¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, resulta que el Cártel del Caribe Sur, esos mismos encabezados por Shock y Noni, han hecho de Isla Chira, allá en Puntarenas, su rancho pa' traer droga. Pero no solo eso, parece que también le dieron duro al medio ambiente, ¡qué torta!
Según el OIJ, la organización criminal, utilizando sus artilugios, compró una finca en la isla, un lugar estratégico con poca vigilancia, perfecto pa' sus negocios turbios. Esa isla, que está ahí tranquila en el Golfo de Nicoya, ahora luce marcada por la ambición de estos malos, dejando una herida bien profunda en el paisaje.
Un video aéreo que liberó el OIJ muestra un canal recién hecho, una suerte de carretera pa' las lanchas que venían desde Colombia cargadas de vicio. Imagínate el impacto, armando un pasaje así en medio de la naturaleza, pisoteando toda la flora y fauna que vivía por allí. ¡Se creyeron dueños del pedregal!
Michael Soto, el director interino del OIJ, comentó que esto no es novedad. Dice que ya habían visto cómo las bandas limonenses operan en el Pacífico, e incluso han detectado gente del Caribe moviéndose por esas aguas. “Este cártel tenía la particularidad de usar Isla Chira como punto de entrada pa’ distribuir la droga por todo el país”, explicó el jerarca, con cara de preocupación.
El fiscal general, Carlo Díaz, no se quedó atrás: afirmó que este cártel era re fuerte, abasteciendo de droga a todo el país e incluso exportándola a Europa. Parece que tenían contactos hasta en las altas esferas, ¡qué carga! Y no solo cocaína y marihuana, sino otros tipos de sustancias ilícitas que afectan a nuestra juventud.
Ahora, Shock, el jefe de la banda, anda paseándose por Londres, gracias a un pedido de la justicia estadounidense. Su hermano, Noni, está recluido en La Reforma esperando lo mismo. “La Fiscalía tiene la capacidad de investigar y extraditar, como vemos ahora”, sentenció Díaz, mostrando que no andan jugando con esto.
Después de los registros, el OIJ y la Fiscalía lograron decomisar unos 97 millones de colones y propiedades valoradas en casi cuatro millones de dólares. Una suma considerable que seguramente se usaba pa' financiar sus operaciones y sobornar a unos cuantos. Parece que les gustó mucho el brete de traficar droga.
En fin, esta situación nos da que pensar. ¿Cómo podemos proteger nuestros espacios naturales de la explotación criminal? ¿Deberíamos aumentar la vigilancia en zonas remotas como Isla Chira o apostar por programas de desarrollo sostenible que beneficien a las comunidades locales? ¿Será que necesitamos una estrategia nacional más contundente contra el narcotráfico?
Según el OIJ, la organización criminal, utilizando sus artilugios, compró una finca en la isla, un lugar estratégico con poca vigilancia, perfecto pa' sus negocios turbios. Esa isla, que está ahí tranquila en el Golfo de Nicoya, ahora luce marcada por la ambición de estos malos, dejando una herida bien profunda en el paisaje.
Un video aéreo que liberó el OIJ muestra un canal recién hecho, una suerte de carretera pa' las lanchas que venían desde Colombia cargadas de vicio. Imagínate el impacto, armando un pasaje así en medio de la naturaleza, pisoteando toda la flora y fauna que vivía por allí. ¡Se creyeron dueños del pedregal!
Michael Soto, el director interino del OIJ, comentó que esto no es novedad. Dice que ya habían visto cómo las bandas limonenses operan en el Pacífico, e incluso han detectado gente del Caribe moviéndose por esas aguas. “Este cártel tenía la particularidad de usar Isla Chira como punto de entrada pa’ distribuir la droga por todo el país”, explicó el jerarca, con cara de preocupación.
El fiscal general, Carlo Díaz, no se quedó atrás: afirmó que este cártel era re fuerte, abasteciendo de droga a todo el país e incluso exportándola a Europa. Parece que tenían contactos hasta en las altas esferas, ¡qué carga! Y no solo cocaína y marihuana, sino otros tipos de sustancias ilícitas que afectan a nuestra juventud.
Ahora, Shock, el jefe de la banda, anda paseándose por Londres, gracias a un pedido de la justicia estadounidense. Su hermano, Noni, está recluido en La Reforma esperando lo mismo. “La Fiscalía tiene la capacidad de investigar y extraditar, como vemos ahora”, sentenció Díaz, mostrando que no andan jugando con esto.
Después de los registros, el OIJ y la Fiscalía lograron decomisar unos 97 millones de colones y propiedades valoradas en casi cuatro millones de dólares. Una suma considerable que seguramente se usaba pa' financiar sus operaciones y sobornar a unos cuantos. Parece que les gustó mucho el brete de traficar droga.
En fin, esta situación nos da que pensar. ¿Cómo podemos proteger nuestros espacios naturales de la explotación criminal? ¿Deberíamos aumentar la vigilancia en zonas remotas como Isla Chira o apostar por programas de desarrollo sostenible que beneficien a las comunidades locales? ¿Será que necesitamos una estrategia nacional más contundente contra el narcotráfico?