Maes, hay noticias que uno lee y solo puede pensar: 'diay, otra vez'. La vara con el Tajo Comac en Pavas es justamente una de esas. Hoy nos levantamos con la noticia de que el Ministerio de Salud, ya hasta el copete, le tuvo que tirar una orden sanitaria a la Municipalidad de San José. ¿La razón? El basurero a cielo abierto y el despiche de contaminación que tienen ahí es de un nivel que ya no se puede ignorar. No es una sorpresa, seamos honestos. Los vecinos de Pavas llevan años en esto, pero parece que hay que llegar a una crisis de salud pública para que alguien en la Muni se dé por enterado.
El meollo del asunto, y aquí es donde uno de verdad se enoja, es la simpleza del incumplimiento. Según el ministerio, a la Muni se le pidió una tarea que no es ciencia de cohetes: instalar unas cámaras de vigilancia para controlar cuáles camiones entraban y salían de ahí. Simple, ¿verdad? Pues no. Parece que ese brete era demasiado complejo. La Muni se jaló una torta monumental al no hacerlo, y con esa inacción, básicamente le pusieron una alfombra roja al desorden. La ministra de Salud, Mary Munive, lo dijo con otras palabras, pero el mensaje es claro: tuvieron que meter mano porque el asunto es demasiado serio y, para variar, algunos responsables se estaban haciendo los locos.
Pero mae, la vara es más turbia de lo que parece. Esto no es solo basura y mal olor. Un informe que llegó hasta la Sala Constitucional reveló que el control del acceso al Tajo lo tenía una banda organizada. ¡Una banda! Cobraban peaje a los camiones para que botaran los desechos y, para ponerle la cereza al pastel de contaminación, permitían la quema clandestina de basura. O sea, no solo es un problema de negligencia municipal, es un foco de criminalidad y un atentado directo contra el ambiente y la salud de la gente. Estamos hablando de un problema que escala de 'mala gestión' a 'zona sin ley' a vista y paciencia de las autoridades que debían impedirlo.
Y para que vean que esto no es de ahora, ¡qué va! Este es el cuento de nunca acabar. Ya en 2024, la mismísima Sala Cuarta les había ordenado al Ministerio de Salud, al Incofer y a la Muni que se pusieran las pilas y tomaran medidas para frenar el desmadre. Un año después, ¿qué pasó? Nada. La orden judicial se quedó en un papel bonito, el plan para solucionarlo se fue al traste y los camiones siguieron entrando como si nada. Es una cadena de ineptitud que da cólera, porque demuestra una falta de respeto no solo a la ley, sino a los ciudadanos que pagan impuestos esperando, como mínimo, que no dejen que un botadero ilegal se convierta en el cuartel general de una mafia.
Al cierre de esta edición, la Municipalidad de San José está en modo avión: cero comentarios, cero reacciones, cero planes a la vista. La clásica. Mientras tanto, la orden sanitaria está sobre la mesa y la presión aumenta. La pregunta ahora no es si tienen que actuar, sino si realmente lo harán. Porque ya hemos visto esta película y sabemos cómo termina. Los vecinos de Pavas y alrededores siguen respirando humo tóxico y viviendo al lado de un foco de inseguridad, esperando que esta vez, por algún milagro, la historia sea diferente. Ojalá, pero cuesta creerlo.
Diay, maes, la pregunta del millón es: ¿creen que esta vez con la orden de Salud la Muni sí va a hacer algo de verdad, o es puro show y en un par de meses volvemos a hablar del mismo despiche en Pavas? ¿Qué se necesita para que de verdad se pongan a bretear en esto?
El meollo del asunto, y aquí es donde uno de verdad se enoja, es la simpleza del incumplimiento. Según el ministerio, a la Muni se le pidió una tarea que no es ciencia de cohetes: instalar unas cámaras de vigilancia para controlar cuáles camiones entraban y salían de ahí. Simple, ¿verdad? Pues no. Parece que ese brete era demasiado complejo. La Muni se jaló una torta monumental al no hacerlo, y con esa inacción, básicamente le pusieron una alfombra roja al desorden. La ministra de Salud, Mary Munive, lo dijo con otras palabras, pero el mensaje es claro: tuvieron que meter mano porque el asunto es demasiado serio y, para variar, algunos responsables se estaban haciendo los locos.
Pero mae, la vara es más turbia de lo que parece. Esto no es solo basura y mal olor. Un informe que llegó hasta la Sala Constitucional reveló que el control del acceso al Tajo lo tenía una banda organizada. ¡Una banda! Cobraban peaje a los camiones para que botaran los desechos y, para ponerle la cereza al pastel de contaminación, permitían la quema clandestina de basura. O sea, no solo es un problema de negligencia municipal, es un foco de criminalidad y un atentado directo contra el ambiente y la salud de la gente. Estamos hablando de un problema que escala de 'mala gestión' a 'zona sin ley' a vista y paciencia de las autoridades que debían impedirlo.
Y para que vean que esto no es de ahora, ¡qué va! Este es el cuento de nunca acabar. Ya en 2024, la mismísima Sala Cuarta les había ordenado al Ministerio de Salud, al Incofer y a la Muni que se pusieran las pilas y tomaran medidas para frenar el desmadre. Un año después, ¿qué pasó? Nada. La orden judicial se quedó en un papel bonito, el plan para solucionarlo se fue al traste y los camiones siguieron entrando como si nada. Es una cadena de ineptitud que da cólera, porque demuestra una falta de respeto no solo a la ley, sino a los ciudadanos que pagan impuestos esperando, como mínimo, que no dejen que un botadero ilegal se convierta en el cuartel general de una mafia.
Al cierre de esta edición, la Municipalidad de San José está en modo avión: cero comentarios, cero reacciones, cero planes a la vista. La clásica. Mientras tanto, la orden sanitaria está sobre la mesa y la presión aumenta. La pregunta ahora no es si tienen que actuar, sino si realmente lo harán. Porque ya hemos visto esta película y sabemos cómo termina. Los vecinos de Pavas y alrededores siguen respirando humo tóxico y viviendo al lado de un foco de inseguridad, esperando que esta vez, por algún milagro, la historia sea diferente. Ojalá, pero cuesta creerlo.
Diay, maes, la pregunta del millón es: ¿creen que esta vez con la orden de Salud la Muni sí va a hacer algo de verdad, o es puro show y en un par de meses volvemos a hablar del mismo despiche en Pavas? ¿Qué se necesita para que de verdad se pongan a bretear en esto?