En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil y con motivo del 25 aniversario del Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil, Costa Rica se unió a la conmemoración con un conversatorio de alto nivel.
Este evento, celebrado en San José, reunió a expertos de diversos sectores para analizar los avances y retos del país en la eliminación del trabajo infantil y la protección de los adolescentes trabajadores.
El Convenio 182, ratificado por Costa Rica el 12 de septiembre de 2001, exige a los Estados adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar las peores formas de trabajo infantil. En este contexto, el conversatorio promovió un espacio de reflexión conjunta entre los principales actores sociales, incluyendo representantes del sector empresarial, sindical, instituciones públicas y sociedad civil, bajo la moderación de la OIT.
Durante el evento, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Andrés Romero, destacó la importancia de este tipo de ejercicios para evaluar la realidad del país en cuanto a la eliminación del trabajo infantil. Romero subrayó que mientras haya menores de edad en actividades laborales, el objetivo debe ser su protección y la creación de más y mejores oportunidades, especialmente desde la formación básica. Aunque se han logrado avances significativos, el ministro enfatizó que el trabajo no está terminado y reiteró el compromiso de poner fin al trabajo infantil en todas sus formas y proteger a los adolescentes trabajadores.
Costa Rica ha sido reconocida como "país pionero" desde 2020, en el marco de la Alianza 8.7 de la OIT, gracias a su compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus importantes avances en la prevención y abordaje del trabajo infantil. Según la Encuesta Nacional de Hogares de 2023, hay más de 4,300 adolescentes ocupados en el país, con una tasa de ocupación del 0.9%. La mayoría de estos jóvenes son varones (2,881), mientras que 1,506 son mujeres. En cuanto a la participación en el sistema educativo, el 99.2% de los niños entre 5 y 12 años y el 94.1% de los adolescentes entre 13 y 17 años asisten a la escuela.
El compromiso de Costa Rica con la erradicación del trabajo infantil se refleja también en la inversión social. A través del Convenio de Cooperación Interinstitucional entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Instituto Mixto de Ayuda Social, en 2022 se beneficiaron 532 menores trabajadores y en 2023, 412 más, mediante la transferencia monetaria condicionada. En total, se invirtieron ¢330 millones en 2022 y ¢266 millones en 2023, con el objetivo de garantizar una educación adecuada y el desarrollo integral de los beneficiarios.
El trabajo infantil y adolescente peligroso es aquel que priva a los menores de su niñez o adolescencia, de su potencial y dignidad, que interfiere con su educación y es perjudicial para su desarrollo físico y emocional. En Costa Rica, el trabajo para menores de 15 años está prohibido. Sin embargo, se respeta el derecho de los adolescentes mayores de 15 y menores de 18 años a trabajar, siempre que sea en ambientes libres de trabajo peligroso, en armonía con su educación y bajo un régimen de protección especial.
A pesar de los avances, persisten desafíos. La lucha contra el trabajo infantil no solo implica la implementación de políticas públicas efectivas, sino también la concienciación y colaboración de toda la sociedad.
Es fundamental continuar con la vigilancia y el esfuerzo conjunto para garantizar que todos los niños y adolescentes de Costa Rica puedan disfrutar de una infancia y adolescencia libres de explotación laboral y con acceso a oportunidades que les permitan desarrollar su máximo potencial.
Este evento, celebrado en San José, reunió a expertos de diversos sectores para analizar los avances y retos del país en la eliminación del trabajo infantil y la protección de los adolescentes trabajadores.
El Convenio 182, ratificado por Costa Rica el 12 de septiembre de 2001, exige a los Estados adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar las peores formas de trabajo infantil. En este contexto, el conversatorio promovió un espacio de reflexión conjunta entre los principales actores sociales, incluyendo representantes del sector empresarial, sindical, instituciones públicas y sociedad civil, bajo la moderación de la OIT.
Durante el evento, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Andrés Romero, destacó la importancia de este tipo de ejercicios para evaluar la realidad del país en cuanto a la eliminación del trabajo infantil. Romero subrayó que mientras haya menores de edad en actividades laborales, el objetivo debe ser su protección y la creación de más y mejores oportunidades, especialmente desde la formación básica. Aunque se han logrado avances significativos, el ministro enfatizó que el trabajo no está terminado y reiteró el compromiso de poner fin al trabajo infantil en todas sus formas y proteger a los adolescentes trabajadores.
Costa Rica ha sido reconocida como "país pionero" desde 2020, en el marco de la Alianza 8.7 de la OIT, gracias a su compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus importantes avances en la prevención y abordaje del trabajo infantil. Según la Encuesta Nacional de Hogares de 2023, hay más de 4,300 adolescentes ocupados en el país, con una tasa de ocupación del 0.9%. La mayoría de estos jóvenes son varones (2,881), mientras que 1,506 son mujeres. En cuanto a la participación en el sistema educativo, el 99.2% de los niños entre 5 y 12 años y el 94.1% de los adolescentes entre 13 y 17 años asisten a la escuela.
El compromiso de Costa Rica con la erradicación del trabajo infantil se refleja también en la inversión social. A través del Convenio de Cooperación Interinstitucional entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Instituto Mixto de Ayuda Social, en 2022 se beneficiaron 532 menores trabajadores y en 2023, 412 más, mediante la transferencia monetaria condicionada. En total, se invirtieron ¢330 millones en 2022 y ¢266 millones en 2023, con el objetivo de garantizar una educación adecuada y el desarrollo integral de los beneficiarios.
El trabajo infantil y adolescente peligroso es aquel que priva a los menores de su niñez o adolescencia, de su potencial y dignidad, que interfiere con su educación y es perjudicial para su desarrollo físico y emocional. En Costa Rica, el trabajo para menores de 15 años está prohibido. Sin embargo, se respeta el derecho de los adolescentes mayores de 15 y menores de 18 años a trabajar, siempre que sea en ambientes libres de trabajo peligroso, en armonía con su educación y bajo un régimen de protección especial.
A pesar de los avances, persisten desafíos. La lucha contra el trabajo infantil no solo implica la implementación de políticas públicas efectivas, sino también la concienciación y colaboración de toda la sociedad.
Es fundamental continuar con la vigilancia y el esfuerzo conjunto para garantizar que todos los niños y adolescentes de Costa Rica puedan disfrutar de una infancia y adolescencia libres de explotación laboral y con acceso a oportunidades que les permitan desarrollar su máximo potencial.