¡Ay, Dios mío! Otro golpe duro para nuestra gente. Cot de Oreamuno está de luto porque Joselin de los Ángeles Ramírez Pérez, una mae que todos conocíamos, nos dejó. La muchacha, apenas con 28 años, falleció este domingo en el Hospital Calderón Guardia después de pelearle feo la vida durante más de un mes, todo por culpa de un disparo que recibió en plena cara. Un desenlace tristísimo que deja a cuatro chiquillos huérfanos y eleva la cifra de femicidios a 34 este año – ¡qué torta!
Esta vara es preocupante, ¿eh? Porque aunque hemos escuchado discursos bonitos y visto algunas acciones, la violencia contra las mujeres sigue siendo una sombra oscura que nos persigue. Tenemos más de treinta mujeres asesinadas en lo que va del año, una estadística que debería hacerarnos reflexionar a todos y exigir cambios reales. No podemos seguir normalizando esto, maes.
Según cuentan los vecinos, todo empezó con una discusión acalorada en la casa de la pareja, allá por el 14 de octubre. Los oficiales del Ministerio de Seguridad llegaron corriendo cuando ya estaban dando gritos, y encontraron a Joselin tirada, con una herida fea en el ojo izquierdo. Su propia madre escuchó el portazo y el disparo, un momento que la marcará de por vida. El marido, el tipo que se supone debía protegerla, ahora enfrenta cargos graves.
Y lo peor es que Joselin, pobrecita, incluso festejó su primer aniversario de boda en el hospital, luchando por su vida. Se casó, tuvo ilusiones, soñaba con ver crecer a sus hijos… pero su cuerpo no pudo soportar más. Eso sí que duele hasta el alma, ¿verdad?
El velorio y el entierro fueron momentos de mucha tristeza y consternación. La gente de Cot salió a despedirla con el corazón roto, tratando de darle a sus hijos un poco de consuelo en medio de tanta pena. Dicen que nadie se esperaba esto, que Joselin era una mae alegre, trabajadora y siempre dispuesta a echar una mano. ¡Qué carga tener que perderla así!
Ahora, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) está encargándose de los cuatro niños, buscando una solución para asegurar su bienestar. Esperamos que pronto puedan encontrar un hogar seguro y amoroso donde puedan sanar sus heridas y construir un futuro digno. Esta vara es delicada, y necesitamos apoyarles en estos momentos tan difíciles.
Pero no solo es cuestión de ayudar a los niños. También debemos analizar cómo llegamos a esta situación. ¿Por qué seguimos viendo estas estadísticas tan elevadas? ¿Qué estamos haciendo mal? Las organizaciones sociales insisten en que necesitamos fortalecer las denuncias, ofrecer acompañamiento psicológico y crear redes de apoyo sólidas, especialmente en las zonas rurales donde las oportunidades son limitadas. Necesitamos sacarle punta a esta problemática, no podemos seguir viviendo así.
Es hora de preguntarnos: ¿Qué responsabilidad tenemos nosotros como sociedad en prevenir estos crímenes? ¿Estamos haciendo lo suficiente para educar a nuestros jóvenes sobre el respeto y la igualdad de género? ¿Estamos creando espacios seguros donde las mujeres puedan hablar sin miedo? Y ahora les pregunto a ustedes, compañeros del Foro: ¿Qué medidas concretas creen que podrían implementarse para erradicar la violencia contra las mujeres en Costa Rica, dejando atrás este panorama tan salado?“,
Esta vara es preocupante, ¿eh? Porque aunque hemos escuchado discursos bonitos y visto algunas acciones, la violencia contra las mujeres sigue siendo una sombra oscura que nos persigue. Tenemos más de treinta mujeres asesinadas en lo que va del año, una estadística que debería hacerarnos reflexionar a todos y exigir cambios reales. No podemos seguir normalizando esto, maes.
Según cuentan los vecinos, todo empezó con una discusión acalorada en la casa de la pareja, allá por el 14 de octubre. Los oficiales del Ministerio de Seguridad llegaron corriendo cuando ya estaban dando gritos, y encontraron a Joselin tirada, con una herida fea en el ojo izquierdo. Su propia madre escuchó el portazo y el disparo, un momento que la marcará de por vida. El marido, el tipo que se supone debía protegerla, ahora enfrenta cargos graves.
Y lo peor es que Joselin, pobrecita, incluso festejó su primer aniversario de boda en el hospital, luchando por su vida. Se casó, tuvo ilusiones, soñaba con ver crecer a sus hijos… pero su cuerpo no pudo soportar más. Eso sí que duele hasta el alma, ¿verdad?
El velorio y el entierro fueron momentos de mucha tristeza y consternación. La gente de Cot salió a despedirla con el corazón roto, tratando de darle a sus hijos un poco de consuelo en medio de tanta pena. Dicen que nadie se esperaba esto, que Joselin era una mae alegre, trabajadora y siempre dispuesta a echar una mano. ¡Qué carga tener que perderla así!
Ahora, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) está encargándose de los cuatro niños, buscando una solución para asegurar su bienestar. Esperamos que pronto puedan encontrar un hogar seguro y amoroso donde puedan sanar sus heridas y construir un futuro digno. Esta vara es delicada, y necesitamos apoyarles en estos momentos tan difíciles.
Pero no solo es cuestión de ayudar a los niños. También debemos analizar cómo llegamos a esta situación. ¿Por qué seguimos viendo estas estadísticas tan elevadas? ¿Qué estamos haciendo mal? Las organizaciones sociales insisten en que necesitamos fortalecer las denuncias, ofrecer acompañamiento psicológico y crear redes de apoyo sólidas, especialmente en las zonas rurales donde las oportunidades son limitadas. Necesitamos sacarle punta a esta problemática, no podemos seguir viviendo así.
Es hora de preguntarnos: ¿Qué responsabilidad tenemos nosotros como sociedad en prevenir estos crímenes? ¿Estamos haciendo lo suficiente para educar a nuestros jóvenes sobre el respeto y la igualdad de género? ¿Estamos creando espacios seguros donde las mujeres puedan hablar sin miedo? Y ahora les pregunto a ustedes, compañeros del Foro: ¿Qué medidas concretas creen que podrían implementarse para erradicar la violencia contra las mujeres en Costa Rica, dejando atrás este panorama tan salado?“,
