¡Ay, Dios mío! Esto sí que está picante, mi gente. Resulta que el Presidente Chaves, justo ahora que Nueva República dice que va a votar en contra de quitarle el fuero, le ha llenado el plato de proyectos de ley. Doce en total, entre convocatorias recientes… ¡Doce! Parece sacado de un cuento chino, ¿verdad?
Según el Foro de Costa Rica, el jefe ejecutivo le ha echado la mano a los neorepublicanos con temas como la desafectación y donación de terrenos, leyes contra acrobacias en moto, e incluso cosas como la reforma del artículo 373 del Código Procesal Penal. Vamos, mocosones, parece que le está comprando votos a último minuto. Una vara bien turbia, díganlo ustedes.
Y ojo que esto sucede mientras que otros partidos políticos, como el PLN, el Frente Amplio y hasta diputados del PUSC, alegan que Chaves no los ha llamado ni para saludar, y mucho menos para discutir proyectos. Se sienten olvidados, dicen, porque se atrevieron a votar a favor de investigar al presidente en septiembre. ¿Un castigo? Parece que sí, mi pana, parece que sí.
Fabricio Alvarado, líder de Nueva República, anda jurando y perjurando que esto es pura coincidencia. Que simplemente, el presidente quiere trabajar por el país, y esos proyectos eran necesarios. Pero bueno, tú juzga, mi querido lector. ¿Te tragas eso o te huele a gallina podrida?
Lo que resulta curioso es que algunos de los diputados del PUSC que también recibieron este “cariño” del gobierno, como Horacio Alvarado, Carlos Andrés Robles y Leslye Bojorges, fueron precisamente los que votaron en contra del desafuero en octubre. Una conexión muy sospechosa, ¿no creen? Ya se sabe que el poder corrompe, y este caso parece que lo demuestra a las claras.
Ahora, con la votación del próximo 16 de diciembre acercándose peligrosamente, la apuesta es alta. Se necesitan 38 votos para levantar el fuero a Chaves, y con Nueva República negándose a apoyar, parece que le falta bastante. Sumando los votos en contra que ya hay –los de Nueva República, los del PUSC, y algunos independientes–, el conteo pinta complicado para el presidente.
Pero vamos a analizarla bien. Entre los que parecen estar listos para darle la espalda a Chaves figuran cinco diputados del PUSC, además de Gilbert Jiménez, que ya demostró su independencia en la votación anterior. Incluso, se habla de que Luis Diego Vargas, ex candidato a vicepresidente, podría unirse a la rebelión. La cosa está encendida, mi hermano, bien encendida. Un brete para todos los involucrados, sin lugar a dudas.
Con este panorama tan denso, me pregunto: ¿Será que el Presidente Chaves está jugando una partida arriesgada al tratar de comprar votos a último momento, o realmente cree que estos proyectos beneficiarán al país? ¿Creen que Nueva República podrá mantener su palabra y votar en contra del desafuero, o cederán ante las presiones del Ejecutivo? ¡Déjenme saber qué piensan!
Según el Foro de Costa Rica, el jefe ejecutivo le ha echado la mano a los neorepublicanos con temas como la desafectación y donación de terrenos, leyes contra acrobacias en moto, e incluso cosas como la reforma del artículo 373 del Código Procesal Penal. Vamos, mocosones, parece que le está comprando votos a último minuto. Una vara bien turbia, díganlo ustedes.
Y ojo que esto sucede mientras que otros partidos políticos, como el PLN, el Frente Amplio y hasta diputados del PUSC, alegan que Chaves no los ha llamado ni para saludar, y mucho menos para discutir proyectos. Se sienten olvidados, dicen, porque se atrevieron a votar a favor de investigar al presidente en septiembre. ¿Un castigo? Parece que sí, mi pana, parece que sí.
Fabricio Alvarado, líder de Nueva República, anda jurando y perjurando que esto es pura coincidencia. Que simplemente, el presidente quiere trabajar por el país, y esos proyectos eran necesarios. Pero bueno, tú juzga, mi querido lector. ¿Te tragas eso o te huele a gallina podrida?
Lo que resulta curioso es que algunos de los diputados del PUSC que también recibieron este “cariño” del gobierno, como Horacio Alvarado, Carlos Andrés Robles y Leslye Bojorges, fueron precisamente los que votaron en contra del desafuero en octubre. Una conexión muy sospechosa, ¿no creen? Ya se sabe que el poder corrompe, y este caso parece que lo demuestra a las claras.
Ahora, con la votación del próximo 16 de diciembre acercándose peligrosamente, la apuesta es alta. Se necesitan 38 votos para levantar el fuero a Chaves, y con Nueva República negándose a apoyar, parece que le falta bastante. Sumando los votos en contra que ya hay –los de Nueva República, los del PUSC, y algunos independientes–, el conteo pinta complicado para el presidente.
Pero vamos a analizarla bien. Entre los que parecen estar listos para darle la espalda a Chaves figuran cinco diputados del PUSC, además de Gilbert Jiménez, que ya demostró su independencia en la votación anterior. Incluso, se habla de que Luis Diego Vargas, ex candidato a vicepresidente, podría unirse a la rebelión. La cosa está encendida, mi hermano, bien encendida. Un brete para todos los involucrados, sin lugar a dudas.
Con este panorama tan denso, me pregunto: ¿Será que el Presidente Chaves está jugando una partida arriesgada al tratar de comprar votos a último momento, o realmente cree que estos proyectos beneficiarán al país? ¿Creen que Nueva República podrá mantener su palabra y votar en contra del desafuero, o cederán ante las presiones del Ejecutivo? ¡Déjenme saber qué piensan!
