¡Ay, Dios mío! Aquí estamos otra vez, hablando de temas económicos que nos tocan a todos, pero que a veces parecen chino. Resulta que el turismo en Guanacaste, nuestra joya de la corona, está sufriendo seriamente por esta apreciación del colón que no da tregua. Caturgua, la cámara de turismo de la zona, ha soltado la bomba y la verdad, nos toca darle bola porque esto va en serio.
Para ponerle pausa al asunto, la cosa pinta así: si comparamos el tercer trimestre del año pasado con este, hemos perdido unos 22 mil empleos en el rubro turístico. ¡Veinte mil familias afectadas! Y eso, mis queridos lectores, no es un número pequeño ni mucho menos. Esto es producto directo de dos cositas gordas: primero, los costos operativos se han disparado gracias al colón fuerte; y segundo, la visita de turistas extranjeros ha bajado un 1.8%. ¡Un doble golpe bajo!
La explicación técnica es sencilla, aunque a veces da pereza entenderla. Antes, con el dólar más barato, a las empresas les entraba más plata cuando convertían sus ganancias. Ahora, con el colón tan fuerte, esos mismos dólares se convierten en menos colones. Imagínate tener que pagar los mismos gastos, pero recibiendo menos dinero al final del mes... ¡Qué torta! Esto pega duro, especialmente a los negocios pequeños, esos que le ponen sabor a nuestro turismo: los guías, los taxistas, los artesanos, los restaurantes familiares, los hoteles boutique... toda esa gente que vive del turismo a pura sangre.
Ahora bien, ¿qué quiere Caturgua? Pues claro, quieren que el Banco Central (BCCR) y el ICT abran los ojos. Les piden que reconozcan la gravedad de la situación, que la consideren en sus decisiones económicas y que, por favor, busquen alguna solución. Han propuesto desde usar parte de las reservas internacionales para pagar la deuda externa hasta evaluar la tasa de política monetaria. ¡Hasta sugerencias tienen!
Lo importante es que entienden que no están peleando contra la población que gana en colones, sino buscando un punto medio. Quieren que el turismo siga siendo atractivo para los extranjeros, pero también que las familias guanacastecas tengan oportunidades de trabajar y vivir dignamente. Porque, seamos sinceros, en muchas partes de Guanacaste el turismo es el único sostén económico. Si el turismo se cae, la comarca entera se va al garete. Es un brete, vamos.
Dicen por ahí que “el que no arriesga, no gana”. Pero creo que en este caso, hay que arriesgar inteligentemente. Caturgua se ofrece a sentarse a la mesa a dialogar, a aportar ideas, a colaborar en la búsqueda de soluciones. Están dispuestos a trabajar codo a codo con el gobierno y con el sector privado para salvar el turismo nacional. Lo cual, diciéndolo así, suena muy noble, pero sabemos que la cosa no siempre es tan fácil.
Pero volviendo a la realidad, la situación es crítica y requiere atención inmediata. Ya hemos visto cómo otras economías han sufrido por fluctuaciones cambiarias inesperadas, y no queremos repetir esos errores. Tenemos que aprender de la experiencia y tomar medidas preventivas para evitar que el turismo se convierta en otro dolor de cabeza para Costa Rica. ¡Más vale prevenir que lamentar, diay!
Entonces, aquí va mi pregunta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿creen que el BCCR debería intervenir activamente para frenar la apreciación del colón, incluso si eso significa sacrificar un poco la estabilidad financiera? ¿O deberían dejar que el mercado se regule solo, confiando en que la situación se normalizará eventualmente? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Para ponerle pausa al asunto, la cosa pinta así: si comparamos el tercer trimestre del año pasado con este, hemos perdido unos 22 mil empleos en el rubro turístico. ¡Veinte mil familias afectadas! Y eso, mis queridos lectores, no es un número pequeño ni mucho menos. Esto es producto directo de dos cositas gordas: primero, los costos operativos se han disparado gracias al colón fuerte; y segundo, la visita de turistas extranjeros ha bajado un 1.8%. ¡Un doble golpe bajo!
La explicación técnica es sencilla, aunque a veces da pereza entenderla. Antes, con el dólar más barato, a las empresas les entraba más plata cuando convertían sus ganancias. Ahora, con el colón tan fuerte, esos mismos dólares se convierten en menos colones. Imagínate tener que pagar los mismos gastos, pero recibiendo menos dinero al final del mes... ¡Qué torta! Esto pega duro, especialmente a los negocios pequeños, esos que le ponen sabor a nuestro turismo: los guías, los taxistas, los artesanos, los restaurantes familiares, los hoteles boutique... toda esa gente que vive del turismo a pura sangre.
Ahora bien, ¿qué quiere Caturgua? Pues claro, quieren que el Banco Central (BCCR) y el ICT abran los ojos. Les piden que reconozcan la gravedad de la situación, que la consideren en sus decisiones económicas y que, por favor, busquen alguna solución. Han propuesto desde usar parte de las reservas internacionales para pagar la deuda externa hasta evaluar la tasa de política monetaria. ¡Hasta sugerencias tienen!
Lo importante es que entienden que no están peleando contra la población que gana en colones, sino buscando un punto medio. Quieren que el turismo siga siendo atractivo para los extranjeros, pero también que las familias guanacastecas tengan oportunidades de trabajar y vivir dignamente. Porque, seamos sinceros, en muchas partes de Guanacaste el turismo es el único sostén económico. Si el turismo se cae, la comarca entera se va al garete. Es un brete, vamos.
Dicen por ahí que “el que no arriesga, no gana”. Pero creo que en este caso, hay que arriesgar inteligentemente. Caturgua se ofrece a sentarse a la mesa a dialogar, a aportar ideas, a colaborar en la búsqueda de soluciones. Están dispuestos a trabajar codo a codo con el gobierno y con el sector privado para salvar el turismo nacional. Lo cual, diciéndolo así, suena muy noble, pero sabemos que la cosa no siempre es tan fácil.
Pero volviendo a la realidad, la situación es crítica y requiere atención inmediata. Ya hemos visto cómo otras economías han sufrido por fluctuaciones cambiarias inesperadas, y no queremos repetir esos errores. Tenemos que aprender de la experiencia y tomar medidas preventivas para evitar que el turismo se convierta en otro dolor de cabeza para Costa Rica. ¡Más vale prevenir que lamentar, diay!
Entonces, aquí va mi pregunta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿creen que el BCCR debería intervenir activamente para frenar la apreciación del colón, incluso si eso significa sacrificar un poco la estabilidad financiera? ¿O deberían dejar que el mercado se regule solo, confiando en que la situación se normalizará eventualmente? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!