Maes, agárrense porque la política tica nunca, pero nunca, decepciona. Cuando uno cree que ya lo vio todo, sale una vara que nos pone a todos a conversar. La noticia del día, o más bien de la semana, es que Claudia Dobles, la cara más visible del último gobierno del PAC y ahora candidata por una nueva coalición llamada “Agenda Ciudadana”, salió a defender con uñas y dientes el legado rojiamarillo. Y no lo hizo a medias tintas; la exprimera dama básicamente dijo que mientras ellos se dedicaron al brete y a las obras, otros se dedican a puro show. Una movida audaz, considerando el resultado de 2022.
La tesis de Dobles es simple y directa: “En las administraciones PAC hablamos poco, pero hicimos obras reales”. Palabras más, palabras menos, nos recordó que el puente de “la platina” dejó de ser un meme gracias a ellos, que el nuevo puente sobre el Virilla ahí está, y que dejaron la Circunvalación Norte con un avance del 93%. Según ella, el gobierno actual apenas ha rematado ese 7% restante. Sacó una lista que parecía de supermercado: 98 caminos, 31 puentes, obras en 78 cantones y hasta la mayor cantidad de bonos de vivienda de las últimas seis administraciones. Todo un inventario de chunches y proyectos que, según su discurso, están ahí para quien quiera verlos, en los registros y en la vida real de la gente.
El discurso no se quedó ahí. La vara es que también sacó pecho por la infraestructura en salud, una de las áreas más sensibles para cualquier tico. Enumeró las nuevas torres de hospitales en Nicoya, Pérez Zeledón, el Calderón Guardia y el México. Mencionó que dejaron encaminados los hospitales de Turrialba y Puntarenas, y hasta la Torre de la Esperanza del Hospital de Niños. El mensaje es clarísimo: mientras el país se enfocaba en los problemas y polémicas, ellos estaban en todas, construyendo silenciosamente el país. Es una narrativa poderosa, hay que admitirlo. Es el clásico “a nosotros nos tocaron las decisiones feas, pero dejamos la casa ordenada”.
Pero, maes, aquí es donde la cosa se pone interesante y hay que tener buena memoria. Diay, si el PAC fue esa máquina de eficiencia y obras, ¿qué fue ese despiche electoral de 2022? Pasar de ser gobierno a no sacar ni el 1% del voto presidencial y, peor aún, a desaparecer por completo del Congreso, no es cualquier cosa. ¡Qué torta más monumental! La propia Dobles tiene una explicación para ese resultado: al partido le tocó bailar con la más fea. La aprobación del IVA, la ley de empleo público y las durísimas restricciones de la pandemia fueron, según ella, decisiones impopulares pero necesarias que les pasaron una factura carísima. Básicamente, se sacrificaron por el bien del país y el electorado, en su enojo, les dio la espalda.
Entonces, el panorama que nos pinta Dobles es el de un partido mártir que hizo el trabajo sucio y ahora, a través de esta nueva “Agenda Ciudadana”, busca que se le reconozca el esfuerzo. El meollo del asunto es si la gente está dispuesta a comprar esa historia. ¿Pesan más los puentes y los hospitales en la memoria colectiva que el recuerdo del desempleo, las restricciones y el desgaste de ocho años de gobierno? Es un cálculo político de alto riesgo. Están apostando a que el descontento con la administración actual sea tan grande que la gente empiece a ver el pasado reciente con nostalgia. Una estrategia que a veces funciona, y otras… bueno, otras veces los planes se van al traste.
Maes, la pregunta del millón queda en el aire y es para que la discutamos aquí en el foro: ¿Le alcanza a Claudia Dobles y a su nueva coalición con el discurso de “hicimos obra” para que la gente olvide el trago amargo del último gobierno del PAC? ¿O es una narrativa que, por más datos que tenga, llega demasiado tarde para un electorado que ya pasó la página?
La tesis de Dobles es simple y directa: “En las administraciones PAC hablamos poco, pero hicimos obras reales”. Palabras más, palabras menos, nos recordó que el puente de “la platina” dejó de ser un meme gracias a ellos, que el nuevo puente sobre el Virilla ahí está, y que dejaron la Circunvalación Norte con un avance del 93%. Según ella, el gobierno actual apenas ha rematado ese 7% restante. Sacó una lista que parecía de supermercado: 98 caminos, 31 puentes, obras en 78 cantones y hasta la mayor cantidad de bonos de vivienda de las últimas seis administraciones. Todo un inventario de chunches y proyectos que, según su discurso, están ahí para quien quiera verlos, en los registros y en la vida real de la gente.
El discurso no se quedó ahí. La vara es que también sacó pecho por la infraestructura en salud, una de las áreas más sensibles para cualquier tico. Enumeró las nuevas torres de hospitales en Nicoya, Pérez Zeledón, el Calderón Guardia y el México. Mencionó que dejaron encaminados los hospitales de Turrialba y Puntarenas, y hasta la Torre de la Esperanza del Hospital de Niños. El mensaje es clarísimo: mientras el país se enfocaba en los problemas y polémicas, ellos estaban en todas, construyendo silenciosamente el país. Es una narrativa poderosa, hay que admitirlo. Es el clásico “a nosotros nos tocaron las decisiones feas, pero dejamos la casa ordenada”.
Pero, maes, aquí es donde la cosa se pone interesante y hay que tener buena memoria. Diay, si el PAC fue esa máquina de eficiencia y obras, ¿qué fue ese despiche electoral de 2022? Pasar de ser gobierno a no sacar ni el 1% del voto presidencial y, peor aún, a desaparecer por completo del Congreso, no es cualquier cosa. ¡Qué torta más monumental! La propia Dobles tiene una explicación para ese resultado: al partido le tocó bailar con la más fea. La aprobación del IVA, la ley de empleo público y las durísimas restricciones de la pandemia fueron, según ella, decisiones impopulares pero necesarias que les pasaron una factura carísima. Básicamente, se sacrificaron por el bien del país y el electorado, en su enojo, les dio la espalda.
Entonces, el panorama que nos pinta Dobles es el de un partido mártir que hizo el trabajo sucio y ahora, a través de esta nueva “Agenda Ciudadana”, busca que se le reconozca el esfuerzo. El meollo del asunto es si la gente está dispuesta a comprar esa historia. ¿Pesan más los puentes y los hospitales en la memoria colectiva que el recuerdo del desempleo, las restricciones y el desgaste de ocho años de gobierno? Es un cálculo político de alto riesgo. Están apostando a que el descontento con la administración actual sea tan grande que la gente empiece a ver el pasado reciente con nostalgia. Una estrategia que a veces funciona, y otras… bueno, otras veces los planes se van al traste.
Maes, la pregunta del millón queda en el aire y es para que la discutamos aquí en el foro: ¿Le alcanza a Claudia Dobles y a su nueva coalición con el discurso de “hicimos obra” para que la gente olvide el trago amargo del último gobierno del PAC? ¿O es una narrativa que, por más datos que tenga, llega demasiado tarde para un electorado que ya pasó la página?