¡Ay, Dios mío! Diez meses...diez meses desde que encontraron al señor Jiménez tirado en Potrerillos, Piedades Sur, y la cosa sigue parada. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) anda echándole ganas, pero necesitan que la gente abra el ojo y diga lo que sabe, porque el silencio a veces pesa más que mil balas.
Como bien saben, esto pasó un miércoles por la tarde, alrededor de las tres y cuarto, en medio de la faena. El pobre señor Jiménez, un hombre trabajador, de unos 51 años, estaba haciendo su brete en una finca cuando, de repente, empezaron a sonar disparos. Un susto tremendo, dicen los que estaban cerca, y luego… ya ni siquiera se movía. Una tragedia terrible que dejó a toda la familia destrozada y al pueblo de San Ramón consternado.
El OIJ, pa' que vean que no se quedan con los brazos cruzados, hizo hasta lo que pudo. Recolectaron pruebas, hablaron con los testigos que había ahí cerca, intentaron reconstruir lo que pasó para ver si podían sacar algo en claro. Incluso hicieron una simulación de los hechos con esos peritos que vienen de todas partes, con sus aparatitos y sus rayitas láser, buscando ángulos y posiciones. Pero todavía les falta algo, una pieza clave, un dato que les dé la pista correcta para atrapar a los responsables.
Ahora, el OIJ está llamando a la ciudadanía a colaborar. No importa si vieron algo raro, si escucharon algún comentario, si saben de alguien que ande con pinta sospechosa. Cualquier información puede servir, aunque parezca insignificante. La idea es movernos todos juntos para darle justicia al señor Jiménez y a su familia. “Confidencialidad total”, aseguran desde el OIJ, así que pueden pasar la información sin miedo a que vayan a andar contando dónde vive uno o qué hacen los fines de semana.
Y hablando de confianza, el OIJ ha habilitado una línea especial y un WhatsApp para recibir llamadas y mensajes de texto de manera anónima. Así que, si tienen algo que decir, no se hagan rogar. Llamen al 800-8000-645 o envíen un mensaje al 8800-0645. Recuerden que proteger la identidad de quien colabora es importantísimo para evitar represalias y asegurar que la gente se sienta segura para aportar lo que sabe.
Este tipo de crímenes, además de quitarle la vida a una persona inocente, dejan una cicatriz profunda en la comunidad. Uno siente pena por los familiares, por los amigos, por todos los que conocieron al señor Jiménez y lo recuerdan como un buen hombre, trabajador y siempre dispuesto a echarle una mano. Es triste tener que vivir en un país donde estas cosas siguen pasando, donde la violencia se mete en nuestros corazones y nos quita la tranquilidad.
Hay que reconocer que el trabajo de los investigadores es duro y complicado. Se enfrentan a paredes de silencio, a pistas falsas, a criminales que no quieren dejar rastro. Pero ellos siguen adelante, con la esperanza de encontrar la verdad y llevar a los culpables ante la justicia. Pa’ eso necesitan nuestra ayuda, el apoyo de la sociedad, la voluntad de denunciar y de no quedarnos callados ante la injusticia. Y pa' recordarle a la banda que la impunidad es caldo de cultivo para la violencia. Si no lo combatimos, la cosa se va a ir al traste.
Así que, mi gente, piénsenlo bien. ¿Sabemos algo que pueda ayudar al OIJ a resolver este caso? ¿Hemos escuchado algún rumor, visto alguna actitud extraña? Compartan esa información, mándenla por WhatsApp, llamen al número que les di. Porque al final, todos queremos vivir en un país seguro y tranquilo. Dime, ¿usted cree que la colaboración ciudadana realmente marca la diferencia en estos casos o es simplemente una formalidad?
Como bien saben, esto pasó un miércoles por la tarde, alrededor de las tres y cuarto, en medio de la faena. El pobre señor Jiménez, un hombre trabajador, de unos 51 años, estaba haciendo su brete en una finca cuando, de repente, empezaron a sonar disparos. Un susto tremendo, dicen los que estaban cerca, y luego… ya ni siquiera se movía. Una tragedia terrible que dejó a toda la familia destrozada y al pueblo de San Ramón consternado.
El OIJ, pa' que vean que no se quedan con los brazos cruzados, hizo hasta lo que pudo. Recolectaron pruebas, hablaron con los testigos que había ahí cerca, intentaron reconstruir lo que pasó para ver si podían sacar algo en claro. Incluso hicieron una simulación de los hechos con esos peritos que vienen de todas partes, con sus aparatitos y sus rayitas láser, buscando ángulos y posiciones. Pero todavía les falta algo, una pieza clave, un dato que les dé la pista correcta para atrapar a los responsables.
Ahora, el OIJ está llamando a la ciudadanía a colaborar. No importa si vieron algo raro, si escucharon algún comentario, si saben de alguien que ande con pinta sospechosa. Cualquier información puede servir, aunque parezca insignificante. La idea es movernos todos juntos para darle justicia al señor Jiménez y a su familia. “Confidencialidad total”, aseguran desde el OIJ, así que pueden pasar la información sin miedo a que vayan a andar contando dónde vive uno o qué hacen los fines de semana.
Y hablando de confianza, el OIJ ha habilitado una línea especial y un WhatsApp para recibir llamadas y mensajes de texto de manera anónima. Así que, si tienen algo que decir, no se hagan rogar. Llamen al 800-8000-645 o envíen un mensaje al 8800-0645. Recuerden que proteger la identidad de quien colabora es importantísimo para evitar represalias y asegurar que la gente se sienta segura para aportar lo que sabe.
Este tipo de crímenes, además de quitarle la vida a una persona inocente, dejan una cicatriz profunda en la comunidad. Uno siente pena por los familiares, por los amigos, por todos los que conocieron al señor Jiménez y lo recuerdan como un buen hombre, trabajador y siempre dispuesto a echarle una mano. Es triste tener que vivir en un país donde estas cosas siguen pasando, donde la violencia se mete en nuestros corazones y nos quita la tranquilidad.
Hay que reconocer que el trabajo de los investigadores es duro y complicado. Se enfrentan a paredes de silencio, a pistas falsas, a criminales que no quieren dejar rastro. Pero ellos siguen adelante, con la esperanza de encontrar la verdad y llevar a los culpables ante la justicia. Pa’ eso necesitan nuestra ayuda, el apoyo de la sociedad, la voluntad de denunciar y de no quedarnos callados ante la injusticia. Y pa' recordarle a la banda que la impunidad es caldo de cultivo para la violencia. Si no lo combatimos, la cosa se va a ir al traste.
Así que, mi gente, piénsenlo bien. ¿Sabemos algo que pueda ayudar al OIJ a resolver este caso? ¿Hemos escuchado algún rumor, visto alguna actitud extraña? Compartan esa información, mándenla por WhatsApp, llamen al número que les di. Porque al final, todos queremos vivir en un país seguro y tranquilo. Dime, ¿usted cree que la colaboración ciudadana realmente marca la diferencia en estos casos o es simplemente una formalidad?