El Hito XIII

El Hito XIII y la Dignidad Nacional


Por: Ing. Agr. Edgar Rojas Cabezas
Durante la Federación Centroamericana, los inicios de la República y gran parte del siglo XIX, el problema limítrofe de Costa Rica con Nicaragua en el Atlántico no tuvo importancia relativa alguna, debido a que eran territorios en los que ninguno de los dos gobiernos tenía especial interés.
No fue sino hasta que en Nicaragua empezaron a vislumbrar la construcción de un canal interoceánico y en Costa Rica fue necesario buscar salida a las incipientes exportaciones cafetaleras, que comenzó la inquietud por definir los límites de ambas repúblicas.
Como provincias coloniales, la referencia a posibles límites aparece desde el año 1573, pero en forma vaga e imprecisa; luego sucedieron acontecimientos históricos como la anexión del Partido de Nicoya (1824), la dominación mosquitia de San Juan del Norte (1842), y la invasión filibustera de William Walker (1855), que fueron modelando el panorama geopolítico de la zona. A ello se sumó la insistencia norteamericana y británica para que ambas repúblicas lograsen un acuerdo limítrofe (1852), lo cual dejaría el camino llano para la construcción del citado canal interoceánico.
Bajo estas circunstancias se logró, tras varios infructuosos intentos, la conciliación de intereses en el esfuerzo hecho por el Lic. Máximo Jerez (Nicaragua) y el General José María Cañas (Costa Rica), quienes lograron firmar en 1858 el tratado que definió de una vez por todas los límites de Costa Rica y Nicaragua (Tratado Cañas-Jerez), ratificado posteriormente por el presidente de los Estados Unidos, Grover Cleveland en 1888, cuando ambos países decidieron someter a su arbitrio la validez del mismo.
Este tratado dice parcialmente en su artículo segundo: “...en un punto que deberá distar dos millas de la ribera del río, aguas arriba del Castillo. De allí se continuará en dirección al río Sapoá, que desagua en el lago de Nicaragua, siguiendo un curso que diste siempre dos millas de la margen derecha del río de San Juan, con sus circunvoluciones hasta su origen en el Lago y de la margen derecha del propio lago hasta el expresado río de Sapoá, en donde terminará esta línea paralela a dichas riberas. Del punto en que ella coincida en el río Sapoá, el que por lo dicho debe distar dos millas del lago,... ” del anterior texto se desprende claramente que la línea fronteriza, desde el Río San Juan hasta el río Sapoá debe distar siempre dos millas de la margen derecha del río y del lago.
Posteriormente, en 1897 se iniciaron los trabajos de amojonamiento, para lo cual se determinaron sendas comisiones de ingenieros y agrimensores de ambos países, pero prevista la posibilidad de encontrar diferencias de criterio durante las obras, se solicitó a los Estados Unidos la designación de un ingeniero que sirviera de arbitro en tales discrepancias, para lo cual se comisionó a Mr. E. P. Alexander, cuyo arbitraje se conoce como el laudo Alexander, y sirvió entre otras cosas, para asentar el hito XIII en el punto donde hoy se encuentra (10°56’43’’N–84°54’56’’W).
El principal problema práctico encontrado durante el amojonamiento al sur del Lago de Nicaragua consistió en la dificultad para definir claramente cuál era la “margen derecha” del Lago, como lo describe ampliamente el Ing. Lucas Fernández al Ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica el 4 de abril de 1900: “... la orilla del Lago de Nicaragua, según el tratado de 1858, debía ser aquella marcada por una altura de 106 pies sobre el nivel del mar... Estaba el Lago a 103 pies solamente, cuando comenzamos estos trabajos y todas las tierras vecinas en la parte de nuestros estudios habían sido ya inundadas...”, esta fijación de nivel en 106 pies sobre el nivel del mar, sólo puede ser comprendida a la luz de la clara intención que había de construir el canal interoceánico (lo cual suponía que las aguas del lago serían levantadas a 110 pies).
Las condiciones climáticas, que a su vez dificultaron el ingreso (con la tecnología de ese entonces) a los pantanos para poder efectuar el amojonamiento en el sitio que realmente correspondía, más la interpretación de considerar ese nivel del agua (106 pies) como la orilla del lago (incomprensiblemente aceptada por el Ing. Lucas Fernández) hizo que “...la margen derecha del propio lago...” se corriera varias millas tierra adentro, y por ende, la línea fronteriza se planteara dos millas más adentro del punto en el que el río Zapote tuviese el nivel de 106 pies.
