¡Ay, Dios mío, qué te digo! Aquí seguimos con Coco Roper batallando, má’ cariño. La neta es que la situación se puso bien fea esta semana. La morrita, que ya saben, lleva tiempo luchando contra las secuelas del cáncer y problemas renales, tuvo que interrumpir un viaje con su novio por un susto tremendo. Parece que la vida le anda poniendo piedras en el camino, ¿verdad?
Como les habíamos contado, Coco ha documentado abiertamente su proceso médico, compartiendo con sus seguidores los altos y bajos de su enfermedad. Pues resulta que últimamente estaba teniendo dolores intensos en los tubos de nefrostomía, esos aparatitos que le ayudan con los riñones. Ella pensaba que sería otra infección más, algo con lo que ya se había topado varias veces, pero esta vez la cosa se complicó más de lo esperado.
Y aquí viene el dato bomba: la doctora la llamó y le dio una cifra que la hizo empezar a llorar, literalmente. Según nos cuenta Coco en sus redes sociales, la creatinina estaba en 2.75. ¿Y qué significa eso? Bueno, pa’ ponerlo en plata, es súper alto. Para contextualizar, ella dice que normalmente su creatinina está en 1.3, y que el rango normal está por debajo de 1.1. ¡Imagínate el golpe!
“La doctora me acaba de llamar y me dijo que la creatinina está a 2.75, entonces empecé a llorar”, escribió Coco visiblemente afectada. Nos explica que esa cifra indica un fallo crítico en sus niveles renales y que puede causar daño irreparable. ¡Qué sal!, má’ que nadie quiere escuchar esas cosas. El brete se armó en serio, pues ahora tiene que hacerse unos exámenes tres días seguidos para ver si las cosas empiezan a mejorar. Si no bajan los números, directamente tienen que meterla al hospital.
Ahora, entiendan la magnitud de esto: Coco ha evitado entrar al hospital como alma que lleva diablo durante mucho tiempo. Ya saben cómo es la movida en los hospitales, con los antibióticos, los pinchazos y toda la papelería. Se ha esforzado muchísimo por mantener su calidad de vida en casa y seguir creando contenido para sus seguidores. Entonces, esta posibilidad de tener que volver a internarse la tiene bien depre, a pesar de que mantiene la fé.
Al parecer, ahora está rezando a todo pulmón para que los exámenes mañana den mejores resultados. Está haciendo todo lo posible para evitar el ingreso al hospital, confiando en que Dioscito le dé esa oportunidad. La neta es que la fuerza mental que tiene la morrita es impresionante. Siempre encuentra la manera de mantenerse positiva, aunque la vara esté bien complicada. Ese mae sí que tiene aguante, ¿eh?
Muchos han comentado en sus redes expresándole su apoyo y enviándole buenos deseos. Varios le recuerdan que ha superado situaciones peores y que esta también la va a salir adelante. Que le aguanten, má’, porque yo creo que Coco es pura fibra. Tiene un corazón enorme y siempre trata de contagiarle su alegría a los demás, a pesar de todo lo que está pasando. ¡Qué carga estar lidiando con esto, pero la estamos apoyando a tope!
En fin, esta es la actualización sobre la salud de Coco Roper. Esperamos que los exámenes le salgan bien y que pueda continuar disfrutando de la vida afuera del hospital. Pero bueno, dime tú, ¿crees que con tanta tecnología médica avanzada aún enfrentamos barreras significativas para prevenir o tratar enfermedades renales crónicas, especialmente en personas con historias médicas complejas como la de Coco?
Como les habíamos contado, Coco ha documentado abiertamente su proceso médico, compartiendo con sus seguidores los altos y bajos de su enfermedad. Pues resulta que últimamente estaba teniendo dolores intensos en los tubos de nefrostomía, esos aparatitos que le ayudan con los riñones. Ella pensaba que sería otra infección más, algo con lo que ya se había topado varias veces, pero esta vez la cosa se complicó más de lo esperado.
Y aquí viene el dato bomba: la doctora la llamó y le dio una cifra que la hizo empezar a llorar, literalmente. Según nos cuenta Coco en sus redes sociales, la creatinina estaba en 2.75. ¿Y qué significa eso? Bueno, pa’ ponerlo en plata, es súper alto. Para contextualizar, ella dice que normalmente su creatinina está en 1.3, y que el rango normal está por debajo de 1.1. ¡Imagínate el golpe!
“La doctora me acaba de llamar y me dijo que la creatinina está a 2.75, entonces empecé a llorar”, escribió Coco visiblemente afectada. Nos explica que esa cifra indica un fallo crítico en sus niveles renales y que puede causar daño irreparable. ¡Qué sal!, má’ que nadie quiere escuchar esas cosas. El brete se armó en serio, pues ahora tiene que hacerse unos exámenes tres días seguidos para ver si las cosas empiezan a mejorar. Si no bajan los números, directamente tienen que meterla al hospital.
Ahora, entiendan la magnitud de esto: Coco ha evitado entrar al hospital como alma que lleva diablo durante mucho tiempo. Ya saben cómo es la movida en los hospitales, con los antibióticos, los pinchazos y toda la papelería. Se ha esforzado muchísimo por mantener su calidad de vida en casa y seguir creando contenido para sus seguidores. Entonces, esta posibilidad de tener que volver a internarse la tiene bien depre, a pesar de que mantiene la fé.
Al parecer, ahora está rezando a todo pulmón para que los exámenes mañana den mejores resultados. Está haciendo todo lo posible para evitar el ingreso al hospital, confiando en que Dioscito le dé esa oportunidad. La neta es que la fuerza mental que tiene la morrita es impresionante. Siempre encuentra la manera de mantenerse positiva, aunque la vara esté bien complicada. Ese mae sí que tiene aguante, ¿eh?
Muchos han comentado en sus redes expresándole su apoyo y enviándole buenos deseos. Varios le recuerdan que ha superado situaciones peores y que esta también la va a salir adelante. Que le aguanten, má’, porque yo creo que Coco es pura fibra. Tiene un corazón enorme y siempre trata de contagiarle su alegría a los demás, a pesar de todo lo que está pasando. ¡Qué carga estar lidiando con esto, pero la estamos apoyando a tope!
En fin, esta es la actualización sobre la salud de Coco Roper. Esperamos que los exámenes le salgan bien y que pueda continuar disfrutando de la vida afuera del hospital. Pero bueno, dime tú, ¿crees que con tanta tecnología médica avanzada aún enfrentamos barreras significativas para prevenir o tratar enfermedades renales crónicas, especialmente en personas con historias médicas complejas como la de Coco?