¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que nuestro querido Elías Alvarado, el corresponsal de Teletica en Estados Unidos, estaba pasando por un brete así de pesado. El mae siempre nos ha dado alegrones con sus reportajes y su buen rollo, pero ahora nos cuenta una historia que te pone la piel de gallina. Resulta que después de una bronquitis aguda, casi se va al traste, según sus propias palabras.
Alvarado, acompañado de su esposa Tania, soltó toda la vaina en un video pa' sus redes sociales. No anduvieron con rodeos y contaron cómo todo empezó con esa bronquitis que parecía no querer irse. Dos visitas a emergencias, un montón de antibióticos y esteroides, pero nada. Parecía que el cuerpo no quería colaborar, pura sal, vamos.
“Nunca me había sentido tan mal en la vida”, confesó Elías, recordando el momento en que tuvo que llamar a Tania para echarle unas oraciones. ¡Imagínate la fiaca que debió sentir! Pero, afortunadamente, logró salir adelante de la bronquitis, aunque eso sí, le tocó hacerse un montón de exámenes para ver si no había dejado secuelas, como asma, lo cual da qué pensar.
Y ahí no acabó la película, chunches. Después de los exámenes iniciales, le dijeron que necesitaba visitar a un cardiólogo y luego a un neumólogo. Entre medicamento y efecto secundario, el mae estaba ya medio confundido. Le dijo al doctor: ‘¿Es bueno tomar tanto antibiótico?’ y el señor le contestó: ‘Lo malo es que no se le quita esa infección’. ¡Qué vara!
Pero la cosa se puso aún más seria cuando fue con un especialista en sinusitis y le mandaron una TAC. Ahí encontraron una obstrucción severa en la nariz y le tuvieron que operar. Aunque la cirugía salió bien, pronto apareció una complicación inesperada: un neumotórax, una condición grave que le afectó la respiración. ¡Uy, qué susto!
Para salvarle la vida, los doctores tuvieron que ponerle un tubo torácico, y ahí mismo Alvarado entendió que estaba al borde de un infarto. “Actuaron de inmediato y gracias a Dios todo salió bien”, relató, conmovido hasta las lágrimas. Luego pasó varios días en la unidad de cuidados intensivos, donde Tania lo cuidó como ninguna, incluso ayudándolo con cositas básicas. ¡Qué esposa!
Después de todo este proceso, Elías tuvo que ausentarse de su trabajo por unos días. Se nos muestran unas fotos suyas relajándose en casa con su hijo, tratando de recuperar energías. Lo importante es que ahora se está recuperando de manera favorable y quiere agradecer a todos por el apoyo. Menciona que es vital escuchar al cuerpo y buscar ayuda médica a tiempo, porque a veces la vaina se nos puede complicar bastante.
En fin, una historia que nos recuerda que la salud es lo primero, maes. Agradecemos a Elías por compartir su experiencia y por recordarnos que, pese a los momentos difíciles, siempre hay luz al final del túnel. Ahora, cuéntenme: ¿Alguna vez han pasado por una situación similar y cómo la superaron? ¿Qué medidas toman ustedes para cuidar su salud?
Alvarado, acompañado de su esposa Tania, soltó toda la vaina en un video pa' sus redes sociales. No anduvieron con rodeos y contaron cómo todo empezó con esa bronquitis que parecía no querer irse. Dos visitas a emergencias, un montón de antibióticos y esteroides, pero nada. Parecía que el cuerpo no quería colaborar, pura sal, vamos.
“Nunca me había sentido tan mal en la vida”, confesó Elías, recordando el momento en que tuvo que llamar a Tania para echarle unas oraciones. ¡Imagínate la fiaca que debió sentir! Pero, afortunadamente, logró salir adelante de la bronquitis, aunque eso sí, le tocó hacerse un montón de exámenes para ver si no había dejado secuelas, como asma, lo cual da qué pensar.
Y ahí no acabó la película, chunches. Después de los exámenes iniciales, le dijeron que necesitaba visitar a un cardiólogo y luego a un neumólogo. Entre medicamento y efecto secundario, el mae estaba ya medio confundido. Le dijo al doctor: ‘¿Es bueno tomar tanto antibiótico?’ y el señor le contestó: ‘Lo malo es que no se le quita esa infección’. ¡Qué vara!
Pero la cosa se puso aún más seria cuando fue con un especialista en sinusitis y le mandaron una TAC. Ahí encontraron una obstrucción severa en la nariz y le tuvieron que operar. Aunque la cirugía salió bien, pronto apareció una complicación inesperada: un neumotórax, una condición grave que le afectó la respiración. ¡Uy, qué susto!
Para salvarle la vida, los doctores tuvieron que ponerle un tubo torácico, y ahí mismo Alvarado entendió que estaba al borde de un infarto. “Actuaron de inmediato y gracias a Dios todo salió bien”, relató, conmovido hasta las lágrimas. Luego pasó varios días en la unidad de cuidados intensivos, donde Tania lo cuidó como ninguna, incluso ayudándolo con cositas básicas. ¡Qué esposa!
Después de todo este proceso, Elías tuvo que ausentarse de su trabajo por unos días. Se nos muestran unas fotos suyas relajándose en casa con su hijo, tratando de recuperar energías. Lo importante es que ahora se está recuperando de manera favorable y quiere agradecer a todos por el apoyo. Menciona que es vital escuchar al cuerpo y buscar ayuda médica a tiempo, porque a veces la vaina se nos puede complicar bastante.
En fin, una historia que nos recuerda que la salud es lo primero, maes. Agradecemos a Elías por compartir su experiencia y por recordarnos que, pese a los momentos difíciles, siempre hay luz al final del túnel. Ahora, cuéntenme: ¿Alguna vez han pasado por una situación similar y cómo la superaron? ¿Qué medidas toman ustedes para cuidar su salud?