¡Ay, patético! El mundo entero todavía está procesando el horror que se vivió en Sídney, pero acá en Costa Rica estamos con el corazón encogido. No porque estemos lejos, sino porque nos duele ver tanta barbarie, pero además, nos sentimos orgullosos de la valentía mostrada por dos compatriotas nuestros, Boris y Sofía Gurman. Una pareja que, sin pensarlo dos veces, se plantó frente a un terrorista para salvar a otras personas.
La bronca empezó el domingo pasado en Bondi Beach, allá en Australia. Un tipo, Sajid Akram, comenzó a atacar gente, apuntando específicamente a la comunidad judía durante la celebración de Janucá. Figurativamente hablando, ¡qué despache! De pronto, un día festivo se convierte en escenario de pesadilla. Lo que pasó después, es digno de película, aunque lamentablemente, terminó con un final amargo.
Y ahí es donde entran nuestros héroes. Boris, un mecánico jubilado de 69 años, y Sofía, quien trabaja en Australia Post, vieron la situación y, sin darle más vueltas, decidieron actuar. Según testigos, Boris agarró al tipo por la fuerza, tratando de quitarle el arma. ¡Imagínate la valentía, mae! Un señor ya entrado en años, enfrentándose a alguien dispuesto a matar. Las imágenes de una cámara vehicular capturaron este momento épico, mostrando a Boris luchando con el atacante mientras Sofía le daba apoyo.
El video es impactante. Ves a Boris forcejeando, arrebatándole la primera arma al asesino. Después, levanta la pistola y le da unos buenos golpes al tipo. ¡Un maquina! Pero tristemente, la historia no termina ahí. Al parecer, el atacante tenía otra arma escondida y, a sangre fría, les dio muerte a ambos. Qué salado, diay... justo cuando estaban a punto de celebrar sus 35 años de casados.
Pero no todo es tragedia. Antes de eso, varios testimonios describieron a Boris como un verdadero héroe, alguien que “no huyó, sino que se lanzó directamente hacia el peligro”. La familia Gurman, devastada por la pérdida, expresó su profundo orgullo por la valentía y generosidad de sus padres. Dijeron que actuaron de forma instintiva, pensando primero en ayudar a los demás. Eso sí que es espíritu costarricense, pura vida hasta el final.
Ahora bien, hay que entender el panorama completo. La policía australiana considera esto como un atentado terrorista contra la comunidad judía, inspirado en la ideología del Estado Islámico (ISIS). En el vehículo de los atacantes, quienes por cierto, eran padre e hijo (Sajid y Naveed Akram), encontraron banderas “caseras” del ISIS y material para fabricar bombas. Además, entre las víctimas, había niños, un rabino, un policía jubilado e incluso un sobreviviente del Holocausto. ¡Una verdadera torta!
Y no fueron ellos los únicos héroes. Otro testigo, Ahmed al Ahmed, logró arrebatarle un arma a uno de los atacantes, quedando gravemente herido. Reuven Morrison, otro vecino, lanzó ladrillos a los agresores para proteger a los que huían, pero desafortunadamente, pagó con su vida. Demuestra que, ante el terror, siempre hay gente dispuesta a defender a los demás, a poner su vida en riesgo por el bienestar ajeno. Esto, claro, nos hace reflexionar mucho sobre qué tan importante es la solidaridad humana.
Nos queda la triste realidad de la pérdida de estos valientes, tanto los Gurman como las demás víctimas. Pero también tenemos el ejemplo de su coraje y sacrificio. Ellos demostraron que, incluso estando lejos de casa, podemos mantener vivo el espíritu costarricense: la empatía, la defensa de los valores humanos y la valentía ante la adversidad. Entonces, dime tú, ¿crees que la respuesta al terrorismo debe ser más tolerancia y comprensión, o una reacción más dura y contundente?
La bronca empezó el domingo pasado en Bondi Beach, allá en Australia. Un tipo, Sajid Akram, comenzó a atacar gente, apuntando específicamente a la comunidad judía durante la celebración de Janucá. Figurativamente hablando, ¡qué despache! De pronto, un día festivo se convierte en escenario de pesadilla. Lo que pasó después, es digno de película, aunque lamentablemente, terminó con un final amargo.
Y ahí es donde entran nuestros héroes. Boris, un mecánico jubilado de 69 años, y Sofía, quien trabaja en Australia Post, vieron la situación y, sin darle más vueltas, decidieron actuar. Según testigos, Boris agarró al tipo por la fuerza, tratando de quitarle el arma. ¡Imagínate la valentía, mae! Un señor ya entrado en años, enfrentándose a alguien dispuesto a matar. Las imágenes de una cámara vehicular capturaron este momento épico, mostrando a Boris luchando con el atacante mientras Sofía le daba apoyo.
El video es impactante. Ves a Boris forcejeando, arrebatándole la primera arma al asesino. Después, levanta la pistola y le da unos buenos golpes al tipo. ¡Un maquina! Pero tristemente, la historia no termina ahí. Al parecer, el atacante tenía otra arma escondida y, a sangre fría, les dio muerte a ambos. Qué salado, diay... justo cuando estaban a punto de celebrar sus 35 años de casados.
Pero no todo es tragedia. Antes de eso, varios testimonios describieron a Boris como un verdadero héroe, alguien que “no huyó, sino que se lanzó directamente hacia el peligro”. La familia Gurman, devastada por la pérdida, expresó su profundo orgullo por la valentía y generosidad de sus padres. Dijeron que actuaron de forma instintiva, pensando primero en ayudar a los demás. Eso sí que es espíritu costarricense, pura vida hasta el final.
Ahora bien, hay que entender el panorama completo. La policía australiana considera esto como un atentado terrorista contra la comunidad judía, inspirado en la ideología del Estado Islámico (ISIS). En el vehículo de los atacantes, quienes por cierto, eran padre e hijo (Sajid y Naveed Akram), encontraron banderas “caseras” del ISIS y material para fabricar bombas. Además, entre las víctimas, había niños, un rabino, un policía jubilado e incluso un sobreviviente del Holocausto. ¡Una verdadera torta!
Y no fueron ellos los únicos héroes. Otro testigo, Ahmed al Ahmed, logró arrebatarle un arma a uno de los atacantes, quedando gravemente herido. Reuven Morrison, otro vecino, lanzó ladrillos a los agresores para proteger a los que huían, pero desafortunadamente, pagó con su vida. Demuestra que, ante el terror, siempre hay gente dispuesta a defender a los demás, a poner su vida en riesgo por el bienestar ajeno. Esto, claro, nos hace reflexionar mucho sobre qué tan importante es la solidaridad humana.
Nos queda la triste realidad de la pérdida de estos valientes, tanto los Gurman como las demás víctimas. Pero también tenemos el ejemplo de su coraje y sacrificio. Ellos demostraron que, incluso estando lejos de casa, podemos mantener vivo el espíritu costarricense: la empatía, la defensa de los valores humanos y la valentía ante la adversidad. Entonces, dime tú, ¿crees que la respuesta al terrorismo debe ser más tolerancia y comprensión, o una reacción más dura y contundente?
