¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde, mi gente. Resulta que unos corazones del presidente Chaves quieren ver su cara de nuevo en el billete de 50, y esto ha levantado toda una polémica que nadie esperaba, ¿eh?
Todo empezó con unas publicaciones en redes sociales, puro fuego, pidiendo que el billete de 50 colones, que ya lleva tiempo fuera de circulación –décima maravilla– vuelva a imprimirse, pero con la foto de don Rodrigo en el frente. Parece que hay mucha nostalgia por algunos, aunque otros dicen que es pura movida política, diay.
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, ese billete moradito era bastante popular. Tenía la figura del ex presidente Ricardo Jiménez en el anverso, un tipo que dejó bastante buen legado, y un paisaje hermoso del bosque nuboso en el reverso, con mariposas morfos, hongos sombrilludos… ¡una belleza! Era como llevar un pedacito de Costa Rica en el bolsillo, ¿quién no recuerda ir a comprar pan con él?
Pero ahora la idea es cambiar todo eso. Quieren meter la cara de Chaves y un jaguar. Un jaguar, ¡qué cosa! Aunque bueno, también es un símbolo fuerte de nuestro país, no nos vamos a quejar tanto por eso. Lo que sí preocupa es si esto es realmente una necesidad nacional o si es solo un gesto de cariño exagerado hacia el presidente, ¿me entienden?
Desde el Banco Central han guardado silencio, como buenos funcionarios que son. No hacen comentarios oficiales sobre estas propuestas informales. Pero la verdad es que sería complicado darle luz verde a semejante cambio. El Banco Central tiene procesos técnicos y culturales muy estrictos para decidir qué personajes aparecen en los billetes, y normalmente no ponen a vivos, precisamente para evitar que se vea como una campaña publicitaria personalizada.
Algunos analistas dicen que esto es como un juego de niños, una forma de demostrar apoyo al gobierno. Pero, fíjense, también abre un debate interesante: ¿hasta dónde podemos jugar con los símbolos nacionales? ¿Deberíamos usar el dinero para hacer homenajes a nuestros líderes, aunque sean populares? ¿O debería seguir siendo simplemente un medio de pago, sin tanta carga emotiva?
Y claro, ahí entran los puristas, los que defienden la tradición y dicen que no se puede estar cambiando los billetes cada vez que llega un presidente nuevo. Que los billetes deberían representar valores universales, la historia del país, la riqueza cultural... cosas que trasciendan los gobiernos individuales. Uno se acuerda de los billetes antiguos con la abuela Elena Figueroa, ¡pura clase!
En fin, el tema está dando mucho de qué hablar en las redes sociales, y seguramente seguirá generando controversia. ¿Ustedes qué opinan? ¿Les gustaría ver la cara de Chaves en el billete de 50 o creen que es mejor mantener los símbolos nacionales como estaban, representando nuestra biodiversidad y figuras históricas que nos unen a todos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, a ver qué sale de esta bronca!
Todo empezó con unas publicaciones en redes sociales, puro fuego, pidiendo que el billete de 50 colones, que ya lleva tiempo fuera de circulación –décima maravilla– vuelva a imprimirse, pero con la foto de don Rodrigo en el frente. Parece que hay mucha nostalgia por algunos, aunque otros dicen que es pura movida política, diay.
Para refrescarle la memoria a los más jóvenes, ese billete moradito era bastante popular. Tenía la figura del ex presidente Ricardo Jiménez en el anverso, un tipo que dejó bastante buen legado, y un paisaje hermoso del bosque nuboso en el reverso, con mariposas morfos, hongos sombrilludos… ¡una belleza! Era como llevar un pedacito de Costa Rica en el bolsillo, ¿quién no recuerda ir a comprar pan con él?
Pero ahora la idea es cambiar todo eso. Quieren meter la cara de Chaves y un jaguar. Un jaguar, ¡qué cosa! Aunque bueno, también es un símbolo fuerte de nuestro país, no nos vamos a quejar tanto por eso. Lo que sí preocupa es si esto es realmente una necesidad nacional o si es solo un gesto de cariño exagerado hacia el presidente, ¿me entienden?
Desde el Banco Central han guardado silencio, como buenos funcionarios que son. No hacen comentarios oficiales sobre estas propuestas informales. Pero la verdad es que sería complicado darle luz verde a semejante cambio. El Banco Central tiene procesos técnicos y culturales muy estrictos para decidir qué personajes aparecen en los billetes, y normalmente no ponen a vivos, precisamente para evitar que se vea como una campaña publicitaria personalizada.
Algunos analistas dicen que esto es como un juego de niños, una forma de demostrar apoyo al gobierno. Pero, fíjense, también abre un debate interesante: ¿hasta dónde podemos jugar con los símbolos nacionales? ¿Deberíamos usar el dinero para hacer homenajes a nuestros líderes, aunque sean populares? ¿O debería seguir siendo simplemente un medio de pago, sin tanta carga emotiva?
Y claro, ahí entran los puristas, los que defienden la tradición y dicen que no se puede estar cambiando los billetes cada vez que llega un presidente nuevo. Que los billetes deberían representar valores universales, la historia del país, la riqueza cultural... cosas que trasciendan los gobiernos individuales. Uno se acuerda de los billetes antiguos con la abuela Elena Figueroa, ¡pura clase!
En fin, el tema está dando mucho de qué hablar en las redes sociales, y seguramente seguirá generando controversia. ¿Ustedes qué opinan? ¿Les gustaría ver la cara de Chaves en el billete de 50 o creen que es mejor mantener los símbolos nacionales como estaban, representando nuestra biodiversidad y figuras históricas que nos unen a todos? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, a ver qué sale de esta bronca!
