos. Se trata de quitarle los mosquitos al río, literalmente, sacando toda esa mugre y sedimento que se ha ido juntando con el tiempo. Ya saben, hojas secas, basura, pedregales... todo eso que impide que el agua fluya bien y nos causa problemas cuando llueve a mares.
Mario Redondo, el alcalde de Cartago, no se anda con rodeos. Dice que la situación se había complicado bastante, porque ahora resulta que conseguir los permisos para entrar al río es más engorroso que escalar el volcán Irazú. Antes era más fácil, pero ahora hay que cumplir con mil requisitos para no meter la pata. Pero bueno, al final lograron conseguir todo lo necesario y la maquinaria ya está lista para empezar a trabajar. ¡Así se hace!
¿Y qué van a hacer exactamente con la maquinaria?, se preguntarán. Pues resultas, van a utilizar una retroexcavadora, esas máquinas gigantes que pueden mover montañas. Con ellas van a retirar toneladas de sedimentos, escombros, maleza... todo lo que esté estorbando el paso del agua. Además, van a reforzar las orillas del río para que no se derrumben y causen aún más daño. Una verdadera faena digna de ver, ¿eh?
Pero ojo, chavalos, no todo es miel sobre hojuelas. Resulta que algunas personas se habían colgado (invadido, para hablar claro) parte del terreno ribereño del río. El alcalde ya les avisó: si no retiran sus cosas voluntariamente, la municipalidad va a tener que mandarlas a derribar. ¡Ni modo!, parece que algunos no aprenden la lección y siguen pensando que pueden hacer lo que quieran. Mejor apurarse a quitar lo que tengan ahí antes de que venga la grúa.
Además de la maquinaria pesada, también van a inspeccionar y limpiar las alcantarillas y los canales de drenaje de la zona. Porque no sirve de mucho limpiar el río si luego el agua se atora en otros lugares. Hay que pensar en todo, desde la raíz hasta la punta. Así es como se hacen las cosas bien hechas, con planificación y atención al detalle.
Este brete se está haciendo con la esperanza de que las próximas lluvias no nos peguen tan duro como en años pasados. Dios diría que sí, pero uno nunca sabe. Lo importante es que la municipalidad está tomando cartas en el asunto y haciendo lo posible para protegernos. Ojalá que todo salga como dicen y podamos dormir tranquilos sabiendo que estamos un poco más seguros. Al fin y al cabo, nadie quiere vivir con el miedo de que el río se salga de madre y nos lleve todo a cuestas, ¿verdad?
Con todo esto dicho, me pregunto: ¿Ustedes creen que la municipalidad debería invertir más en sistemas de alerta temprana para inundaciones, o sería más efectivo enfocarse en mejorar la infraestructura existente como la limpieza del río Taras? ¿Cuál consideran que es la estrategia más efectiva para proteger a las comunidades costeras de los riesgos climáticos que enfrentamos en Costa Rica?
La movida es seria, chavos. No es vaina menor. Resulta que la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y el MINAE, esos que siempre tienen que poner el sello de aprobación, dieron luz verde al plan. Eso significa que todo está hecho legalmente y que no van a meterse en líos. Se trata de quitarle los mosquitos al río, literalmente, sacando toda esa mugre y sedimento que se ha ido juntando con el tiempo. Ya saben, hojas secas, basura, pedregales... todo eso que impide que el agua fluya bien y nos causa problemas cuando llueve a mares.
Mario Redondo, el alcalde de Cartago, no se anda con rodeos. Dice que la situación se había complicado bastante, porque ahora resulta que conseguir los permisos para entrar al río es más engorroso que escalar el volcán Irazú. Antes era más fácil, pero ahora hay que cumplir con mil requisitos para no meter la pata. Pero bueno, al final lograron conseguir todo lo necesario y la maquinaria ya está lista para empezar a trabajar. ¡Así se hace!
¿Y qué van a hacer exactamente con la maquinaria?, se preguntarán. Pues resultas, van a utilizar una retroexcavadora, esas máquinas gigantes que pueden mover montañas. Con ellas van a retirar toneladas de sedimentos, escombros, maleza... todo lo que esté estorbando el paso del agua. Además, van a reforzar las orillas del río para que no se derrumben y causen aún más daño. Una verdadera faena digna de ver, ¿eh?
Pero ojo, chavalos, no todo es miel sobre hojuelas. Resulta que algunas personas se habían colgado (invadido, para hablar claro) parte del terreno ribereño del río. El alcalde ya les avisó: si no retiran sus cosas voluntariamente, la municipalidad va a tener que mandarlas a derribar. ¡Ni modo!, parece que algunos no aprenden la lección y siguen pensando que pueden hacer lo que quieran. Mejor apurarse a quitar lo que tengan ahí antes de que venga la grúa.
Además de la maquinaria pesada, también van a inspeccionar y limpiar las alcantarillas y los canales de drenaje de la zona. Porque no sirve de mucho limpiar el río si luego el agua se atora en otros lugares. Hay que pensar en todo, desde la raíz hasta la punta. Así es como se hacen las cosas bien hechas, con planificación y atención al detalle.
Este brete se está haciendo con la esperanza de que las próximas lluvias no nos peguen tan duro como en años pasados. Dios diría que sí, pero uno nunca sabe. Lo importante es que la municipalidad está tomando cartas en el asunto y haciendo lo posible para protegernos. Ojalá que todo salga como dicen y podamos dormir tranquilos sabiendo que estamos un poco más seguros. Al fin y al cabo, nadie quiere vivir con el miedo de que el río se salga de madre y nos lleve todo a cuestas, ¿verdad?
Con todo esto dicho, me pregunto: ¿Ustedes creen que la municipalidad debería invertir más en sistemas de alerta temprana para inundaciones, o sería más efectivo enfocarse en mejorar la infraestructura existente como la limpieza del río Taras? ¿Cuál consideran que es la estrategia más efectiva para proteger a las comunidades costeras de los riesgos climáticos que enfrentamos en Costa Rica?