Desde la anterior óptica, el laudo Alexander es perfectamente comprensible, pues la imposibilidad práctica de amojonar a... “dos millas de la margen derecha del río de San Juan, con sus circunvoluciones hasta su origen en el Lago y de la margen derecha del propio lago”, por lo inhóspito de los pantanos y la consecuente inseguridad, fueron circunstancias que hicieron que el amojonamiento no pudiera ni siquiera ajustarse al mismo laudo, sino que como el mismo Fernández dijo en 1900 “...Así llegamos ya a convenir, en las dos largas líneas rectas, que marcan la frontera a lo largo de la línea pantanosa.”
Pero el laudo es precisamente eso, una decisión arbitral que permitió hacer la interpretación práctica del tratado, nunca puede un laudo tener primacía sobre el tratado mismo y aunque en su momento fue una solución práctica aceptable, está sujeto a revisión si las condiciones cambian.
Un siglo después (2002), las condiciones cambiaron notoriamente: la construcción del canal interoceánico que utilizaría el río San Juan y el Lago de Nicaragua hace mucho quedó en el olvido, razón por la que el nivel de 106 pies de altura de las aguas perdió sentido como “margen del lago”; las condiciones climáticas de la región, tanto en la reserva “nicaragüense” Los Guatuzos, como en los linderos de colonización agrícola, permiten hoy tener un mejor panorama del sector; pero, principalmente, el desarrollo tecnológico actual posibilita tener mejores instrumentos de medición y posicionamiento global. En adición a ello, la mera constatación de campo y evidencias fotogramétricas determinan que es perfectamente viable definir la margen derecha del Lago de Nicaragua, sin temor a incurrir en error de ningún tipo.
A la luz de las posibilidades técnicas actuales, asume gran vigencia la sentencia de la Corte de Justicia Centroamericana, que el día 30 de setiembre de 1916 dictó, al referirse al Tratado Cañas-Jerez: “...no es dable en ningún tiempo denunciarlo, ni tenerlo por caduco, ni eludir los compromisos en él contraídos, mientras Costa Rica y Nicaragua subsistan como naciones libres...”.
Con el correr de los tiempos, Costa Rica cometió incoherencias casi aberrantes en relación a la fijación de éstos límites: en el gobierno de Don Julio Acosta (1920-1924) se prohibió el uso de mapas en escuelas y colegios en los que el límite no fuera el de las dos líneas rectas; en 1923 Don Miguel Obregón publicó el primer mapa oficial de Costa Rica, en el cual se indicaba claramente la delimitación de líneas rectas establecida por Lucas Fernández en 1900; pero el peor de todos los errores históricos relacionados con el tema se presentó en 1994, cuando casi un siglo después del amojonamiento inicial “los funcionarios que tenían que reamojonar y densificar la línea fronteriza dieron por bueno el error” (Gamboa, FORO 30/9/02).
Lo anterior hizo, cual “efecto dominó”, que la Procuraduría General de la República incurriera en otro gravísimo error en su sentencia del 17 de setiembre del 2001, en la cual ordena “el desalojo y la demolición de todo lo construido en el área de dos kilómetros a lo largo de la frontera con Nicaragua, para lo cual se le conferirá a los demandados y terceros ocupantes un plazo de ocho días hábiles y vencido el mismo sin efectuar la demolición, la misma se hará por el Estado, en ambos casos a costa de los demandados y cualquier otro tercero.”
La anterior sentencia generó que el Plenario de la Asamblea Legislativa acordara el 26 de agosto de 2002 crear una “Comisión Especial que estudiará y analizará la situación legal y social en la que se encuentran las familias que viven en las zonas fronterizas”, comisión que labora desde el 17 de setiembre bajo el expediente N°14878 de la Comisión Permanente de Asuntos Sociales.
Dicha Comisión, al ejecutar su labor, necesariamente habrá de detectar que el problema de fondo es mucho más grave que aquel que motivó su génesis, y por lo tanto, se verá en la imperiosa obligación de alertar al resto de los Diputados sobre la magna trascendencia de la situación planteada desde hace un siglo.
El costo de no aprovechar la tecnología actual para hacer una correcta demarcación del límite es muy alto para la Patria: el área nacional que con nuestro silencio estamos regalando a Nicaragua, es diez veces mayor que el área del cantón Central de San José, e incluye terrenos cultivables, humedales y poblados.
El problema en realidad es muy concreto, consiste en determinar quién irá a tocar las puertas del gobierno nicaragüense, para solicitar que devuelvan lo que en realidad nos pertenece por legítimo derecho, desde el Tratado Cañas-Jerez de 1858.
Señores Diputados de la Comisión 14878, Ustedes tienen la palabra y la posibilidad histórica de hacer valer la defensa de nuestra dignidad nacional.


hito.jpg




costa_rica1.gif




214_los_chiles.jpg





213_upala.jpg




Vamos a reclamar eso y capaz que Ortega ahora sí nos declara la guerra ja ja ja.

