Mae, a veces uno lee noticias que simplemente no tienen ni pies ni cabeza. De esas que te dejan con cara de "¿es en serio?". Y esta vara con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y la empresa Eurociencia es una de esas. Pónganse cómodos porque el despiche que se armó no solo es millonario, sino que nos toca el bolsillo a todos. La historia corta es que la Caja rompió un contrato con un proveedor y contrató a otro por un precio 220% más caro. Así, como si nada. ¡Qué torta!
Vamos por partes para entender el enredo. Eurociencia, una empresa que le vendía a la Caja todos los chunches para cirugías de hombro, rodilla, cadera y otras articulaciones, tenía un contrato firmado y sellado hasta octubre de 2027. Todo parecía ir sobre ruedas, atendiendo a 23 hospitales y clínicas del país. Pero un buen día de febrero, ¡pum! La CCSS les mandó un oficio diciéndoles que tenían cinco días para jalar con todos sus equipos e insumos. Ni tiempo para tomarse un cafecito. La razón oficial: supuestos incumplimientos de los que, según la empresa, nunca les notificaron bien, dejándolos sin chance de defenderse. Un clásico "usted está fuera", pero sin explicación clara.
Y aquí es donde la vara se pone color de hormiga. Uno pensaría que si sacás a un proveedor por "incumplir", buscás a otro mejor y, ojalá, más barato, ¿verdad? ¡Pues no! La CCSS, con una agilidad sorprendente, organizó una "compra de urgencia" y adjudicó un nuevo contrato a una empresa llamada Biotec. El detalle es que, mientras Eurociencia cobraba $21,589 por unidad de insumo, el nuevo proveedor cobra $69,136. Hagan la matemática: es un 220% más por, aparentemente, lo mismo. El contrato original con Eurociencia era por $17.5 millones para CUATRO años. El nuevo contrato de "emergencia" es por casi $38 millones para solo 18 MESES. ¡Estamos hablando de una diferencia de $20 millones de la plata de todos nosotros!
Lo más increíble de todo es el contexto. Según Luis Ball, el presidente de Eurociencia, dos meses antes de que les cancelaran el contrato, la propia Auditoría de la CCSS les había dado una calificación de cumplimiento del 98%. ¡Un 98%! Diay, ¿cómo es la vara entonces? O sea, un mes después de que la auditoría interna te dice que todo está casi perfecto, la administración empieza a cocinar una "compra de urgencia" a tus espaldas, y dos meses después te dan la patada. No hay que ser un genio para ver que algo aquí no calza. La empresa, como es lógico, demandó a la Caja ante el Contencioso Administrativo por daños y perjuicios, que estiman en $7.7 millones.
Al final, este pleito va más allá de dos empresas. Esta es la plata con la que se pagan salarios, se compran medicinas y se deberían bajar las listas de espera. Esos $20 millones de diferencia podrían significar miles de cirugías para gente que lleva meses, o hasta años, esperando. Mientras mi tata, su abuela o nuestro vecino esperan por una operación, parece que en algunas oficinas de la Caja no hay problema en firmar cheques por el triple del valor. La institución dice que la consulta está "en trámite", la respuesta de siempre. Pero las preguntas quedan en el aire y la desconfianza crece.
Dejando de lado lo legal, ¿les parece a ustedes que esto huele bien? ¿Qué creen que está pasando realmente en la Caja para que se tomen decisiones así, que a simple vista parecen un balazo en el pie con la plata de todos nosotros?
Vamos por partes para entender el enredo. Eurociencia, una empresa que le vendía a la Caja todos los chunches para cirugías de hombro, rodilla, cadera y otras articulaciones, tenía un contrato firmado y sellado hasta octubre de 2027. Todo parecía ir sobre ruedas, atendiendo a 23 hospitales y clínicas del país. Pero un buen día de febrero, ¡pum! La CCSS les mandó un oficio diciéndoles que tenían cinco días para jalar con todos sus equipos e insumos. Ni tiempo para tomarse un cafecito. La razón oficial: supuestos incumplimientos de los que, según la empresa, nunca les notificaron bien, dejándolos sin chance de defenderse. Un clásico "usted está fuera", pero sin explicación clara.
Y aquí es donde la vara se pone color de hormiga. Uno pensaría que si sacás a un proveedor por "incumplir", buscás a otro mejor y, ojalá, más barato, ¿verdad? ¡Pues no! La CCSS, con una agilidad sorprendente, organizó una "compra de urgencia" y adjudicó un nuevo contrato a una empresa llamada Biotec. El detalle es que, mientras Eurociencia cobraba $21,589 por unidad de insumo, el nuevo proveedor cobra $69,136. Hagan la matemática: es un 220% más por, aparentemente, lo mismo. El contrato original con Eurociencia era por $17.5 millones para CUATRO años. El nuevo contrato de "emergencia" es por casi $38 millones para solo 18 MESES. ¡Estamos hablando de una diferencia de $20 millones de la plata de todos nosotros!
Lo más increíble de todo es el contexto. Según Luis Ball, el presidente de Eurociencia, dos meses antes de que les cancelaran el contrato, la propia Auditoría de la CCSS les había dado una calificación de cumplimiento del 98%. ¡Un 98%! Diay, ¿cómo es la vara entonces? O sea, un mes después de que la auditoría interna te dice que todo está casi perfecto, la administración empieza a cocinar una "compra de urgencia" a tus espaldas, y dos meses después te dan la patada. No hay que ser un genio para ver que algo aquí no calza. La empresa, como es lógico, demandó a la Caja ante el Contencioso Administrativo por daños y perjuicios, que estiman en $7.7 millones.
Al final, este pleito va más allá de dos empresas. Esta es la plata con la que se pagan salarios, se compran medicinas y se deberían bajar las listas de espera. Esos $20 millones de diferencia podrían significar miles de cirugías para gente que lleva meses, o hasta años, esperando. Mientras mi tata, su abuela o nuestro vecino esperan por una operación, parece que en algunas oficinas de la Caja no hay problema en firmar cheques por el triple del valor. La institución dice que la consulta está "en trámite", la respuesta de siempre. Pero las preguntas quedan en el aire y la desconfianza crece.
Dejando de lado lo legal, ¿les parece a ustedes que esto huele bien? ¿Qué creen que está pasando realmente en la Caja para que se tomen decisiones así, que a simple vista parecen un balazo en el pie con la plata de todos nosotros?