Maes, paren todo lo que estén haciendo porque esta vara está que arde. Resulta que el gobierno de Estados Unidos se levantó un día y decidió que no quería jugar más con ciertas figuras ticas. Y cuando digo que no quiere jugar, me refiero a que les metió un congelador a todas sus cuentas y chunches por allá. La noticia bomba es que Celso Gamboa, el exmagistrado, amaneció en la famosa lista negra de la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros), que para efectos prácticos es como la lista de los ‘portados mal’ del Tío Sam. Y no viene solo, lo acompañan figurones como alias “Diablo”, “Pecho Rata” y “Turesky”. ¡Qué despiche se armó!
Diay, la vara es que esta inclusión no es cualquier cosa. Significa que los gringos, con la DEA moviendo los hilos por detrás, les bloquearon absolutamente todo: propiedades, cuentas bancarias, vehículos y cualquier activo que tengan bajo jurisdicción estadounidense. ¡Qué torta para ellos! Y para rematar, también metieron en el mismo saco al bufete ‘Celso Gamboa y Asociados’ y hasta al equipo de fútbol Limón Black Star FC. O sea, el manotazo fue con todo y sin pedir permiso. Esto va más allá de un simple regaño; es una sanción económica de las que de verdad duelen y que, de paso, te pone una etiqueta de ‘non grato’ a nivel internacional.
Pero aquí es donde la historia se pone… curiosa, por decirle de alguna forma. Sale el abogado de Gamboa, Michael Castillo, a dar la cara y su respuesta fue, como mínimo, para levantar una ceja. Primero, mandó a decir que esa bronca ya no es de ellos, que la tiene que resolver un abogado en Estados Unidos. ¡Se lavaron las manos más rápido que Pilatos! Luego, sobre el famoso bufete sancionado, aclaró que en realidad no es una empresa formal, sino un simple “nombre de fantasía”. O sea, ¿me están diciendo que una de las entidades sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE. UU. tiene el mismo estatus legal que la “Soda La Macha”? ¡Por favor!
Lo más increíble es cómo intentan minimizar un golpe de este calibre. El abogado añade que el equipo Limón Black Star tampoco tiene que ver con la estructura del bufete y que, para terminar de adornar el pastel, a nombre de Gamboa solo hay una propiedad en el país y que, de momento, sigue limpiecita, “sin anotación”. Es una estrategia de comunicación que raya en lo surrealista. Mientras Estados Unidos te acusa de estar vinculado a personajes del más alto calibre del narco, la defensa aquí se enfoca en detalles administrativos y en decir que “la finca está bien”. Mae, es como si tu casa se está quemando y tu única preocupación es que no se te queme el gallo pinto del desayuno.
Al final del día, este asunto va mucho más allá de si el bufete era un “nombre de fantasía” o no. Lo que realmente se fue al traste es, una vez más, la imagen de nuestro sistema judicial. Tener a un exmagistrado, un tipo que llegó a uno de los puestos más altos de la justicia en Costa Rica, metido en una lista gringa junto a los presuntos capos más buscados del país, es un golpe durísimo a la credibilidad. Pinta un panorama desolador y nos obliga a preguntarnos qué tan profundo es el hueco y cuántos más están metidos en este brete. La procesión, como dicen, va por dentro.
Maes, ¿qué opinan de esta vara? ¿Es una exageración de los gringos o la defensa de Gamboa nos está tratando de vender un cuento chino? ¿Cómo queda parado el país con un exmagistrado en una lista de estas? ¡Los leo!
Diay, la vara es que esta inclusión no es cualquier cosa. Significa que los gringos, con la DEA moviendo los hilos por detrás, les bloquearon absolutamente todo: propiedades, cuentas bancarias, vehículos y cualquier activo que tengan bajo jurisdicción estadounidense. ¡Qué torta para ellos! Y para rematar, también metieron en el mismo saco al bufete ‘Celso Gamboa y Asociados’ y hasta al equipo de fútbol Limón Black Star FC. O sea, el manotazo fue con todo y sin pedir permiso. Esto va más allá de un simple regaño; es una sanción económica de las que de verdad duelen y que, de paso, te pone una etiqueta de ‘non grato’ a nivel internacional.
Pero aquí es donde la historia se pone… curiosa, por decirle de alguna forma. Sale el abogado de Gamboa, Michael Castillo, a dar la cara y su respuesta fue, como mínimo, para levantar una ceja. Primero, mandó a decir que esa bronca ya no es de ellos, que la tiene que resolver un abogado en Estados Unidos. ¡Se lavaron las manos más rápido que Pilatos! Luego, sobre el famoso bufete sancionado, aclaró que en realidad no es una empresa formal, sino un simple “nombre de fantasía”. O sea, ¿me están diciendo que una de las entidades sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE. UU. tiene el mismo estatus legal que la “Soda La Macha”? ¡Por favor!
Lo más increíble es cómo intentan minimizar un golpe de este calibre. El abogado añade que el equipo Limón Black Star tampoco tiene que ver con la estructura del bufete y que, para terminar de adornar el pastel, a nombre de Gamboa solo hay una propiedad en el país y que, de momento, sigue limpiecita, “sin anotación”. Es una estrategia de comunicación que raya en lo surrealista. Mientras Estados Unidos te acusa de estar vinculado a personajes del más alto calibre del narco, la defensa aquí se enfoca en detalles administrativos y en decir que “la finca está bien”. Mae, es como si tu casa se está quemando y tu única preocupación es que no se te queme el gallo pinto del desayuno.
Al final del día, este asunto va mucho más allá de si el bufete era un “nombre de fantasía” o no. Lo que realmente se fue al traste es, una vez más, la imagen de nuestro sistema judicial. Tener a un exmagistrado, un tipo que llegó a uno de los puestos más altos de la justicia en Costa Rica, metido en una lista gringa junto a los presuntos capos más buscados del país, es un golpe durísimo a la credibilidad. Pinta un panorama desolador y nos obliga a preguntarnos qué tan profundo es el hueco y cuántos más están metidos en este brete. La procesión, como dicen, va por dentro.
Maes, ¿qué opinan de esta vara? ¿Es una exageración de los gringos o la defensa de Gamboa nos está tratando de vender un cuento chino? ¿Cómo queda parado el país con un exmagistrado en una lista de estas? ¡Los leo!