Eso sí, si el Tratado dice una cosa y tenemos con qué reclamar con justa razón pues debería hacerse y no andar con miedo. Ya perdimos un pedazo inmenso de tierra en la frontera sur hace muchos años por dejados... si hay con qué reclamar, pues que se proceda.


JUSTIFICACION:

Tratado: CAÑAS-JEREZ
Fecha: 15 de abril de 1858

Descripción del límite: Se inicia en Punta Castilla, sigue por la margen derecha del río San Juan, hasta un punto situado a 3 millas inglesas de Castillo Viejo. Luego con centro en Castillo Viejo se traza un arco de 3 millas de radio, para continuar a una distancia de 2 millas inglesas, hasta encontrar el río Sapoáa; de aquí sigue una recta astronómica hasta el centro de la Bahía Salinas en el Oceáno Pacífico.

Historia: Después de nuestra independencia en 1821 se presentaron dos problemas; los derechos sobre el río San Juan y sobre el territorio de la Alcaldía Mayor de Nicoya. Lo de Nicoya se resuelve el 25 de julio de 1824, cuando sus habitantes decidieron unirse a Costa Rica bajo el lema "De la Patria por nuestra voluntad".

Los derechos sobre el río San Juan fue más problemático, especialmente por ser escenario de la guerra de 1856-1857. Pero finalmente el 15 de abril de 1858 se firmó el tratado Cañas - Jerez, ratificado en 1888. Establece que el río pertenece a Nicaragua, el límite va por la margen derecha, pero Costa Rica tiene derecho de navegación con fines comerciales y no por barcos de guerra.


En ningun lado se menciona sobre dos lineas rectas, lo que dice es que se continua a dos millas nauticas del rio San Juan y del Lago de Nicaragua, hasta el Rio Sapoa...





Mapa_Politico_Rio_San_Juan.jpg




Mapa_Politico_Rivas.jpg


Se dice que en el año 2000, el Municipio de Cardenas de Rivas (color amarillo fronterizo con Guanacaste y Alajuela), deseaban anexarse a nuestro pais!!! para mayor informacion pueden visitar esta pagina:

Gobierno sólo reaccionó cuando pidieron anexarse a Costa Rica.
Niños buscan estudios y salud en poblaciones costarricenses


MUNICIPIO DE CARDENAS RIVAS NICARAGUA MANFUT.ORG

Segun periodico nicaraguense La Prensa - Nacionales - Demarcan frontera entre Nicaragua y Costa Rica

Demarcan frontera entre Nicaragua y Costa Rica


. Líderes comunales de Cárdenas insisten en anexión a Costa Rica, por abandono del Estado nicaragüense
. Hace dos años el gobierno prometió cielo y tierra, pero no ha cumplido
. Para el año 2001, el Ineter se propone continuar con el proceso de densificación de los tramos, donde los habitantes de la zona, puedan identificar sin lugar a dudas la guardarraya que divide a ambas naciones

Mojones como el de la gráfica son sustituidos en el proceso de densificación de la Frontera Sur de Nicaragua. LA PRENSA/ ARCHIVO.


Benjamín Blanco
[email protected]

Un total de siete mojones primarios fueron colocados en la zona limítrofe con Costa Rica, como parte de la “campaña de amojonamiento” ejecutada por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), informó la Dirección General de Geodesia y Cartografía de esta institución.

“El trabajo principal consistió en la determinación precisa de coordenadas e instalación de los mojones, ubicados entre los hitos 6 al 12, lo cual viene a densificar este tramo fronterizo”, informó Pedro Miguel Vargas, Director General de Geodesia y Cartografía.

Vargas agregó que, como trabajo complementario, se calculó la posición exacta de los hitos existentes en dicho tramo, establecidos hace más de cien años. “La colocación y medición precisa de los mojones se realizó con el auxilio de instrumentos y tecnología avanzada de la geodesia, los cuales Ineter tiene en uso desde 1994”, indicó Vargas.

CÁRDENAS INCONFORME CON ABANDONO

El proceso de amojonamiento de la frontera sur, cobró mayor importancia hace dos años, cuando todo el Gabinete Económico del Gobierno del Presidente Arnoldo Alemán llegó a hacer promesas al municipio de Cárdenas, del Departamento de Rivas, luego que la población manifestó sus planes de anexarse a Costa Rica debido al abandono gubernamental.

