Maes, agárrense porque este arroz con mango político está mejor que novela de las nueve. Resulta que este domingo fue la asamblea nacional de Pueblo Soberano, el partido que el chavismo escogió para pulsearla en las próximas elecciones. Era el evento del año para ellos, donde se definían los nombres que van a ir en la papeleta para diputados. ¿Y adivinen quién brilló por su ausencia? Exacto. La mamá de los tomates del oficialismo, doña Pilar Cisneros. La misma que hasta hace dos minutos nos decía que iba a liderar la campaña para conseguir 45 diputados. ¡Qué despiche!
Cuando la prensa, con toda la razón del mundo, le fue a preguntar qué fue la vara, ella se lavó las manos como Poncio Pilato. Palabras más, palabras menos, dijo: "No participé de la asamblea porque no tenía nada que hacer ahí. No milito en ese partido y no soy asambleísta". Un momento, ¿cómo que no tenía nada que hacer ahí? ¡Pero si usted ha sido la cara, el motor y la principal cheerleader de este movimiento desde el día uno! Es como que el capitán del equipo diga que no va a la final porque no le toca jugar. Diay no, mae, algo no calza.
Pero la verdadera bomba, la que nos dejó a todos con el ojo cuadrado, fue cuando le preguntaron su opinión sobre los candidatos elegidos. Uno esperaría que dijera que son lo mejor de lo mejor, un equipo de lujo, casi los Avengers de la política tica. Pero no. Con una sinceridad que asusta, doña Pilar soltó: "No puedo dar un criterio porque al 80% o más de los candidatos electos ni siquiera los conozco". Repito para que quede claro: LA LÍDER de facto del movimiento NO CONOCE al 80% de su propio ejército. ¡Qué torta más monumental! ¿Cómo piensa ir a pedirle a la gente que vote por una lista de desconocidos? Es más, ¿cómo planea liderar una bancada de 45 diputados si no tiene ni la más mínima referencia de quiénes son?
Aquí es donde la cosa se pone todavía más extraña. Según confesó el exvicepresidente Stephan Brunner, las listas las armó la candidata presidencial Laura Fernández. O sea, ella fue la que acomodó las fichas en el tablero. Esto deja claro que el poder se está moviendo y, al parecer, Pilar ya no es la que corta el queque. Vemos en esa lista a un montón de exjerarcas de este gobierno, desde Nogui Acosta y Marta Esquivel hasta influencers y hasta el expresidente legislativo Gonzalo Ramírez. Un rejuntado de gente que, según la propia Pilar, es un misterio para ella. Todo el plan de una aplanadora legislativa se empieza a ver como un barco a la deriva, y la capitana original ahora lo ve desde la orilla.
Entonces, la pregunta del millón es: ¿cuál es la jugada aquí? ¿Estamos viendo cómo el chavismo le está dando la espalda a su figura más icónica y carismática? ¿O es Pilar la que, con una astucia increíble, se está distanciando de un proyecto que quizás ya no ve con buenos ojos? Su compromiso ahora, dice ella, es solo "motivar a la gente" para que voten. Pasó de ser la generala a ser la encargada de la motivación, un bajonazo de rango en toda regla. Maes, ¿qué opinan ustedes? ¿Es esto una simple estrategia y Pilar va a volver a ser la cara de la campaña cuando caliente la elección, o estamos viendo el inicio de una fractura seria en el oficialismo? ¿Se jalaron una torta al dejarla por fuera o ella se está avispando a tiempo? ¡Abro debate en los comentarios!
Cuando la prensa, con toda la razón del mundo, le fue a preguntar qué fue la vara, ella se lavó las manos como Poncio Pilato. Palabras más, palabras menos, dijo: "No participé de la asamblea porque no tenía nada que hacer ahí. No milito en ese partido y no soy asambleísta". Un momento, ¿cómo que no tenía nada que hacer ahí? ¡Pero si usted ha sido la cara, el motor y la principal cheerleader de este movimiento desde el día uno! Es como que el capitán del equipo diga que no va a la final porque no le toca jugar. Diay no, mae, algo no calza.
Pero la verdadera bomba, la que nos dejó a todos con el ojo cuadrado, fue cuando le preguntaron su opinión sobre los candidatos elegidos. Uno esperaría que dijera que son lo mejor de lo mejor, un equipo de lujo, casi los Avengers de la política tica. Pero no. Con una sinceridad que asusta, doña Pilar soltó: "No puedo dar un criterio porque al 80% o más de los candidatos electos ni siquiera los conozco". Repito para que quede claro: LA LÍDER de facto del movimiento NO CONOCE al 80% de su propio ejército. ¡Qué torta más monumental! ¿Cómo piensa ir a pedirle a la gente que vote por una lista de desconocidos? Es más, ¿cómo planea liderar una bancada de 45 diputados si no tiene ni la más mínima referencia de quiénes son?
Aquí es donde la cosa se pone todavía más extraña. Según confesó el exvicepresidente Stephan Brunner, las listas las armó la candidata presidencial Laura Fernández. O sea, ella fue la que acomodó las fichas en el tablero. Esto deja claro que el poder se está moviendo y, al parecer, Pilar ya no es la que corta el queque. Vemos en esa lista a un montón de exjerarcas de este gobierno, desde Nogui Acosta y Marta Esquivel hasta influencers y hasta el expresidente legislativo Gonzalo Ramírez. Un rejuntado de gente que, según la propia Pilar, es un misterio para ella. Todo el plan de una aplanadora legislativa se empieza a ver como un barco a la deriva, y la capitana original ahora lo ve desde la orilla.
Entonces, la pregunta del millón es: ¿cuál es la jugada aquí? ¿Estamos viendo cómo el chavismo le está dando la espalda a su figura más icónica y carismática? ¿O es Pilar la que, con una astucia increíble, se está distanciando de un proyecto que quizás ya no ve con buenos ojos? Su compromiso ahora, dice ella, es solo "motivar a la gente" para que voten. Pasó de ser la generala a ser la encargada de la motivación, un bajonazo de rango en toda regla. Maes, ¿qué opinan ustedes? ¿Es esto una simple estrategia y Pilar va a volver a ser la cara de la campaña cuando caliente la elección, o estamos viendo el inicio de una fractura seria en el oficialismo? ¿Se jalaron una torta al dejarla por fuera o ella se está avispando a tiempo? ¡Abro debate en los comentarios!