Costa Rica enfrenta una creciente preocupación debido al alarmante déficit comercial con China, que ha alcanzado niveles históricos. El país centroamericano, que fue el primero en establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China en la región, ahora enfrenta un desequilibrio económico significativo que amenaza su estabilidad financiera.
En 2007, bajo el liderazgo del expresidente Óscar Arias, Costa Rica decidió romper relaciones con Taiwán y establecer un vínculo diplomático y comercial con China. Esta decisión se tomó con la esperanza de diversificar las relaciones comerciales y atraer inversiones. Sin embargo, los resultados han sido desfavorables para Costa Rica. A pesar de los esfuerzos por fortalecer las relaciones bilaterales, el déficit comercial ha crecido hasta un preocupante 90%, lo que significa que Costa Rica importa mucho más de lo que exporta a China.
El estudio realizado por el centro de pensamiento Expediente Público revela que esta relación asimétrica ha causado pérdidas millonarias en proyectos conjuntos, como la refinería de la Sociedad Reconstructora Chino Costarricense S.A. (Soresco) y la ampliación de la Ruta 32. Estos proyectos, operados por empresas chinas, han dejado un legado de malas prácticas y falta de transparencia, generando un impacto negativo en la economía costarricense.
Además, la estrategia de China en la región, que incluye la entrega de cooperación no reembolsable a cambio de romper vínculos diplomáticos con Taiwán, ha sido cuestionada. Esta cooperación se manifiesta en infraestructuras como estadios y otros proyectos que, si bien son presentados como regalos de amistad, no compensan el déficit comercial y las pérdidas en proyectos clave.
El experto en administración aduanera y comercio internacional, Andrei Calderón, señala que la estrategia de China en Costa Rica no solo es comercial sino también geoestratégica. China ve en Costa Rica una puerta de entrada para expandir su influencia en América Latina. Sin embargo, a pesar de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2010, los beneficios esperados para Costa Rica no se han materializado.
El informe de Expediente Público también destaca que el único país con el que Costa Rica mantiene una balanza comercial positiva es República Dominicana. Esto contrasta con la situación con China, donde el déficit comercial sigue aumentando, haciendo que la relación sea cada vez más insostenible.
El presidente Rodrigo Chaves, en un intento por alinear más a Costa Rica con los intereses de Estados Unidos, emitió un decreto en 2023 prohibiendo a Huawei y otras empresas chinas desarrollar tecnología 5G en el país. Esta decisión se tomó después de una visita de la comandante del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, quien expresó preocupación por la creciente influencia de China en la región.
El informe de Expediente Público sugiere que Costa Rica debería reevaluar sus relaciones con China y fortalecer sus lazos con Estados Unidos, aprovechando las inversiones en sectores clave como el de los microchips. Además, recomienda abrir espacios de diálogo para los actores políticos, académicos y de la sociedad civil que han expresado oposición a los proyectos controvertidos de China en el país.
La relación comercial entre Costa Rica y China, aunque inicialmente vista como una oportunidad para el desarrollo, ha demostrado ser desequilibrada y perjudicial para la economía costarricense.
La necesidad de replantear esta relación y buscar un equilibrio comercial más favorable se hace cada vez más evidente, mientras Costa Rica lucha por estabilizar su economía y reducir el déficit con el gigante asiático.
En 2007, bajo el liderazgo del expresidente Óscar Arias, Costa Rica decidió romper relaciones con Taiwán y establecer un vínculo diplomático y comercial con China. Esta decisión se tomó con la esperanza de diversificar las relaciones comerciales y atraer inversiones. Sin embargo, los resultados han sido desfavorables para Costa Rica. A pesar de los esfuerzos por fortalecer las relaciones bilaterales, el déficit comercial ha crecido hasta un preocupante 90%, lo que significa que Costa Rica importa mucho más de lo que exporta a China.
El estudio realizado por el centro de pensamiento Expediente Público revela que esta relación asimétrica ha causado pérdidas millonarias en proyectos conjuntos, como la refinería de la Sociedad Reconstructora Chino Costarricense S.A. (Soresco) y la ampliación de la Ruta 32. Estos proyectos, operados por empresas chinas, han dejado un legado de malas prácticas y falta de transparencia, generando un impacto negativo en la economía costarricense.
Además, la estrategia de China en la región, que incluye la entrega de cooperación no reembolsable a cambio de romper vínculos diplomáticos con Taiwán, ha sido cuestionada. Esta cooperación se manifiesta en infraestructuras como estadios y otros proyectos que, si bien son presentados como regalos de amistad, no compensan el déficit comercial y las pérdidas en proyectos clave.
El experto en administración aduanera y comercio internacional, Andrei Calderón, señala que la estrategia de China en Costa Rica no solo es comercial sino también geoestratégica. China ve en Costa Rica una puerta de entrada para expandir su influencia en América Latina. Sin embargo, a pesar de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2010, los beneficios esperados para Costa Rica no se han materializado.
El informe de Expediente Público también destaca que el único país con el que Costa Rica mantiene una balanza comercial positiva es República Dominicana. Esto contrasta con la situación con China, donde el déficit comercial sigue aumentando, haciendo que la relación sea cada vez más insostenible.
El presidente Rodrigo Chaves, en un intento por alinear más a Costa Rica con los intereses de Estados Unidos, emitió un decreto en 2023 prohibiendo a Huawei y otras empresas chinas desarrollar tecnología 5G en el país. Esta decisión se tomó después de una visita de la comandante del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, quien expresó preocupación por la creciente influencia de China en la región.
El informe de Expediente Público sugiere que Costa Rica debería reevaluar sus relaciones con China y fortalecer sus lazos con Estados Unidos, aprovechando las inversiones en sectores clave como el de los microchips. Además, recomienda abrir espacios de diálogo para los actores políticos, académicos y de la sociedad civil que han expresado oposición a los proyectos controvertidos de China en el país.
La relación comercial entre Costa Rica y China, aunque inicialmente vista como una oportunidad para el desarrollo, ha demostrado ser desequilibrada y perjudicial para la economía costarricense.
La necesidad de replantear esta relación y buscar un equilibrio comercial más favorable se hace cada vez más evidente, mientras Costa Rica lucha por estabilizar su economía y reducir el déficit con el gigante asiático.