¡Ay, Dios mío, qué vaina! Parece que el circo sigue montado con el caso de Liu Paniagua y los diputados Obando y Vargas. Resulta que los magistrados de la Sala de Casación Penal siguen teniendo la solicitud del fiscal Díaz ‘en estudio’, lo que significa que seguimos dando vueltas y vueltas sin llegar a ningún lado. Esto, después de todas las revelaciones que sacó CR Hoy sobre el rol de este personaje y sus tiesos.
Como recordaremos, la movida empezó cuando CR Hoy destapó el potrero con pruebas de que el empresario Liu Paniagua, alias ‘Bayron’, habría financiado las campañas políticas de estos diputados. Ahí salió a relucir hasta un mensaje donde un fulano contaba que el tipo le había prometido un millón de dólares para echarle salsa a sus negocios. Una historia de esas que te dejan boquiabierto, vamos.
El fiscal general, Carlo Díaz, ahora sale con la cantaleta de que sí hicieron diligencias, pero que no encontraron “actividad delictiva”. ¡Diga, hombre! ¿En serio espera que nos tragamos eso? Después de todo lo que salió a la luz, parece que alguien anda tapando el sol con la mano. Hay quien dice que esto huele a chamusquina, y no poco.
Y lo peor es que no solo está investigado por legitimación de capitales, sino que además andaba buscando diputados para convencerlos de apoyar su negocio del cáñamo. Según la información que llegó a manos de CR Hoy, el tipo se reunió con el diputado Manuel Morales, que era el que estaba más al tanto del tema, y hasta le presentó a sus brokers internacionales. ¡Un verdadero networking!
Lo curioso es que Liu Paniagua niega rotundamente haberles dado lana a los diputados. Dice que todo fue para buscar un acercamiento y que nadie le ofreció nada a cambio. Pero, ¡diay!, ¿cómo explica entonces esas fotos suyas con Obando y Vargas en eventos públicos? Una cosa es decir que buscas acercamientos, otra es estar posando con ellos en cada esquina. ¿Será que le pagaron en agradecimiento?
Además, el asunto se pone aún más turbio porque resulta que Liu Paniagua mantuvo contactos con funcionarios del Ministerio de Seguridad Pública y del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Se reunió con un viceministro de Seguridad y hasta le pidieron que les diera unas capacitaciones sobre el cultivo de cáñamo. Claramente, el tio estaba haciendo proselitismo y agenciando favores a cambio de… ¿quién sabe qué? El OIJ tiene un informe detallado de sus movimientos, pero la Fiscalía parece que lo está tomando con calma, a ver si se le pasa el arroz…
Ahora, la Corte Suprema de Justicia dice que no puede dar más información porque el expediente está 'en estudio'. ¡Qué pretexto! Lo mismo dijeron la última vez. Parece que quieren diluir el caso hasta que se enfríe y la gente olvide lo sucedido. Este brete va para largo, y no se descarta que haya más personajes metidos en la onda.
Con todo esto, me pregunto: ¿Deberían investigar a fondo a quiénes más estuvieron involucrados con Liu Paniagua, o estamos conformes con que este caso quede impune y los diputados sigamos riéndose del tico promedio? ¿Creen que la justicia realmente llegará a esclarecer esta maraña de influencias y dinero?
Como recordaremos, la movida empezó cuando CR Hoy destapó el potrero con pruebas de que el empresario Liu Paniagua, alias ‘Bayron’, habría financiado las campañas políticas de estos diputados. Ahí salió a relucir hasta un mensaje donde un fulano contaba que el tipo le había prometido un millón de dólares para echarle salsa a sus negocios. Una historia de esas que te dejan boquiabierto, vamos.
El fiscal general, Carlo Díaz, ahora sale con la cantaleta de que sí hicieron diligencias, pero que no encontraron “actividad delictiva”. ¡Diga, hombre! ¿En serio espera que nos tragamos eso? Después de todo lo que salió a la luz, parece que alguien anda tapando el sol con la mano. Hay quien dice que esto huele a chamusquina, y no poco.
Y lo peor es que no solo está investigado por legitimación de capitales, sino que además andaba buscando diputados para convencerlos de apoyar su negocio del cáñamo. Según la información que llegó a manos de CR Hoy, el tipo se reunió con el diputado Manuel Morales, que era el que estaba más al tanto del tema, y hasta le presentó a sus brokers internacionales. ¡Un verdadero networking!
Lo curioso es que Liu Paniagua niega rotundamente haberles dado lana a los diputados. Dice que todo fue para buscar un acercamiento y que nadie le ofreció nada a cambio. Pero, ¡diay!, ¿cómo explica entonces esas fotos suyas con Obando y Vargas en eventos públicos? Una cosa es decir que buscas acercamientos, otra es estar posando con ellos en cada esquina. ¿Será que le pagaron en agradecimiento?
Además, el asunto se pone aún más turbio porque resulta que Liu Paniagua mantuvo contactos con funcionarios del Ministerio de Seguridad Pública y del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Se reunió con un viceministro de Seguridad y hasta le pidieron que les diera unas capacitaciones sobre el cultivo de cáñamo. Claramente, el tio estaba haciendo proselitismo y agenciando favores a cambio de… ¿quién sabe qué? El OIJ tiene un informe detallado de sus movimientos, pero la Fiscalía parece que lo está tomando con calma, a ver si se le pasa el arroz…
Ahora, la Corte Suprema de Justicia dice que no puede dar más información porque el expediente está 'en estudio'. ¡Qué pretexto! Lo mismo dijeron la última vez. Parece que quieren diluir el caso hasta que se enfríe y la gente olvide lo sucedido. Este brete va para largo, y no se descarta que haya más personajes metidos en la onda.
Con todo esto, me pregunto: ¿Deberían investigar a fondo a quiénes más estuvieron involucrados con Liu Paniagua, o estamos conformes con que este caso quede impune y los diputados sigamos riéndose del tico promedio? ¿Creen que la justicia realmente llegará a esclarecer esta maraña de influencias y dinero?