Recientemente, el líder comarcal del municipio de Cárdenas, Miguel Meléndez, presidente de la Asociación de Comunidades del Sur, manifestó a LA PRENSA que hace dos años “el gobierno sólo llegó a hacer la mueca”, por lo que ellos reconsiderarán nuevamente solicitar su anexión a Costa Rica si el gobierno no brinda atención a este municipio.

Al respecto, el director del Ineter, Claudio Gutiérrez, señaló que a raíz de conocerse la noticia de los planes de los pobladores de Cárdenas de anexarse a territorio costarricense, “el Ineter procedió a densificar el amojonamiento para este municipio, toda la zona de Cárdenas está amojonada”, aseguró Gutiérrez.

Por su parte la Oficina de Divulgación de la Cancillería dijo ayer a LA PRENSA que la vicecancillería iniciará una investigación en la zona para indagar al respecto.

El Director General de Geodesia y Cartografía del Ineter agregó que si las condiciones climatológicas lo permiten, tiene programado para noviembre realizar otra campaña de amojonamiento, con planes de ubicar al menos seis mojones más entre los mismos hitos del 6 al 12.

Para el año 2001, el Ineter se propone continuar con el proceso de densificación de los tramos, donde los habitantes de la zona, puedan identificar sin lugar a dudas la guardarraya que divide a ambas naciones.

PROCESO DE AMOJONAMIENTO

Los trabajos de demarcación física de la frontera entre Nicaragua y Costa Rica, se remontan desde el año 1897, cuando se establecieron en San Juan del Norte, de Nicaragua, las comisiones de trabajo para trazar la línea divisoria.

- La frontera entre ambas naciones se encuentra definida en el Tratado de límites del 15 de abril de 1858 y el Laudo Arbitral del señor Grover Cleveland, presidente de los Estados Unidos en aquella época.

- La franja fronteriza se extiende desde la desembocadura del río San Juan en el Mar Caribe, donde está colocado el mojón número 1. La frontera sigue sobre la ribera Sur, en un trecho de 138 kilómetros, hasta las cercanías de la fortaleza de la Inmaculada Concepción, donde está el mojón número 2.

- La línea continúa hacia el noroeste en un trecho de 173.6 kilómetros hasta la ribera oriental de la Bahía de Salinas en el Océano Pacífico, donde está el mojón número 20. Todos estos mojones mencionados, fueron colocados entre el año 1897 y 1900.

- La mayor parte de este trecho de la franja fronteriza está separada por el Lago de Nicaragua, en una delgada franja que oscila entre los diez y tres kilómetros de ancho, que concluye hasta en Peñas Blancas, Sapoá, en el Departamento de Rivas.
 
Cargando...

Últimas Noticias de Costa Rica

📑 Evite Multas y Sanciones: Ofrecemos servicios de presentación de declaraciones de IVA (D104), alquileres (D125) y la anual de renta (D101)

¿Está a favor de la portación de armas para la defensa personal?

  • Sí, para garantizar la seguridad individual

  • No, para reducir el riesgo de incidentes violentos


Los resultados solo son visibles tras votar.

TicosLand is now also available on Android and iOS

¿Las universidades públicas costarricenses son refugios de ideologías extremistas?

  • Sí, son una cueva de profesores parásitos

    Votos: 413 58,8%
  • No, son cunas del libre pensamiento

    Votos: 289 41,2%

¿Apoya la creación de una ley de eutanasia en Costa Rica?

  • Sí, por el derecho a una muerte digna

  • No, por el respeto absoluto a la vida


Los resultados solo son visibles tras votar.

En tendencia

¿Costa Rica debería promover abiertamente el turismo sexual?

  • Sí, podría dar un impulso económico

  • No, debido a las implicaciones morales y sociales negativas


Los resultados solo son visibles tras votar.

🚀 FACTURATica.com la #1 sin Mensualidades ni Anualidades. Inscripción gratis en Hacienda.

¿Estaría de acuerdo en la pena de muerte para crímenes graves y flagrantes?

  • Sí y también para la corrupción

  • No, por el riesgo de errores judiciales y la ética de la vida


Los resultados solo son visibles tras votar.

¿Debería Costa Rica legalizar la marihuana para uso recreativo?

  • Sí, por los beneficios económicos y de seguridad

  • No, debido a los potenciales riesgos para la salud y la sociedad


Los resultados solo son visibles tras votar.
Atrás
Arriba