¡Ay, Dios mío! Parece que el dengue no quiere soltarme a nosotros, ni a nadie en Costa Rica. Las estadísticas siguen dando escalofríos: 4.593 casos registrados la semana pasada. Sí, sí, leyeron bien. Aunque digan que bajó con respecto al año pasado, ¡qué torta! Siguen saliendo nuevos contagios y eso preocupa a todos, desde el mae que vive en la capital hasta el que anda laburando en la montaña.
Lo que pasa es que la circulación del virus, aunque más lenta que el año anterior, todavía tiene a varios cantones en la cuerda floja. Según el Ministerio de Salud, San José, Alajuela, Puntarenas, Carrillo y Alajuelita encabezan la lista negra. Imagínate, ahí hay gente trabajando duro, tratando de ganarse el pan, y tienen que estar pendiente de si les pican o no. Que sal, hombre...
La Jennyffer González, jefa de Vigilancia de la Salud, nos pone las cartas sobre la mesa: San José sigue siendo el epicentro con 1.259 casos acumulados. Después vienen Alajuela con 312, Puntarenas con 247, Carrillo con 229 y Alajuelita cerrando el top cinco con 208. Son números que dan que pensar, ¿eh? No es un juego de azar, es la salud de nuestra gente lo que está en peligro.
Pero no todo está perdido, parce. El Programa de Control de Vectores ha estado fajándose para eliminar esos criaderos malditos del mosquito Aedes aegypti. Han quitado 1.360.647 criaderos, tratado casi dos millones de depósitos de agua parada y fumigado más de medio millón de viviendas. ¡Se rifan!, pero parece que no alcanza. Hay que entender que esto es una batalla constante, ¿me entienden?
Y hablando de batallas, ¡miren cuántas casas han revisado! Más de 531 mil hogares visitados, y de esas, ¡más de 27 mil tenían criaderos activos! Eso demuestra que aún hay mucho por hacer. Claro, van casa por casa, limpian patios, hacen campañas de concientización… pero la clave está en que nosotros mismos hagamos nuestro rol. No podemos andar dejando charcos y latas viejas por toda la casa, diay.
Ahora, hablemos claro: reducir el dengue depende de nosotros. El Ministerio de Salud ya dio las recomendaciones: vaciar y limpiar cualquier recipiente que pueda acumular agua, revisar los techos y las cañerías, y llevarse las llantas usadas de una vez. Parece simple, pero a muchos les da pereza, y ahí es donde entra el problema. Tenemos que asumirnos la responsabilidad porque esto nos afecta a todos, maes.
Lo bueno es que las autoridades no se quedan de brazos cruzados. Están aplicando todas las medidas posibles, enfocándose en los cantones más críticos. Pero sinceramente, si no cooperamos, todo este esfuerzo será como echarle agua al mar. Estamos viendo cómo otros países luchan contra enfermedades similares, y la clave siempre es la colaboración entre el gobierno y la población. Es un brete compartido, ¿quién entiende?
Entonces, díganme ustedes: ¿creemos que las campañas actuales del Ministerio de Salud son suficientes para controlar el dengue, o necesitamos enfoques más creativos e innovadores para abordar esta problemática? ¿Qué ideas tenemos para que nuestros vecinos también hagan su parte y juntos podamos derrotar a este mosquitito que nos causa tanto dolor de cabeza?
Lo que pasa es que la circulación del virus, aunque más lenta que el año anterior, todavía tiene a varios cantones en la cuerda floja. Según el Ministerio de Salud, San José, Alajuela, Puntarenas, Carrillo y Alajuelita encabezan la lista negra. Imagínate, ahí hay gente trabajando duro, tratando de ganarse el pan, y tienen que estar pendiente de si les pican o no. Que sal, hombre...
La Jennyffer González, jefa de Vigilancia de la Salud, nos pone las cartas sobre la mesa: San José sigue siendo el epicentro con 1.259 casos acumulados. Después vienen Alajuela con 312, Puntarenas con 247, Carrillo con 229 y Alajuelita cerrando el top cinco con 208. Son números que dan que pensar, ¿eh? No es un juego de azar, es la salud de nuestra gente lo que está en peligro.
Pero no todo está perdido, parce. El Programa de Control de Vectores ha estado fajándose para eliminar esos criaderos malditos del mosquito Aedes aegypti. Han quitado 1.360.647 criaderos, tratado casi dos millones de depósitos de agua parada y fumigado más de medio millón de viviendas. ¡Se rifan!, pero parece que no alcanza. Hay que entender que esto es una batalla constante, ¿me entienden?
Y hablando de batallas, ¡miren cuántas casas han revisado! Más de 531 mil hogares visitados, y de esas, ¡más de 27 mil tenían criaderos activos! Eso demuestra que aún hay mucho por hacer. Claro, van casa por casa, limpian patios, hacen campañas de concientización… pero la clave está en que nosotros mismos hagamos nuestro rol. No podemos andar dejando charcos y latas viejas por toda la casa, diay.
Ahora, hablemos claro: reducir el dengue depende de nosotros. El Ministerio de Salud ya dio las recomendaciones: vaciar y limpiar cualquier recipiente que pueda acumular agua, revisar los techos y las cañerías, y llevarse las llantas usadas de una vez. Parece simple, pero a muchos les da pereza, y ahí es donde entra el problema. Tenemos que asumirnos la responsabilidad porque esto nos afecta a todos, maes.
Lo bueno es que las autoridades no se quedan de brazos cruzados. Están aplicando todas las medidas posibles, enfocándose en los cantones más críticos. Pero sinceramente, si no cooperamos, todo este esfuerzo será como echarle agua al mar. Estamos viendo cómo otros países luchan contra enfermedades similares, y la clave siempre es la colaboración entre el gobierno y la población. Es un brete compartido, ¿quién entiende?
Entonces, díganme ustedes: ¿creemos que las campañas actuales del Ministerio de Salud son suficientes para controlar el dengue, o necesitamos enfoques más creativos e innovadores para abordar esta problemática? ¿Qué ideas tenemos para que nuestros vecinos también hagan su parte y juntos podamos derrotar a este mosquitito que nos causa tanto dolor de cabeza?