¡Ay, pata! Aquí seguimos viendo cómo le meten duro a los peces gordos del Cártel del Caribe Sur. Después de toda la movida del 'Operativo Traición' donde agarraron a varios cabecillas, resulta que para el Fiscal Carlo Díaz, lo realmente importante está apenas comenzando: quitarles hasta el último chunche.
Como bien saben los que andamos al tanto, el operativo fue grandote, con montones de agentes y decomisos en varios puntos del país. Pero Díaz nos dice clarito que eso no es suficiente. Según él, si no les arrebatamos todo lo que robaron, estos tipos salen de la cárcel, se compran otro carro importado y vuelven a meterse en bretes ilegales como si nada.
La Fiscalía ha estado picando piedra investigando cómo lavaron todo ese dinero sucio. Parece que los familiares de los jefes estaban reportando sueldos miserables – ¡más bajos que el salario mínimo, diay! –, mientras vivían con un estilo de vida digno de un rey. Mansiones lujosas, carros deportivos, viajes… ¡todo pagado con plata de la droga!
“Es evidente que esos lujos no provienen de trabajar honestamente”, declaró Díaz en entrevista exclusiva con Diario Extra. “Estamos hablando de viviendas opulentas, lugares de recreo increíbles... Un verdadero espectáculo que responde directamente a las economías ilícitas generadas por el narcotráfico.” Se entiende, ¿no?
Rafael Ángel Guillén, ex director del OIJ, coincide totalmente con el Fiscal. Él dice que lo más efectivo es ir directo al bolsillo de estos delincuentes. “De nada sirve meterlos a la cárcel si luego pueden salir y seguir financiando sus operaciones. Arrebatarles el capital es el golpe más contundente que podemos darle a estas organizaciones”.
Y es que la cosa es clara: estos narcos no son precisamente gente humilde. Han vivido a lo grande durante años, gastando a manos llenas y creyendo que eran intocables. Ahora, gracias a la labor de la Fiscalía y el OIJ, estamos viendo cómo se les empieza a secar el pozo. Lo cual, francamente, da un poquito de esperanza.
Pero ojo, esto no significa que la guerra contra el narcotráfico haya terminado. Sabemos que siempre hay otros que quieren ocupar su lugar, y que este negocio seguirá siendo atractivo para algunos. Por eso, es crucial mantener la presión, fortalecer las instituciones y educar a la población sobre los peligros de este flagelo.
Ahora bien, teniendo todo esto presente, y considerando la magnitud de las investigaciones y los recursos involucrados, ¿creen ustedes que el Estado podrá recuperar efectivamente todos los bienes adquiridos ilícitamente por miembros del Cártel del Caribe Sur, o se enfrentará a batallas legales interminables que podrían diluir el impacto de esta histórica medida?
Como bien saben los que andamos al tanto, el operativo fue grandote, con montones de agentes y decomisos en varios puntos del país. Pero Díaz nos dice clarito que eso no es suficiente. Según él, si no les arrebatamos todo lo que robaron, estos tipos salen de la cárcel, se compran otro carro importado y vuelven a meterse en bretes ilegales como si nada.
La Fiscalía ha estado picando piedra investigando cómo lavaron todo ese dinero sucio. Parece que los familiares de los jefes estaban reportando sueldos miserables – ¡más bajos que el salario mínimo, diay! –, mientras vivían con un estilo de vida digno de un rey. Mansiones lujosas, carros deportivos, viajes… ¡todo pagado con plata de la droga!
“Es evidente que esos lujos no provienen de trabajar honestamente”, declaró Díaz en entrevista exclusiva con Diario Extra. “Estamos hablando de viviendas opulentas, lugares de recreo increíbles... Un verdadero espectáculo que responde directamente a las economías ilícitas generadas por el narcotráfico.” Se entiende, ¿no?
Rafael Ángel Guillén, ex director del OIJ, coincide totalmente con el Fiscal. Él dice que lo más efectivo es ir directo al bolsillo de estos delincuentes. “De nada sirve meterlos a la cárcel si luego pueden salir y seguir financiando sus operaciones. Arrebatarles el capital es el golpe más contundente que podemos darle a estas organizaciones”.
Y es que la cosa es clara: estos narcos no son precisamente gente humilde. Han vivido a lo grande durante años, gastando a manos llenas y creyendo que eran intocables. Ahora, gracias a la labor de la Fiscalía y el OIJ, estamos viendo cómo se les empieza a secar el pozo. Lo cual, francamente, da un poquito de esperanza.
Pero ojo, esto no significa que la guerra contra el narcotráfico haya terminado. Sabemos que siempre hay otros que quieren ocupar su lugar, y que este negocio seguirá siendo atractivo para algunos. Por eso, es crucial mantener la presión, fortalecer las instituciones y educar a la población sobre los peligros de este flagelo.
Ahora bien, teniendo todo esto presente, y considerando la magnitud de las investigaciones y los recursos involucrados, ¿creen ustedes que el Estado podrá recuperar efectivamente todos los bienes adquiridos ilícitamente por miembros del Cártel del Caribe Sur, o se enfrentará a batallas legales interminables que podrían diluir el impacto de esta histórica medida?