¡Aguántense!, Claudio Alpízar, el profe de polihistoria, le pone pausa a sus programas de tele y radio. Sí, así como lo leo, el político que quiere llegar a la presidencia decidió desenchufarse de sus micrófonos para meterle duro a la campaña. Parece que ya entendió que querer gobernar a la distancia es como intentar pescar con una red agujereada, ¡torta!
Alpízar, cabeza visible del partido Esperanza Nacional – uno de esos nuevos elencos políticos que andan buscando espacio en la arena –, ha dicho textualmente que necesita estar pegao’ a la calle, hablando con la gente, sintiendo de primera mano las problemáticas que nos aquejan. Ya no es suficiente leer los informes del Estado de la Nación, dice el mae; hay que verlo con los propios ojos, tocar la realidad con las manos.
Y vaya que la realidad a veces duele. Imagínese, ir a un barrio y escuchar historias de pura vida, pero también de lucha diaria. Esa experiencia, según Alpízar, no se consigue encerrado en un estudio con aire acondicionado. Entendemos la vara, vamos. Ser presidente no es resolver problemas con ecuaciones en un pizarrón, sino entender cómo le va a la gente común y corriente.
Así que, adiós por ahora a “Noche sin Tregua” y “Café y Palabras”. Programas que, por casi quince años, sirvieron de plataforma para analizar la política nacional, discutir temas candentes y, bueno, dar que hablar. Ahora, según declaraciones oficiales, esos espacios quedarán inactivos. Se rumora que si llega a Moravia, probablemente ni siquiera los vuelva a encender. ¡Qué compromiso!
Recordemos que Alpízar no es ajeno a la política tradicional. En 2021, se lanzó a la contienda interna del PLN, buscando la nominación presidencial. Aunque no logró superar a Don José María, sí demostró tener cierta influencia dentro del partido. De hecho, lideró el comité de ética durante la campaña de Figueres, junto a pesos pesados como Jacques Sagot y Álvaro Ramos, este último ahora con aspiraciones verdiblancas. Ese brete se lo llevó alto, pero aprendió la jugada.
Es importante destacar que Esperanza Nacional no viene de la nada. Además de la candidatura presidencial, el partido ya presentó candidatos a vicepresidentes y legisladores. Quieren llegar con todo a las elecciones de 2026, mostrando que hay opciones frescas y nuevas en el panorama político costarricense. Quién sabe, tal vez logren sorprender a más de uno. Aunque, siendo honestos, romper el sistema nunca es tarea fácil por estos lados.
Algunos analistas políticos señalan que esta decisión de Alpízar podría ser una estrategia inteligente. Alejarse de los medios tradicionales, donde a menudo prevalecen los discursos pulidos y las respuestas prefabricadas, y sumergirse directamente en la interacción con la ciudadanía, podría darle mayor autenticidad a su imagen pública. Pero otros, más escépticos, sugieren que simplemente no tenía audiencia en esos programas, ¡qué sal!
Ahora bien, dejando de lado el análisis político, me surge una pregunta: ¿cree usted que un candidato presidencial debería renunciar a sus proyectos personales para dedicarse exclusivamente a la campaña, o qué tan importante es mantener cierto vínculo con su actividad previa para seguir aportando ideas y perspectivas diferentes al debate público? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios, a ver qué piensa la masa!
Alpízar, cabeza visible del partido Esperanza Nacional – uno de esos nuevos elencos políticos que andan buscando espacio en la arena –, ha dicho textualmente que necesita estar pegao’ a la calle, hablando con la gente, sintiendo de primera mano las problemáticas que nos aquejan. Ya no es suficiente leer los informes del Estado de la Nación, dice el mae; hay que verlo con los propios ojos, tocar la realidad con las manos.
Y vaya que la realidad a veces duele. Imagínese, ir a un barrio y escuchar historias de pura vida, pero también de lucha diaria. Esa experiencia, según Alpízar, no se consigue encerrado en un estudio con aire acondicionado. Entendemos la vara, vamos. Ser presidente no es resolver problemas con ecuaciones en un pizarrón, sino entender cómo le va a la gente común y corriente.
Así que, adiós por ahora a “Noche sin Tregua” y “Café y Palabras”. Programas que, por casi quince años, sirvieron de plataforma para analizar la política nacional, discutir temas candentes y, bueno, dar que hablar. Ahora, según declaraciones oficiales, esos espacios quedarán inactivos. Se rumora que si llega a Moravia, probablemente ni siquiera los vuelva a encender. ¡Qué compromiso!
Recordemos que Alpízar no es ajeno a la política tradicional. En 2021, se lanzó a la contienda interna del PLN, buscando la nominación presidencial. Aunque no logró superar a Don José María, sí demostró tener cierta influencia dentro del partido. De hecho, lideró el comité de ética durante la campaña de Figueres, junto a pesos pesados como Jacques Sagot y Álvaro Ramos, este último ahora con aspiraciones verdiblancas. Ese brete se lo llevó alto, pero aprendió la jugada.
Es importante destacar que Esperanza Nacional no viene de la nada. Además de la candidatura presidencial, el partido ya presentó candidatos a vicepresidentes y legisladores. Quieren llegar con todo a las elecciones de 2026, mostrando que hay opciones frescas y nuevas en el panorama político costarricense. Quién sabe, tal vez logren sorprender a más de uno. Aunque, siendo honestos, romper el sistema nunca es tarea fácil por estos lados.
Algunos analistas políticos señalan que esta decisión de Alpízar podría ser una estrategia inteligente. Alejarse de los medios tradicionales, donde a menudo prevalecen los discursos pulidos y las respuestas prefabricadas, y sumergirse directamente en la interacción con la ciudadanía, podría darle mayor autenticidad a su imagen pública. Pero otros, más escépticos, sugieren que simplemente no tenía audiencia en esos programas, ¡qué sal!
Ahora bien, dejando de lado el análisis político, me surge una pregunta: ¿cree usted que un candidato presidencial debería renunciar a sus proyectos personales para dedicarse exclusivamente a la campaña, o qué tan importante es mantener cierto vínculo con su actividad previa para seguir aportando ideas y perspectivas diferentes al debate público? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios, a ver qué piensa la masa!