¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde en el ambiente político, mi pana. Resulta que Pilar Cisneros, la ex mano derecha de Don Rodri, parece que anda buscando nuevos rumbos y dejando un reguero de declaraciones que han encendido alarmas en Pueblo Soberano. Después de varios días de ausencia y rumores a millón, la diputada finalmente rompió el silencio y dejó caer algunas verdades que no le harán gracia a Mayulí ni a compañía.
Como bien saben, Cisneros fue pieza clave en la victoria de Rodrigo Chaves en 2022. Era la cara visible del proyecto, estaba en vallas por todo el país, y parecía que iba a seguir siendo fundamental en la búsqueda de la reelección. Pero luego, tras el anuncio de Laura Fernández como candidata por Pueblo Soberano, Cisneros comenzó a distanciarse, renunciando a la dirección de estrategia y comunicación y criticando abiertamente a los nuevos diputados electos por la agrupación. Se decía que hasta le tenía bronca a la movida general.
Y ahí es donde entra la bomba: Cisneros ha declarado categóricamente que su apoyo es para Laura Fernández, insistiendo en que ella es quien continuará el legado de “rodriquismo”. De hecho, ya se le verá coordinando el equipo de comunicación de la campaña de Fernández, aunque aclaró que no se dedicará de lleno a la campaña debido a sus compromisos en la Asamblea Legislativa. "Voy a apoyar un cambio país", sentenció, dejando claro que su lealtad es hacia las ideas, no hacia los partidos.
Pero la historia no termina ahí, mi querido lector. Cisneros también lanzó pullas indirectas a Pueblo Soberano, cuestionando su transparencia financiera y acusándolos de aprovecharse del cariño de la gente para enriquecerse. Recordó cómo Progreso Social Democrático, en 2022, acumuló “miles de millones” de la deuda política, y advirtió que no está dispuesta a fortalecer partidos que sigan ese camino. ¡Qué sal! Esto ya huele a zafarrancho político de proporciones épicas.
¿Por qué esta ruptura? Bueno, aparentemente, Cisneros siempre ha mantenido una visión escéptica sobre los partidos políticos, considerándolos simples vehículos para impulsar ideas y personas. Según sus propias palabras, “lo importante es quién va dentro y cuál es la oferta que va adentro”. Incluso admitió tener una amistad cercana con Natalia Díaz, quien fuera ministra durante la administración Chaves, pero enfatizó que ambos tienen rumbos políticos diferentes. ¡Uf, qué panorama!
La jugada de Cisneros es interesante, porque demuestra que aún existe influencia política fuera de las estructuras partidistas tradicionales. Recordemos que ella sigue teniendo mucha credibilidad entre algunos sectores de la población, y su apoyo podría ser crucial para el éxito de la campaña de Fernández. Además, su crítica a la gestión de Pueblo Soberano podría resonar en aquellos que se sienten decepcionados con la agrupación.
Ahora bien, ¿qué significa esto para la campaña de Laura Fernández? Claramente, el respaldo de Cisneros le da un impulso significativo, tanto en términos de experiencia como de visibilidad mediática. Sin embargo, también implica asumir cierta controversia, ya que Cisneros no precisamente es conocida por su perfil discreto. ¡Esto puede ser oro o dinamita, dependiendo de cómo se maneje! La verdad, la cosa está prendida, y nos espera una campaña llena de sorpresas y dimes y diretes, como nos gustan acá en Costa Rica.
Con todo este panorama, ¿ustedes creen que la postura desafiante de Pilar Cisneros beneficiará realmente a la campaña de Laura Fernández, o terminará generando más ruido de fondo y complicando aún más la búsqueda de la continuidad del rodriquismo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes, mis panas del Foro de Costa Rica.
Como bien saben, Cisneros fue pieza clave en la victoria de Rodrigo Chaves en 2022. Era la cara visible del proyecto, estaba en vallas por todo el país, y parecía que iba a seguir siendo fundamental en la búsqueda de la reelección. Pero luego, tras el anuncio de Laura Fernández como candidata por Pueblo Soberano, Cisneros comenzó a distanciarse, renunciando a la dirección de estrategia y comunicación y criticando abiertamente a los nuevos diputados electos por la agrupación. Se decía que hasta le tenía bronca a la movida general.
Y ahí es donde entra la bomba: Cisneros ha declarado categóricamente que su apoyo es para Laura Fernández, insistiendo en que ella es quien continuará el legado de “rodriquismo”. De hecho, ya se le verá coordinando el equipo de comunicación de la campaña de Fernández, aunque aclaró que no se dedicará de lleno a la campaña debido a sus compromisos en la Asamblea Legislativa. "Voy a apoyar un cambio país", sentenció, dejando claro que su lealtad es hacia las ideas, no hacia los partidos.
Pero la historia no termina ahí, mi querido lector. Cisneros también lanzó pullas indirectas a Pueblo Soberano, cuestionando su transparencia financiera y acusándolos de aprovecharse del cariño de la gente para enriquecerse. Recordó cómo Progreso Social Democrático, en 2022, acumuló “miles de millones” de la deuda política, y advirtió que no está dispuesta a fortalecer partidos que sigan ese camino. ¡Qué sal! Esto ya huele a zafarrancho político de proporciones épicas.
¿Por qué esta ruptura? Bueno, aparentemente, Cisneros siempre ha mantenido una visión escéptica sobre los partidos políticos, considerándolos simples vehículos para impulsar ideas y personas. Según sus propias palabras, “lo importante es quién va dentro y cuál es la oferta que va adentro”. Incluso admitió tener una amistad cercana con Natalia Díaz, quien fuera ministra durante la administración Chaves, pero enfatizó que ambos tienen rumbos políticos diferentes. ¡Uf, qué panorama!
La jugada de Cisneros es interesante, porque demuestra que aún existe influencia política fuera de las estructuras partidistas tradicionales. Recordemos que ella sigue teniendo mucha credibilidad entre algunos sectores de la población, y su apoyo podría ser crucial para el éxito de la campaña de Fernández. Además, su crítica a la gestión de Pueblo Soberano podría resonar en aquellos que se sienten decepcionados con la agrupación.
Ahora bien, ¿qué significa esto para la campaña de Laura Fernández? Claramente, el respaldo de Cisneros le da un impulso significativo, tanto en términos de experiencia como de visibilidad mediática. Sin embargo, también implica asumir cierta controversia, ya que Cisneros no precisamente es conocida por su perfil discreto. ¡Esto puede ser oro o dinamita, dependiendo de cómo se maneje! La verdad, la cosa está prendida, y nos espera una campaña llena de sorpresas y dimes y diretes, como nos gustan acá en Costa Rica.
Con todo este panorama, ¿ustedes creen que la postura desafiante de Pilar Cisneros beneficiará realmente a la campaña de Laura Fernández, o terminará generando más ruido de fondo y complicando aún más la búsqueda de la continuidad del rodriquismo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes, mis panas del Foro de Costa Rica.