Yo de emborracharme, no tanto, bebo socialmente o rara vez (duro desde dos días hasta cinco semanas tomándome una botella de 250ml).
Cuando salgo, aprendí hasta donde llegar al ver los ridículos de los demás, por lo que no he hecho ninguno. Pero he visto lo usual, gente andando de cuatro patas, vomitando porque se bajaron media botella de ron como si fuera refresco, confesiones espontáneas de amor oculto hacia una de las personas del grupo, haciendo monerías (literalmente), y un par de machos conquistadores y mujeriegos que salen del clóset cada vez que toman.